Bendito sean san Joropo de los Suspiros y la santa Rosca Cubierta de la alegría: tenemos ayuda humanitaria que, entró por Trinidad y Tobago de madrugada sin todavía empezar a cantar los gallos trasnochados y, mire usted, que Dios tarda, pero no olvida y, tratándose del presidente Trump mucho menos y del otro "presidente" que por allí anda empeñando todo lo que le pertenece a Venezuela y como él nos cayó del cielo un 23 de enero del año que respiramos sin tormentas y, con mucho coraje sin sonar un tiro se juramentó como el padre nuestro sin oquedad y, la gente presente como lloraba mi señor y, otros gritaban y se abrazaban, las monjas rezaban con rosario a cuestas, y la bullaranga corría libremente y, trepó el clamor opulento e imperial de ahora si la pusimos, pero tenemos nuevo presidente como un payaso de un maromero del Norte.
Ahora resulta que la ayuda no llegó por Colombia y, menos mal, por dónde iba a entrar si esos chavistas egoístas anti Trump, cerraron las vías, ¡ay mamá! Y que viene de todo a dos por tres que, la boca se me hace agua como si tuviera un tubo roto por dentro con solo pensar que vamos a engordar de placer y lujuria comilona y, después nos vamos a cagar de la risa como purgados de consuelo que, ay que ver que esos gringos con la pletórica oposición venezolana se la saben toda que, nos bloquean con medidas "draconianas" y después, nos resguardan con su ayuda humanitaria, es decir, que son más justos que pecadores, gracias a Guaidó, nuestro joven mandón, que está más claro como la luna llena de Chávez con Maduro.
¡Ay mamá! Dice la vecina que hasta una vaca lechera vendrá, pero en pintura y, huevos mamá, más grandes porque son de avestruces, y sabe otra cosa mamá, y es que, los gringos no quieren que las venezolanas sigan pariendo muchachos chavistas y, por eso nos mandan también, cajas de condones picantes. Así que en lo adelante se acabará la Chamba Juvenil y lo que viene es Chamba Guaidó que, por lo que dijo Guaidó en Fedecamaras, vienen las cien mentiras más importantes de Trump por tuiter para llenarnos el buche más rápido -¿entiendes mamá? Claro hija. Eso es para tener más apetito y tragarnos la ayuda que barriga llena corazón contento y, qué Maduro, ni qué Maduro. ¡Ay mamá, quién te viera más gordita a lo Guaidó! Cállate muchacha y no exijas más.
Pero, dice la gente de la oposición en el poder que se la sabe toda y, es que, también vienen unas bolas de coca colombiana para dormir con la boca llena que las llaman, las quita frío y escupe para allá -¡Ay, mamá! Qué suerte la nuestra, viviendo y comiendo como en Nueva York, ¡ay sí mami! ¿Y no vendrá un abriguito, hija? Ahora que recuerdo mamá, viene un oso peluche de Canadá, para las viejas y viejos de la oposición sueñen sin masturbarse de miedo y engorden pensando a futuro.
¿Y, qué más viene hija mía? ¡Báñame de alegría a ver si rejuvenezco de tanta rabia y odio acumulado! Que cuando veo a Diosdado por tv me lo quiero comer vivo del mal de rabias que le tengo. Ahora que me acuerdo mamá: viene una biblia con la oración santa que que no hay mejores santos que los gringos que, luchan por la paz de la humanidad a calzón quitado y por la abundancia de comida y medicinas más que todo para nuestra oposición a ver si aprenden -dicen los Trumphanes- a respetar el prójimo que hace tiempo que perdimos el control y queremos imponer todo a como nos dé la gana y, por eso andamos como andamos mamá, tirándole palos a la piñata y no le damos y más ahora que Trump les prestó el palo para que den el golpe y, por allá jumea.
Ay, mami qué sería de nosotras dos sin la oposición y sin un presidente como el que nos cayó del cielo como Guaidó, sí hija es verdad, por lo que de ahora en adelante -dicen ellos- tendremos más fuerza popular y Trump será recordado por los siglos de los siglos más que JC como el mejor presidente del mundo y, ¿gracias a quién mami?, a Guaidó, hija.