Los adiestraron para la muerte, para causar dolor a los pueblos, para enlutar a la humanidad. Fueron fabricados con precisión criminal, para el sabotaje, para crear terror. No importa si los que mueren son niñas y niños, adolescentes, mujeres, hombres, ancianos. Son programados para asesinar. La violencia es su norte.
El producto es ideado por “científicos” del Departamento de Estado de los Estados Unidos de norte América y equipado, con mente criminal, por la CIA, esa compañía que fabricó a Luis Posada Carriles y a Orlando Bosch, autores intelectuales de la voladura de la nave de Cubana de Aviación, donde los terroristas colocaron una carga explosiva que acabó con la vida de 73 pasajeros, 57 de ellos cubanos (deportistas todos), Once guyaneses y cinco norcoreanos.
Este horrendo crimen ocurrió el 6 de octubre de 1976, hace 40 años, en aguas de Barbados. Freddy Lugo y Hernán Ricardo Lozano, apátridas venezolanos, fueron los autores materiales, guiados por los terroristas “buenos” Posada Carriles y Bosch. Los criminales se jactaron de “dormir como niños” después del asesinato masivo y se vanagloriaron de haber “volado un avión cargado de comunistas”, como vociferó Bosch en frase cargada de odio.
Posada Carriles no sólo “duerme como niño”, sino que fue y es protegido por los sucesivos presidentes de esa nación, tanto Demócratas como Republicanos, y hasta por el Premio Novel de la Paz, Barack Obama, mientras que Bosch murió hace varios años. Que cinismo el de estos gobernantes que hasta se negaron a extraditar a Venezuela a Posada Carriles para que pague por el crimen cometido.
A 40 años del crimen de Barbados el pueblo de Cuba llora a sus héroes y espera que se haga justicia.
“No podemos decir que el dolor se comparte. El dolor se multiplica. Millones de cubanos lloramos hoy junto a los seres queridos de las víctimas del abominable crimen. ¡Y cuando un pueblo enérgico y viril llora, la injusticia tiembla!”.
Fueron las palabras del comandante Fidel Castro para despedir a las víctimas, el 15 de octubre de 1976, desde la Plaza de la Revolución, donde se reunieron miles y miles de cubanos.
Hoy compartimos el dolor de nuestras y nuestros hermanos cubanos y exigimos justicia. No a la impunidad.
Estos son los mandatarios gringos que protegieron a los criminales:
James Carter 1976-1980
Ronald Reagan 1980-1988
George Bush (padre) 1988-1992
Bill Clinton 1992-2001
George Bush (hijo) 2001-2009
Barak Obama (2010-
