La amenaza estadounidense contra Venezuela y nuestra preparación para repelerla

Puede que la solidaridad demostrada por los Estados Latinoamericanos y Caribeños con Venezuela, además de la masiva recolección de firmas, y todas las declaraciones de líderes y manifestaciones alrededor del mundo, en contra del decreto de Injerencista de Obama como amenaza directa contra a nuestro país, frene por un tiempo el ímpetu inicial del gobierno norteamericano en cuanto a su intervención armada inmediata, manifestaciones de solidaridad las antes nombradas que no se manifestaron o lo hicieron en forma débil, superficial, y fraccionada dentro del conjunto formado por los países árabes, en relación a las intervenciones gringas y de sus lacayos europeos, en contra de países pertenecientes a esa esfera político-religiosa representada por el mundo islámico. Sin embargo, la suerte futura de nuestro país al respecto de lo antes nombrado, está echada, lo cual no puede ser de otra manera, dado que la energía fósil que necesita el Imperio la tienen a sus puertas, y en cantidades casi ilimitadas para al menos los próximos cien años, sin depender en caso de apoderarse de nuestro país, de las posibles restricciones que acorde al acontecer político puedan ser aplicadas por el estado Venezolano. Por otra parte y con igual o mayor peso, el ejemplo de independencia política iniciada por el presidente Chávez, ha logrado calar en la América hispano parlante y caribeña, echando por tierra más de un siglo de relaciones de dependencia de nuestros países con respecto a los gobiernos norteamericanos. A lo anterior se suma en cuanto al acontecer político interno venezolano, los fracasos a repetición en los intentos de desplazar al Gobierno Bolivariano del poder, a pesar de la campaña mediática en toda la extensión geográfica del planeta, o el fracaso de la oposición en la toma del poder por la vía electoral o por la fuerza, añadiendo a estos además, la parte que le corresponde a las grandes corporaciones imperiales en cuanto al ahogo económico de nuestro país, todo lo cual y hasta los momentos, no le han dado al gobierno norteamericano los resultados esperados; lo cual obliga a los Estados Unidos (sin abandonar la anterior metodología), a aplicar métodos más contundentes cuyos resultados les han sido positivos tanto en el fraccionamiento de Yugoeslavia, como en la toma del poder por sus títeres en Ucrania (con las consecuencias posteriores que todos conocemos en este último país), y en un aprieta mayor de “las clavijas”, la intervención directa en Irak y por interpuestos en Libia, aunque en la actualidad estén lejos de lograrlo en Siria y en Afganistán, país este último del cual se están retirando con “el rabo entre las piernas”.  Ante los éxitos y fracasos obtenidos  dentro del panorama anterior, al gobierno Norteamericano le quedan en relación a nuestro país varios caminos por transitar, es decir el llamado plan B, cuyo desenvolvimiento podemos resumir así.

Por la vía diplomática: Continuar en el intento de aislar al gobierno venezolano de los demás paises latinoamericano. Hasta ahora por ejemplo, los gobiernos de paises como Colombia, Panamá, y México, adscritos a la órbita estadounidense, no han respondido plenamente a dicho plan ante la posibilidad de ser ellos los que queden aislados. La renovación de las relaciones del Imperio con Cuba marcha en esa dirección.

Por la vía económica: Esta vía que es la que les ha rendido mayores frutos, dada la alta dependencia de Venezuela de los productos importados, su baja producción de artículos de primera necesidad, y la alta corrupción existente, inherente tanto a los funcionarios públicos como a la empresa privada a todos los niveles, lo cual incluye la cultura del “bachaqueo” producto inherente a la falta de ideologización de los sectores populares por parte del partido de gobierno (ya con 16 años en el poder), más interesado en obtener votos que en difundir el socialismo. Si la oposición logra ganar las elecciones a diputados para la Asamblea Nacional es la vía que puede rendir los frutos más que importantes a las pretensiones imperiales; de no darse esta posibilidad (dado entre otras cosas por la crítica situación organizativa de la derecha opositora), se abriría en cuanto a los fines del gobierno gringo, la necesidad de radicalizar las posibilidades  de injerencia provocando un conflicto armado; el guion ya lo tienen escrito desde que lograron con éxito el fraccionamiento de Yugoeslavia, hasta los últimos acontecimientos en el Medio Oriente y el Norte de África como ya expuse antes.

La opción de la intervención armada: Dado el anterior breve análisis, el decreto de Obama abre de par en par las puertas para esta última opción, que considero siempre ha sido la meta final de los gobiernos gringos con respecto a nuestro país, un Puerto Rico esta vez en verdad rico, lo cual sería su meta geo política ideal, por encima incluso de la de los gobiernos títeres sumisos; hay opositores internos que sueñan con la posibilidad de ser ciudadanos estadounidenses así sea de segunda clase.

