Pasamos la mayor parte de nuestra existencia entre dualidades opuestas, por ejemplo, entre el nacimiento y la muerte, entre vivir y morir, entre el bien y el mal, entre absolutismo y libertad, entre luz y oscuridad y entre la verdad y la mentira. Respecto esta última escribió Sófocles: "Una mentira nunca vive para llegar a vieja", Antón Chejov expresó: "Los hipócritas pretenden ser palomas, políticos literarios, águilas…Pero no se deje engañar por su apariencia, no son águilas, son ratas". O lo que afirmó Alfred Nobel "…en segundo lugar la agricultura, la farsa es la industria más grande de nuestra época". Como se nota, a pesar de ser hombres de tiempos distantes al actual es notorio que sus reflexiones mantienen vigencia en el siglo XXI.
La lucha entre la verdad y la mentira es permanente, es el enfrentamiento entre los portadores del estandarte de la honestidad contra los que enarbolan la falsedad como una forma para conquistar y cautivar incautos. Ciertamente, la mentira es una industria y de esto conoce mucho la publicidad, que por lo general vende ficciones a diestra y siniestra; sin dejar de lado a su mejor aliada que es la televisión, que juntas logran amansar grandes fortunas ofreciéndoles a los usuarios un mundo de quimeras que solo tienen eco entre una masa de ignorantes.
Ciertamente no es fácil llegar a la verdad, inclusive soy de los que piensa que esta es relativa, pero lo que si es cierto que en muchos casos no es nada difícil comprobar una mentira y mucho más sencillo, detectar el mentiroso.
En el mejor de los casos o por suerte, para descubrir una verdad es fácil recurrir a ciertas fuentes, aquellas que nos permitirá comprobar si una afirmación es auténtica o no. En el caso de la ciencia es muy difícil, aunque no imposible, mentir. Para desbaratar una mentira, a esta le basta con recurrir a ciertas leyes o teorías que harían quedar mal a cualquier improvisado. Con respecto a lo que está sucediendo en Venezuela, ante los abusos de los medios de comunicación internacional y en la boca de una veintena de presidentes vasallos del imperio, para desmotar sus mentiras es fácil apelar al surtidor que derrama y esparce las verdades que demuestra las falsedades de aquellos mentirosos. Este manantial se llama "Constitución de la República Bolivariana de Venezuela".
El "cartel de Lima", aupado por el canalla Donald Trump, justifica la autoproclamación del vendepatria Guaidó e ilegítima al presidente MM utilizando aciagas mentiras. Desconozco si esos injerencistas sur y norteamericanos, tanto los europeos conocen lo que es una Asamblea Constituyente, en caso contrario deberían investigar y en especial la que se refiere a nuestro país. Aquellos mentirosos ignoran que el pueblo de Venezuela es el depositario del poder constituyente originario (art. 347) y además que el presidente de la republica puede tomar la iniciativa de convocar la Asamblea Nacional Constituyente (art. 348); además, los poderes constituidos no podrán en forma alguna impedir las decisiones de la Asamblea Nacional Constituyente (art. 349). Quiere decir que la convocatoria a las elecciones para el 20/05/2018 tiene todos los visos del legalidad, sin que nadie y muchos menos los injerencistas, con apetito petrolero, la pueden objetar.
El "cartel de Lima", el canalla Donald Trump y los representantes de las viejas monarquías europeas acusan hasta desgañitarse, frente a las cámaras de televisión de la prensa comprometida, de dictadura al gobierno de Venezuela y de dictador a MM. Qué dictadura tan rara donde todos los partidos tienen presencia activa en la vida política del país; donde sus militantes marchan, desde hace veinte años, por las calles de Caracas y las de las provincias, sin ninguna restricción que las contempladas en la ley; que los programas de tv hablan mal del gobierno hasta cansarse; que hasta ahora no se ha cerrado ningún periódico y ningún programa de tv; que el traidor Guaidó se autoproclamó presidente en una lugar público y todavía camina por las calles sin problema alguno. Contrariamente al señor Puigdemont, expresidente de la Generalitat de Cataluña quien hoy por hoy se encuentra asilado ante el temor de ser encarcelado en España.
