La profundización de la decadencia del imperio: La era de la post-verdad con Trump

La post-verdad (post-truth) ha sido declarada “palabra del año 2016” por el Diccionario de Oxford, siendo definida de la siguiente manera:
“Relativo a circunstancias en las que hechos objetivos son menos influyentes en la formación de la opinión pública que la apelación a la emoción y a la creencia personal".

En tal sentido, en la post-verdad  los hechos, las causas de los fenómenos y sucesos, el conocimiento de la realidad, influyen menos a las personas que las emociones y sus creencias personales.
En esa dirección, "Trump es el máximo exponente de la política 'post-verdad', (...) una confianza en afirmaciones que se 'sienten verdad' pero no se apoyan en la realidad", escribió la revista The Economist.

En esta definición de la post-verdad, se verifica la profundización del “MALESTAR DE LA POLITICA” por su proceso de degradación ética, el cual es acompañado del empleo cínico  de un conjunto de estratagemas:

Manejo de medias verdades
Uso del doble lenguaje en el sentido orweliano
Manipulación de percepciones a través de “noticias falsas”.
El escamoteo de la verdad se combina con el reforzamiento de prejuicios.

De esta manera se generaron tendencias y matrices de opinión que llevaron a una multitud  de individuos enajenados, sin capacidad crítica para comprender  e interpretar lo que su sucede en el contexto, quienes votaron por Trump conectados cognitivamente y emocionalmente con formas de ver un  mundo ENMARCADO (Framing) en los siguientes aspectos:
--Percepción  fragmentada   de la realidad, mentalidad estereotipada y parcelada
--Homogeneización y estandarización del imaginario con un conjunto de anti-valores:  antiinmigrantes, antimusulmanes, antifeministas
-- Fractura emocional que genera miedo y rabia basado en prejuicios: misóginos, xenófobos y racistas. Se partió de que estaba en peligro la supremacía blanca, hay  que excluir y  perseguir las razas inferiores, a los  inmigrantes, a las personas transgénero y a las mujeres.
--Desesperanza y pesimismo ante situaciones amenazantes, por lo que  se requiere de un salvador que restaure el sueño americano.
--Culpabilización de otros del deterioro de la situación: falta de empleo y empeoramiento de los servicios por la presencia de  extranjeros ilegales, hispanos y afroamericanos.
--Empleo de un estilo basado en el sensacionalismo y en la provocación del adversario
Noam Chomsky  en una entrevista publicada en EL ECONOMISTA-PACIFIC ESTÁNDAR , el 14/01/2017, nos habla de  6 claves sobre Trump y el futuro:
“…el presidente electo de Estados Unidos es como un estafador. Fue capaz de decir cosas a un sector de la población que, de alguna manera, articuló sus propias preocupaciones y sentimientos, y lo hizo con bastante eficacia".
“Las palabras de Trump han conducido a Estados Unidos y a buena parte del mundo a vivir en una era post-factual, es decir, que los hechos y la realidad han dejado de tener importancia; son las palabras y su interpretación la moneda de cambio de una era en la que la opinión vertida en redes sociales es más relevante que los hechos reales…”


Las distorsiones informativas consustancial a esta era de post-verdad no son nuevas y han sido utilizadas tanto por republicanos como demócratas (Bush, Obama) y la hemos descifrado como parte de la MANIPULACION DE PERCEPCIONES VIA NOTICIAS, asumida como marco teórico-metodológico de la empresa contratada por la comunidad de inteligencia de los EEUU The Rendon Group, empleada en  el desarrollo de la campañas de intoxicación y de OPSIC, como uno de los vértices de la nueva estrategia imperial.
 De allí la caracterización de dicho proceso de distorsión informativa que tiene el doble impacto, síntesis de lo  esbozado sobre la post-verdad:

a- Generan disonancias cognitivas, ya que la realidad, los hechos concretos son interpretados de una manera tergiversada, atomizada, fragmentada.

b.- Producen una carga emocional negativa, con sus múltiples expresiones: rabia, miedo, angustia, frustración.

Todo eso permite que  grupos  disociados puedan ser empleados como vector de ingobernabilidad, fuerza de choque guarimbera o tendencia electoral, como ocurrió en nuestro país el 6D del  2015.

Siendo más precisos, en nuestras investigaciones y publicaciones hemos establecido que para alcanzar los anteriores objetivos en blancos-audiencias desprevenidos o acríticos, en la OPSIC se emplean un conjunto de técnicas que permiten manipular la mente y las emociones en términos conductuales:


Proyecciones, vinculando los hechos y sucesos con situaciones peligrosas, experiencias traumáticas y amenazantes.

Generalizaciones, convirtiendo un hecho o suceso singular en un fenómeno universal, globalizando, sin tener respaldo.

Transferencias, apropiándose de méritos que no se poseen, sino que se toman prestados o adscribiendo al adversario aspectos negativos que se toman de cualquier lado.

Deformaciones, con exageraciones donde los datos o hechos negativos son abultados.

Estereotipos y prejuicios, para enmarcar culturalmente las matrices, etiquetando situaciones con lugares comunes. Cuando no se poseen evidencias ciertas se acude al prejuicio.

Tecnicismos y juicios de expertos, para dar apariencia de rigor y cientificidad apelando a la autoridad académica.

Fragmentación y atomización de cifras, que permita explotar la “inconsistencia numérica” y presentar una sola cara como información “sesgada”.

Silencio, omisiones , negaciones y ocultamiento de aquellos aspectos de la realidad que le quitan fuerza a los rumores y mentiras.

