Hoy en día para saber si alguien es de derecha o de izquierda, es macabeo o no macabeo, es bueno o malo, es bolivariano o santanderista, es patriota o traidor, es nacionalista o pitiyanqui, es fiel o desleal con Nuestra América basta con preguntarle si está o no de acuerdo con el Grupo de Lima. Este fatídico Grupo de Lima es una instancia multilateral que se estableció tras la denominada Declaración de Lima, el 8 de agosto de 2017 en la capital peruana de Lima, donde se reunieron representantes de 17 países con el objetivo de buscar el derrocamiento de Nicolás Maduro. El GL representa la vocería internacional de la oposición venezolana vale decir reúne a la oligarquía de esos países, a la IV República de Latinoamérica y a la MUD continental.
Doce países americanos en un principio suscribieron la declaración: Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay y Perú, uniéndose posteriormente Guyana y Santa Lucía. Siendo avalado también por Estados Unidos, Granada, Jamaica y Uruguay que asistieron al encuentro, así mismo organismos como la Organización de los Estados Americanos y la Unión Europea. Es la parte del mundo alineada con la causa del imperialismo y del capitalismo, con las guerras de intervención y dominación, con los valores de las transnacionales, con el patio trasero de los EEUU y con el saqueo de nuestras riquezas naturales entre otras perlas.
No le importa al grupo patotero que en los países integrantes del GL se violen los derechos humanos, se hagan elecciones fraudulentas, se asesinen periodistas, se eliminen dirigentes sociales, se usurpe la legalidad democrática, se someta a los trabajadores a las inclemencias del neoliberalismo y se organice una invasión armada de exterminio contra un país hermano. El único interés de estos matachines es salir de Nicolás Maduro lo cual debería llamar la atención de quienes despotrican de su gobierno sin tener una ideología igual a los gorilas, gamberros y perdonavidas que se arrodillan ante el Comando Sur del ejército imperial.
Qué moral tienen los camorristas del GL para rechazar la convocatoria a elecciones presidenciales en Venezuela y declarar que no será bienvenida la presencia de la delegación venezolana en la Cumbre de las Américas por celebrarse en la capital peruana en abril. Lo menos que podríamos hacer es declarar no grata a la canciller peruana Cayetana Aljovin vocera de la infame declaración.