Pero el escollo principal a esta opción estriba en el cambio de los tiempos, la unidad Latinoamericana es hoy por hoy una realidad, pese hasta ahora a los esfuerzos del Imperio en pro de fraccionarla (ver los últimos sucesos en Argentina y Brasil), la toma del poder por parte de la derecha en esos países serían un golpe mortal a nuestra unidad Sub Continental. Sueño este de nuestros libertadores Bolívar, San Martin, O’Higgins, impregnados todos del pensamiento Mirandino, y  encausada por Chávez en el plano de la práctica.

Hasta donde me dan mis actuales conocimiento, tres son las vías que los yanquis pudieran usar para intervenir bélicamente en Venezuela a saber:

Como respuesta humanitaria, a un conflicto interno  por ellos mismos propiciado, lo cual acorde a las experiencias de intervenciones anteriores, podrían hacerlo solos, o a través de la OEA y o de la ONU, hasta ahora le han fallado las guarímbas al no lograr convertirse en un conflicto interno generalizado, dado el poco apoyo popular a las mismas; la situación económica actual del país, generadora de un alto descontento poblacional, puede revertir la apatía popular al respecto.

El conflicto con el país vecino Colombia, país este que ha sido una ficha segura para el Imperio (desde la época de Santander), cuyo gobierno de épocas posteriores, pasivamente se dejó arrebatar el istmo de Panamá por los norteamericanos, y que en relación con nuestro país, a pesar de una historia común durante la gesta independentista, no tuvo el mínimo gesto de solidaridad Venezuela cuando el bloqueo de las potencias europeas en 1902. Además, ha sido el único país latinoamericano que envió tropas a Corea en apoyo del gobierno yanqui, mas adelante y conjuntamente con la Chile de Pinochet, fijó de hecho su apoyo a Inglaterra cuando el conflicto de las Malvinas. Actualmente permite en su territorio múltiples bases militares norteamericanas, y hace muy poco tiempo pidió ser admitida en la OTAN. Todo lo cual representa claramente la política de dependencia de sus gobiernos oligárquicos, que por cierto desde la ruptura de la Gran Colombia nos han tenido en la mira.

Considero un grave error geo político por parte de Chávez el haber confundido en pro de la Unidad Continental, a los gobiernos colombianos por encima de la disidencia armada interna en dicho país, verdadera representación esta, de los sectores populares de Colombia. Como resultado, el desarme ya en marcha de los mismos, favorecerá la reorientación operacional de esos 500.000 soldados de las fuerzas armadas colombianas y sus auxiliares paramilitares, (entrenados todos en la guerra real), hacia el objetivo codiciado desde siempre tanto por los gobiernos de dicho país como por el imperio norteamericano, es decir el apoderarse o desmembrar a nuestro país. Lo anterior se ve reforzado por el hecho de haberle dado todas las facilidades a los cuatro a cinco millones de colombianos para aposentarse en nuestro país, la mayoría de los cuales adversos  tanto a nuestro gobierno como a nuestro propio gentilicio.

Tanto por el número de sus efectivos militares, como por la seguridad de obtener toda la tecnología bélica de punta del gobierno norteamericano, para el gobierno colombiano un conflicto bélico con Venezuela representa teóricamente mucho más que una posibilidad de éxito, lo cual debería ser y creo que lo es, una de las prioridades a ser tomada en cuenta por nuestra Fuerza Armada, (las declaraciones de la Subsecretaria Norteamericana de Estado para los Asuntos del Hemisferio Occidental Roberta Jacobson, con respecto a que Colombia se prepara para una guerra con Venezuela, más que imprudentes y fuera del contexto de nuestras relaciones actuales con el vecino país, son una advertencia que confirma esta vía injerencistas como parte de la estrategia intervencionista de los Estados Unidos en nuestra contra).

La tercera posibilidad que el gobierno norteamericano se plantea es la de la intervención directa, creo que dicha posibilidad es una opción incluida como final o remate de su agenda injerencista, y depende de las correlaciones geopolíticas a suceder en Latinoamérica en los años venideros, si se consolida la unión subcontinental, este riesgo para nosotros como país, así como la intervención gringa por interpuestos se aleja, si se resquebraja dicha unión se abren las posibilidades de ser intervenidos por la fuerza.

LA RESPUESTA VENEZOLANA:

Desde el punto de vista diplomático, considero un gran acierto de nuestro Comandante Presidente Hugo Chávez, el vuelco que a nivel de política exterior le dio a las relaciones de nuestro país con el mundo exterior. Sin entrar en los detalles de su agenda política externa, reflejada en primer lugar en Latinoamérica y el Caribe, con múltiples tratados político-económicos que llevaron a la derrota del ALCA y la cooperación intracontinental.  Agregado a esto el éxito de nuestra política de cooperación e identificación con los llamados países del tercer mundo, y la política de ayuda a los sectores de población marginada en los países del primer mundo (incluyendo en la misma a sectores pobres de los Estados Unidos), ha convertido a la Venezuela Bolivariana en uno, por no decir el primero de los paises lideres en la lucha contra la pobreza generada por la economía neo liberal, la importancia de lo cual tuvo un particularísimo y excepcional reconocimiento, en el gesto representado por el minuto de silencio que a su muerte se le tributó al presidente Chávez en la ONU, tributo hasta donde recuerdo, jamás aplicado a ningún otro Jefe de Estado.

