La frontera es básicamente, según Zapata (2010), el límite de la tierra conocida, de la nación, del Estado. Vista siempre desde “dentro”, como protección; “desde fuera”, como obstáculo. Tiene como función servir de marcador de diferencia y generar sentido y, está muy vinculada a Estado, territorio y población. Es decir, no puede haber Estado sin frontera, ni frontera sin Estado; y por lo menos se necesita al menos de un territorio y de una población para dar sentido a una frontera. (Pp.39-42)
Desde el punto de vista de la soberanía, la frontera es la máxima expresión territorial del poder político. Las fronteras políticas son esencialmente coercitivas y delimitan jurídicamente un territorio. Además, es una línea que se puede cruzar, pero bajo las condiciones impuestas por el que “está dentro”. Al respecto, considera el citado autor que “La negación a una persona a “dejarle entrar” es la máxima expresión del poder soberano hoy en día”. Sobre todo, cuando se habla de creciente movilidad humana, la soberanía se expresa a través de una lógica de selección, en donde se define el perfil de quienes entran y la cantidad de los que entran.
Se desprende de lo anterior, que en Venezuela, se había perdido la soberanía en relación a la admisión de inmigrantes, pues, parece que pasó demasiada gente por la frontera, desde hace mucho tiempo, sin someterse a la identificación, menos al conteo de cuantos eran. De allí, la acumulación de tantos problemas en la frontera, que hoy cuando el Estado venezolano, que es el que debe controlar sus fronteras, quiere hacer valer la soberanía que es un principio básico de acción, el país vecino a través de sus gobernantes, acostumbrados a hacerse los ciegos y los sordos con lo que pasaba en la frontera, están chillando, porque ahora deben resolver los problemas que debieron haber resuelto desde hace mucho tiempo.
Es decir, la nueva realidad de creciente movilidad en la frontera, producto de los intríngulis de una guerra interna en el país del cual provienen los inmigrantes (Colombia) y un país que intenta hacer valer su soberanía, poniéndole freno a dicha inmigración,(Venezuela), ha resultado en un problema por la falta de comprensión del gobernante colombiano, quien se ha valido de argumentos infantiles para evadir una reunión con el gobernante del país afectado, para buscarle solución.
De acuerdo a tal realidad, se ha producido en nuestra frontera venezolana, lo que se llama, el control de fronteras de nuestra sociedad abierta, que es nuevo e indica que solo es una sociedad abierta para los que “viven dentro”, pero como existe una demanda creciente de inmigrantes que quieren entrar, entonces se ha producido una situación en la cual, se está pasando de una concepción de sociedad abierta a una de sociedad cerrada.
Pero tal situación, está vinculada con los procesos de inestabilidad social y política en los que nos encontramos, por lo que se hace importante redefinir las nociones de frontera, para lo cual es necesario que se produzca el encuentro entre los dos mandatarios, relacionados al problema. Desde este punto de vista, el hecho de que dialoguen ambos presidentes, es un indicador de que se está ante un proceso de cambio.
Un buen indicador de este proceso de cambio es que la pérdida de soberanía de los Estados se expresa a través de la pérdida de su control de fronteras. Esto estaba sucediendo en Venezuela, a raíz de toda una problemática creada por ramificaciones del paramilitarismo, del narcotráfico, que a través de la intimidación, el asesinato, el secuestro y otras formas de violencia, anarquizaban el lado venezolano, en donde por mucho tiempo, a sus anchas hacían lo que les daba la gana, con complicidades internas que le apoyaban sus fechorías. En todo caso, Venezuela estaba perdiendo parte de su soberanía y los fundamentos de su legitimidad.
De tal manera que, siendo la frontera la máxima expresión de la seguridad contra cualquier peligro potencial o real, externo, lo sensato es mantener el orden al interior de las fronteras y preservar la estabilidad. Esto quiere decir, que Venezuela ha actuado soberanamente en el cierre de la frontera.
Referencia:
Zapata B, R (2010) Teoría Política de la Frontera y la movilidad humana