Pero el acorralamiento del "cartel de Lima", del canalla Donald Trump y de los viejos imperios europeos contra Venezuela no para. Aquellos voceros repiten mentiras tras mentiras en diversos escenarios y frente a la tv. Después de aplicar cruentas e inhumanas sanciones económicas y boicot financiero, amparados en una supuesta "ayuda humanitaria", intentan invadir militarmente nuestro territorio. ¿Cómo no va haber crisis en el país si ellos mismo las indujeron cerrándole al gobierno venezolano los créditos internacionales y negándoles la posibilidad de realizar transiciones financieras en la banca internacional?
Los petrófagos norteamericanos y europeos acusan al gobierno del presidente MM de antidemocrático, pero aquellos "adalides de la democracia" son unos verdaderos piratas internacionales que secuestran de manera descarada propiedades del pueblo venezolano, como es el oro y el dinero depositados en sus bancos con la finalidad de darle el mismo tratamiento que hicieron con la riqueza de Libia, es decir, robársela. Además, pretenden apoderarse de Citgo, una empresa venezolana, refinadora de petróleo y comercializadora de gasolina, de manera similar a genuinos mafiosos que desvalijan y luego se reparten el botín. Esos que denuncian falta de democracia en Venezuela infringen y violan impúdicamente convenios y tratados internacionales, violan el derecho internacional con el único objetivo de saquear las riquezas de nuestro país.
Como no encuentran asidero para justificar el golpe de estado en cierne los voceros del "cartel de Lima", el canalla Donald y los viejos imperios europeos se buscaron un títere sin cerebro, el traidor Guaidó, para instalarlo en una presidencia ilegal y "enaltecer" al hombre que les facilitará el robo del país. Alegan vacío de poder, para esto apelan al artículo 233 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, es decir la falta absoluta del Presidente de la República. Evidentemente, ninguno de esos hipócritas y mentirosos se leyeron el párrafo y si lo hicieron parece que no lo entendieron o la traducción al inglés, francés y alemán fue errónea. Resulta que MM no está muerto, no renunció, tampoco fue destituido por el TSJ, ni mucho menos está loco y por lo tanto los alegatos de esa pandilla de sinvergüenzas es una falacia, solamente para amparar un acto inconstitucional y criminal. Parece que un sector muy pequeño de la comunidad internacional utiliza un derecho que nadie les otorgó para tratar de imponer un presidente mequetrefe. Es decir, ensayan "rescatar la constitución" violándola cínicamente, además vulnerando la Carta de las Naciones Unidas.
Ciertamente, la situación del país es delicada, pero también lo es la de la comunidad internacional. Parece ser que a partir de ahora es posible que una veintena de gobernantes de diversos países con aspiraciones económicas se puede conjurar para desconocer e ilegitimar los gobiernos de otras naciones. De inmediato puede hacer uso de las mismas prácticas de los viejos piratas para apoderarse de los bienes extranjeros. Los tratados y los conciertos internacionales dejaron de tener vigencia y la ley de la selva surge como un nuevo modelo de "cooperación" entre gobiernos mafiosos. Para esto basta buscar un títere sin cerebro como Guaidó, presto a cometer el saqueo y los hurtos de los bienes de un país y así colocarlo en la presidencia. No es posible que una veintena de gobernantes desfachatados decidan sobre el futuro de los 194 países repartidos en toda la geografía el planeta. Entonces ¿por qué la ONU permite la ilegalidad del despojo de riquezas de las otras naciones?
"La libertad del Nuevo Mundo es la esperanza del Universo", palabras del general Simón en una proclama dirigida al ejército del Perú. Lastimosamente el sinvergüenza de Guaidó piensa y actúa como un vil vasallo. No se puede constituir un mundo sobre la base de mentira y del robo. Lee que algo queda.