Llegó el momento de la unidad revolucionaria y nacional en contra de Guaidó y los imperialistas euro-norteamericanos y los traidores latinoamericanos. Sobre esta base social de unidad y movilización, se puede hablar de diálogo y negociación. De otra manera, es la de no acabar y entregar más a Venezuela a los objetivos de los imperialistas.
Hay que tomar en cuenta que en Libia, rusos y chinos salieron corriendo, aunque tenían proyectos acordados con Kadafi. Internamente, no obstante Maduro dio espacio a los militares en la franja del Orinoco, algunos están desertando. Aunque también haya compensado financieramente a las compañías petroleras norteamericanas, por las consecuencias de la nacionalización impulsada por Chávez, estás vorazmente quieren más. Ya lo aprobó la Casa Blanca, Bolton, Pompeo y los ingleses.
¿Qué más va entregar Maduro?
La unidad del pueblo en un momento de emergencia que puede echar a perder todo, es urgente. La redención de los pobres sólo es posible con la obra del pueblo y los dirigentes revolucionarios auténticos.
¿Preguntemos si los norteamericanos y europeos permitirían que sucediera en sus propios países, esa subversión del orden jurídico-político?
Si en Estados Unidos con impunidad los policías asesinan a negros y latinos. Los franceses tienen a los chalecos amarillos protestando diariamente. El grupo de Lima ambiguamente sostienen que están en contra de una intervención y apoyan a Guaidó. (Eejemplo de Chile que ya reconoció a la “diplomática” nombrada por Guaidó).
A Maduro le conviene mantener la unidad del pueblo y contar con el apoyo de los revolucionarios y los chavistas auténticos, simultáneamente reformar el poder y continuar con los programas sociales. Pues con esta arremetida imperialista, el aislamiento será más profundo.
Los revolucionarios tienen que reconocer el poder formal y negociar la restructuración del Estado con los maduristas y enfrentar juntos la arremetida neocolonialista, restablecer el Estado de Derecho y enjuiciar a los subvertidores del orden (la oposición derechista) y replantear las relaciones diplomáticas con Estados Unidos, la Unión Europea y el grupo de Lima.
Unidos maduristas y chavistas bajo condiciones negociadas y acordadas entre ellos mismos. Esto requiere un nuevo enfoque, donde lo primordial es la patria venezolana y el proyecto socialista.