Desde el punto de vista de la organización interna del país. Los logros en materia social vistos en conjunto son innegables, lamentablemente la frase de Chávez “comuna o nada” se encuentra lejos de ser alcanzada, los programas sociales al no incidir como respuesta productiva en pro del desarrollo tanto del agro como en materia científico tecnológica para el país, no dejan de seguir siendo una fase cualitativa y cuantitativa más extensa del populismo de la cuarta república, populismo este instaurado por los adecos a su llegada al poder, y luego continuado por los copeyanos, durante su alternancia en la conducción del Estado, en ambos casos como forma demagógica para mantenerse en el poder.

La impunidad actual hacia la corrupción interna a la organización gubernamental, se enlaza estrechamente con la falta de contundencia en la represión a la delincuencia común, con el falso dilema de que esta se combate solo con medidas de prevención, el aumento delictivo con el empleo de métodos atroces, y de todo tipo de delincuencia en general, no se compagina con la profusión de programas sociales que se han brindado y se brindan a la población a través de la Misiones, lo cual es indicativo de que si el problema representado por el auge delictual solo se solucionara preventivamente, la delincuencia debiera haber retrocedido como consecuencia.

Nuestro esquema capitalista venezolano de enriquecimiento en el menor tiempo posible, ha permeado todas las capas sociales, creando una inflación que solo puede ser calificada como obscena, sin que el gobierno pueda controlarla dado las complicidades internas de sus funcionarios a todos los niveles.  No estoy incluyendo aquí los factores externos representados por la guerra económica, los cuales sin lugar a dudas existen, contribuyendo en una parte importante a empeorar la actual crisis de desabastecimiento. A lo anterior se une una ineficacia e inoperancia alarmante de una parte importante de nuestros funcionarios públicos, cuyo currículo principal es el de ser fieles seguidores de las directivas politiqueras de funcionarios de mayor jerarquía, situados en posiciones relevantes de la administración pública, la gestión de el proceso de explotación petrolera por PDVSA, es la más clara demostración de lo anterior.

La defensa armada del país. La brillante idea de Chávez con respecto a la creación de las milicias, es un paso importante para la consolidación de un buen bloque defensivo del país conjuntamente con nuestra Fuerza Armada Nacional. Los interrogantes acerca de la efectividad de dicho bloque defensivo, dependen de múltiples factores estratégicos que a pesar de mis pocos conocimientos bélicos  me atrevo a exponer: ¿Tiene claro nuestro mando militar que el armamento tecnológicamente sofisticado adquirido por el país (tanques y aviones de última generación, y complejo coheteril de largo alcance, por ejemplo), tiene como finalidad  primordial hacer el mayor daño posible a una potencia invasora o interpuesta por esta, provista de recursos bélicos ilimitados y de alta tecnología,  la cual barrería a nuestro componente bélico de avanzada al poco tiempo del inicio de la confrontación? Si lo anterior lo tienen claro los altos mandos militares, surge una segunda pregunta ¿Realmente se está preparando al personal militar y miliciano para una guerra irregular, cuya expresión más resumida sería la teoría del “acordeón”, capacidad para actuar con efectividad según las circunstancias lo requieran, desde unidades importantes de fuerzas, hasta pequeñas unidades de acción, y viceversa? Las preguntas anteriores tienen como componente de base, el terreno y el avituallamiento, en las zonas donde deben actuar nuestros combatientes, lo cual implica un detalladísimo conocimiento de la región donde debe operar cada conjunto de los mismos, ya sea en los centros urbanos como en los rurales incluyendo las zonas selváticas y montañosas.  A lo anterior se añade la logística, con sus bases fijas y móviles para proporcionar descanso, atención medico quirúrgica, alimentación, reparación y sustitución de equipos, estas, entre otras coberturas necesarias a las agrupaciones militar miliciana de combate. Bases logísticas estas, que desde ya deberían estar determinadas. Para terminar este segmento, quiero agregar lo preocupante que sería, si desde ya no estuviera prevista la dispersión de nuestros aviones de combate, así como el camuflaje efectivo en general, y primordial en cuanto a nuestros medios móviles. Hay mucho más de que hablar al respecto de lo aquí planteado, pero ni es materia central en este articulo, ni es conveniente darlo a la publicidad.

En resumen: No se puede tomar a la ligera la amenaza Imperial, la historia muy reciente lo confirma. En este momento los mayores esfuerzos del gobierno deben centrarse incluso por encima de las Misiones, es la lucha contra la inflación (incluye la batalla primordial a favor de la producción), al igual que contra la corrupción e ineficacia gubernamental y extra gubernamental (ambas entidades íntimamente entrelazadas), hay que aplicar el uso coercitivo de la fuerza en contra de la delincuencia. La preparación militar debe ser exhaustiva tomando como prioridad la preparación para la lucha irregular.    



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Arnaldo Cogorno


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