El ataque de la administración Obama y su política injerencista no implica hasta ahora riesgo militar. La utilización de los términos “amenaza” y “emergencia” en su última resolución sobre Venezuela es un recurso jurídico que anticipa otras acciones, vinculadas a operaciones internacionales para el bloqueo de recursos venezolanos en el extranjero.
Tres casos que se hacen públicos recientemente anticipan la jugada: El Banco Peravia de República Dominicana, el HSBC y la Banca Privada de Andorra. No pretende caer en la tentación de juzgar sin pruebas la implicación de actores políticos y económicos en estos tres notorios escándalos, lo que voy a lamentar es la ausencia de pronunciamiento e investigación pública de estos casos por parte del gobierno del Presidente Maduro.
El gobierno estadounidense anda dispuesto a exterminar cualquier vestigio del chavismo en América Latina, su objetivo no es el presidente Maduro o Cabello, el objetivo sigue siendo Chávez y su legado revolucionario mundial. Y para lograr este objetivo pretenden destruir ética, moral e históricamente todo lo que construyó Chávez. Es por ello que han decidido atacar en su punto más débil, el tejido de corrupción que crearon sectores “pintados de rojo”, oportunistas, los verdaderos quinta columnas y contrarrevolucionarios que se han vivido el proceso revolucionario a cuestas del sacrificio del dinero de todos los venezolanos.
Según un informe desarrollado por Visor 360 Consultores, analizando la Orden Ejecutiva de Obama del 09 de marzo de 2015, es previsible que los Estados Unidos, “impongan sanciones contra directivos o funcionarios vinculados al Banco Central de Venezuela (BCV), que administren cuentas de fondos de la nación en entidades financieras internacionales, con el propósito de bloquear o congelar dichos fondos”… ya que la Orden Ejecutiva de la Casa Blanca indica explícitamente la consideración del Banco Central como una de la entidades del gobierno venezolano objeto de sanciones futuras.
Pero mientras los responsables de la fuga de capitales por una parte, la cúpula del gobierno y la oposición por el otro, y los gringas por otro lado más, intentan ver como cada una de sus acciones se convierten en un saldo favorable para sus interés particulares, son pocos los que se preocupan porque todos los que han sido responsables del desfalco de la nación paguen, sin necesidad de que el imperio pretenda darnos lecciones de una ética que no posee.
Tenemos tiempo desde Marea Socialista levantando la voz en contra de la corrupción, y en especial proponiendo una Auditoría Pública Ciudadana como la vía más expedita para determinar a los responsables, sin esperar a que vayan explotando los casos, por responsabilidad de ajenos o externos. El problema de los venezolanos debemos resolverlos nosotros.
Hoy un sector de la cúpula de la oposición se frota las manos, porque aunque “Obama la puso…” circunstancialmente, haciendo que el chavismo se unifique en torno a su esencia antiimperialista, apuestas sobre su incapacidad de resolver y afrontar una propuesta para el país que los gringos le hagan el trabajo y logren el nivel tal de cuestionamiento de la cúpula del gobierno, como para que no puedan levantar un punto más en su apoyo popular y electoral.
Este sector apátrida, que es capaz de vender su alma sólo por acceder al poder, no se distancia en nada a lo que critica, pero todos al final juegan a perder, cuando no incluyen al que vive de su salario en las decisiones políticas.
Hoy una Auditoria Pública Ciudadana, que con pleno acceso a las fuentes primarias de información, empiecen a determinar caiga quien caiga, quienes son los responsables del desfalco de 259 mil millones de dólares, sin esperan a que un gobierno extranjero nos lo diga, sería parte integral una solución estratégica.
En este sentido me permito corregir muy respetuosamente al presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, que recientemente declaró:
"Señor Obama, yo sé que a usted siempre le informan: nosotros le proponemos: toda la plata que esté en EEUU a nombre de venezolanos, vamos a repatriarla. Denos los nombres de los que tienen cuentas en EEUU, porque un revolucionario ¡no tiene por qué tener cuentas en EEUU!". "No lo he consultado con el Presidente, pero no va a haber problema. ¿Cuánto es? Dicen que son 350 mil millones de dólares. Vamos a recuperar esos 350 mil millones de dólares. A EEUU se le entrega la mitad y al pueblo venezolano la otra mitad y ¡nos manda los corruptos para acá para que sean sometidos a la justicia del pueblo de Venezuela!"
No toda “la plata” de los venezolanos en Estados Unidos es mal habido, es imprescindible una Auditoria Pública, no del gobierno gringo, sino desde Venezuela, para determinar quién le asigno esas divisas a los “empresarios” o “banqueros” responsables de la fuga de capital. Si estamos hablando de lucha contra la injerencia extranjera no podemos pedir a otro gobierno que nos diga quienes son los responsables de delitos cometidos desde nuestro país. Nosotros desde Marea Socialista hemos hablado, a partir de datos obtenidos desde el BCV de 259 mil millones de dólares de fuga de capital desde 1999, si tenemos nuevas cifras que hacienden a 350 mil millones sería importante saber de dónde se soporta el dato, ya que es bastante delicado si ese es un dato de fuga de capital reconocido por un alto funcionario del gobierno. Por último, es una irresponsabilidad repartirse, así sea con ironía, el dinero robado a todos los venezolanos, nadie puede adjudicarse el derecho a repartir la mitad del dinero fugado con otro gobierno, es por eso que la necesidad de profundizar la consulta pública sobre estos temas, y trasparentar todos los procesos de adjudicación de divisas termina siendo una verdadera gesta antiimperialista, que permitiría repatriar lo robado, y además no daría ningún tipo de razón para que otros pretendan meterse en nuestro asuntos internos, además de poder frenar de manera tajante el financiamiento de quienes atentan y han atentado contra el proceso que condujo Chávez, y que nació precisamente levantando las banderas contra la corrupción.
No basta con consignas, la lucha contra el imperialismo se consolida cuando luchamos también contra el imperio de la corrupción. ¡Váyanse al carajo, Yanquis y corruptos de mierda!