.Frente a la patología comunicacional y las distorsiones informativas propias de la era post-verdad de Donald Trump y el empleo de las operaciones psicológicas como su viabilización  práctica en la coyuntura, nos planteamos dos desafíos teórico-prácticos en el ámbito comunicativo:
* Promover “UNA COMUNICACIÓN LIBRE DE COERSIÓN”.
* Implementar una ESTRATEGIA COMUNICATIVA INTEGRAL (ECI) que confronte exitosamente las operaciones psicológicas.
En la primera vertiente Habermas planteó la existencia de unas normas de racionalidad en la teoría crítica, las cuales se asocian al discurso y al lenguaje ordinario. La capacidad comunicativa, donde se incorpora al  habla y al discurso, métodos de discusión, ideales transformadores de justicia, libertad, solidaridad, posee signos de autorrealización y de una ética comunicativa. Se puede hablar de una comunicación libre de coerción cuando no hay presiones psicológicas, bloqueos o silencios, violencia verbal o semiológica propias de la cultura capitalista. Los postulados de racionalidad y de validez en el habla, son para Habermas los siguientes:
 - Lo que se dice es verdad
 - Lo dicho es entendible
- También es sincero
- El hablante está en su razón
 El consenso que se logra a través de esta discusión auténtica es un consenso activo, verdadero, siendo la verdad un resultado del debate y la confrontación, lo cual permite que emerjan los verdaderos intereses de los participantes. La libre discusión conceptuada por Habermas como “situación ideal de habla” demanda de un clima democrático, que admita las discrepancias y el libre juego de tendencia, igualmente la libre circulación de las ideas, rechazando las amenazas, censuras, manipulaciones y controles. En la construcción de una nueva cultura política, la ética y la nueva racionalidad comunicativa de base habermasiana se convierte en una propuesta alternativa a la manipulación informativa del imperio y la oligarquía, siendo una herramienta valiosa en manos de los revolucionarios identificados con la construcción del Socialismo en Venezuela. Con este legado de la teoría crítica, podemos postular una NUEVA RACIONALIDAD COMUNICATIVA:
-- Libertad real de opinión, libre circulación de las ideas, libre acceso a los medios.
-- Construcción de visiones compartidas o consensos activos sobre la base del dialogo de saberes, debates y discusiones libres de compulsión psicológicas ( descalificación, estilo de cliché, maledicencia y corrillos).
-- Desarrollo de actitudes comunicacionales: saber oir y respetar la palabra del otro.
-- Etica comunicativa, haciendo transparente las diferencias, procesando correctamente las contradicciones.
La caracterización de la post-verdad y el proceso  distorsión informativa que le es inherente, demanda  responderla no solo  en términos de ETICA COMUNICATIVA, si no también se hace necesario impulsar una ESTRATEGIA COMUNICATIVA INTEGRAL (ECI) desarrollando nuestra propia agenda. Reiteramos en esta ocasión los componentes de esta estrategia Integral:

• Manejo adecuado de la naturaleza de la Guerra no Convencional( Inteligencia Tecnologica,OPSIC, Operaciones Encubiertas con Fuerzas Especiales )y las particularmente se hace indispensable manejar el enfoque de The Rendon Group sobre la  “MANIPULACION DE PERCEPCIONES VIA NOTICIAS”

• Desarrollo de una agenda propia, centrada en la información oportuna y veraz. Considerar igualmente las actividades de contra-propaganda.

• Alinear y articular la capacidad instalada del proceso revolucionario en el terreno comunicacional, involucrando en esta estrategia los siguientes medios y actores:

- Las televisoras públicas y los circuitos de radio del Estado.
-  Las radios y televisoras comunitarias
-  Los comunicadores identificados con el proceso de cambio
- Las páginas WWW de los ministerios y entes tutelados
-  Las innumerables revistas y publicaciones vinculadas al proceso
-  Los miembros de las patrullas del PSUV y los Consejos Comunales.

• En el ámbito metodológico planteamos la combinación de la propaganda de calle con los medios de mayor alcance, reivindicando el dialogo cara a cara.

• Diversificar la vocería (política, social, cultural), con variados actores en lo local, regional, nacional, que puedan marcar a los actores oponentes, confrontándolos en los temas generadores empleados y desarrollando propuestas alternativas vinculadas al cambio revolucionario.

• Se trata de unas líneas generales que dan cuenta de los temas generadores, operadores y medios empleados por actores oponentes, sin calcarlos ni estereotiparlos mecánicamente. Esta construcción colectiva se debe convertir en referencias para el conjunto del sistema de comunicación pública: televisoras, circuitos radiales, páginas WWW institucionales,
etc.

En el ámbito propiamente comunicacional, reiteramos los planteamientos que hemos sistematizado:

No se trata de uniformar o estandarizar la programación ni desarrollar una propaganda estereotipada en nuestros medios, sino de acusar recibo de la estrategia enemiga y adoptar las medidas pertinentes.
Cumpliendo con el mandato de las “información oportuna y veras”, se requiere de una ofensiva en el campo noticioso:
Darle mayor cobertura y espacio a los programas noticiosos.
Impulsar el periodismo de calle y la constitución de una red de comunicadores populares.
Alinear las distintas oficinas de asuntos públicos con la ECI, impulsar la formación y la organización permanente de los periodistas que trabajan en dichas instancias.
Del mismo modo, articular este esfuerzo comunicacional con el conjunto de página WWW que acompañan el proceso.
Organizar redes de twitteros que permitan librar el combate en Internet, operando por campañas, marcando a actores oponentes

Finalmente, está la propuesta de articulación con las emisoras y televisoras comunitarias. Respetando los ritmos y tiempo de cada quien, su autonomía e inserción local, podemos mancomunar el esfuerzo más allá de diferencias circunstanciales o intereses grupales.



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Carlos Lanz Rodríguez

Sociólogo, teórico militante revolucionario y ex-guerrillero.


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