¿Qué pasa cuando en la filmación de una película de terror producida por poderosísimas mafias uno entre casi 180 extras decide cuestionar el guion y compartir el protagonismo con los actores principales? ¿Lo echan Inmediatamente del set? ¿Lo amenazan con expulsarlo para siempre del medio? ¿Dialogan con él?
Como todos sabemos, es muy posible que el director, aparentando no infringir las reglas del juego, mantenga al extra díscolo bajo amenaza permanentemente, encargue de su expulsión a los asistentes locales y obligue a sus socios a difamarlo en todo el ambiente cultural. Pero, si los mandados fracasan y más bien favorecen la adhesión de otros extras a la causa rebelde, no le queda más remedio que actuar personalmente.
Así mientras convence a los productores y se consolida como director, declara al insurrecto peligroso para el desarrollo del séptimo arte, elimina poco a poco quienes lo acompañan y azuza el odio entre el grupete de envidiosos sedientos de reconocimiento. Mas la vida está llena de imprevistos. En nuestro caso, los productores no le respondieron y el director tuvo que ceder su puesto a un nuevo personaje, quedándose con las ganas de destruir al rebelde y dejando a sus aliados, al menos temporalmente, desfinanciados y con los crespos hechos…
Como el extra, Venezuela ha enfrentado agresiones de todo tipo desde que el Comandante Chávez, primero solito y luego cada vez mejor acompañado, decidió nadar a favor de la mayoría, del 99%, a contracorriente con el 1% que ha dominado la escena mundial desde la Segunda Guerra y pretende seguirla dominando
Pero nuestros enemigos no contaban ni cuentan con las habilidades del criollísimo y milagroso José Gregorio Hernández, ninguneado por autoridades vaticanas. Quien en compañía de Jesús socialista, de María Lionza y su corte, de la Chinita y recientemente de Sai Baba protege a Venezuela y al pueblo venezolano.
Ya van muchos milagritos. Nos ha salvado varias veces en la raya y nos ha enseñado a utilizar las energías del agresor para fortalecernos. Pero todavía le falta mucho por hacer pues la llegada del nuevo productor – director de la película, de Donald Trump a la Presidencia de los EEUU, si bien implica un cambio, puede ser cualquier tipo de cambio.
Como en el caso del medio vaso de agua, unos vaticinan el ascenso del fascismo y la consolidación del poder de las elites económicas, mientras que otros predicen la agudización de las contradicciones en el mundo “civilizado”. Yo me anotó con los segundos pues creo que esa agudización robustecerá a las fuerzas sociales llamadas a transformar profundamente la manera de vivir y sobrevivir de la especie humana.
Y mientras ello ocurre, también me anoto en pedirle a José Gregorio y compañía que nos sigan haciendo milagritos…