Cuando el 2003 el gobierno del genocida George Bush, acusó alevosamente a Saddam Hussein de tener en su poder las famosas Armas de Destrucción Masiva, el mundo se quedó asustado y callado, tragándose aquella monumental mentira. Nuevamente quedó; ésta vez ya no sólo callado, sino humillado, cuando quien autorizó la invasión a Irak con aquel prefabricado pretexto, se cruzó de brazos y admitió que las mismas Armas de Destrucción Masiva ¡nunca existieron! Vale decir que en ambos momentos la inteligencia y dignidad humana fueron humilladas ante aquella descarada ruindad del genocida George Bush.
Pasaron 12 años desde aquella embustera excusa inventada por el imperio para invadir Irak; y ya con otro presidente Obama, aparentemente diferente al del genocida de George Bush, pues es un demócrata -a diferencia del republicano Bush- y hasta negro que lo sucedió, ésta vez ha sido quien no sólo se ha encargado de dictar aquel insólito decreto que declara a: "Venezuela una amenaza para la seguridad de los EE.UU."; sino que además no ha derogado el mismo, el cual hoy pende como una espada de Damocles sobre Venezuela, y con un nuevo presidente como Trump, quien tiene como a su Secretario de Estado; nada menos que a Rex Tillerson, quien ha sido además presidente ejecutivo de la trasnacional Exxon Mobile, que tiene instaurado juicios multimillonarios contra Venezuela por 1600 millones de dólares en tribunales internacionales.
Lo dije y sostengo que Trump es sólo la cara distinta al gobierno de los demócratas, del cual fue Obama se hizo presidente, pero que se está valiendo de terceros "interlocutores" -Rajoy, Netanyahu, el presidente de Japón, etc-que se han ofrecido a oficiar de sus operadores para que la política imperial de EE.UU., siga como siempre; vale decir de injerencia e invasiones; justamente como la de Irak el 2003 y ahora frotándose las manos para mercenariamente meterse en Venezuela.
Es en ese entendido que hoy, al igual que hace 12 años, se han vuelto diseminar difamadoras acusaciones de narcotráfico contra el actual vicepresidente de Venezuela Tareck Al Aissami, de acuerdo a la versión emitida por la Oficina para el Control de Bienes Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés); tal como lo hicieron contra Diosdado Cabello a quien también acusaron de estar vinculado al narcotráfico, más concretamente al Cártel de los Soles, a través de la amarillista revista Veja.
Pero, ¿cuál el parecido entre la acusación aquella de las Armas de Destrucción Masiva contra el régimen iraquí y hoy contra Venezuela de ser: "Una Amenaza para los EE.UU?
¡Petróleo!, simplemente petróleo que es lo que movió a Bush para asaltar el petróleo iraquí, y hoy es a Venezuela contra quien están empeñados en embarrar su imagen. Pero a aparte del petróleo indiferencia y pasividad de la opinión pública para hacerse manipular.
Esperemos que la opinión pública internacional, y el mundo entero ya esté escarmentada con los embustes de los estadounidenses de "inventar enemigos" para saquear a sangre y fuego los recursos de las demás naciones como lo ha hecho a lo largo de la historia; tal como el libertador Simón Bolívar anunciará hace más de dos siglos: "Los Estados Unidos parecen destinados por la providencia para plagar la América de miseria en nombre de la libertad".
¡Aguante Venezuela! ¡Aguante Tareck! ¡Aguante Diosdado! ¡Aguante América Latina, no somos patio trasero de nadie!