Mi palabra

El show político en Cúcuta

"Sueña con un mundo de amor y paz,

y lo haremos realidad"

John Lennon

La oposición venezolana, cada día le da la razón al jodedor que salió a la calle con la expresión: ¡Chávez los tiene locos! Porque parece que no han podido salir del trauma producido por la pérdida del poder con el Comandante. Han montado cuanta trampa se les ocurre para ver si recuperan la confianza en el pueblo, y en cada movimiento pierden el chivo, y el mecate. No pudieron con Chávez, y ahora se encontraron una verdadera piedra en el camino: Nicolás Maduro. Son tantos los tropiezos, que no les queda otra, si no largar la toalla, y presentarse directamente al amo: Donald Trump, con el rostro cabizbajo, para entregar la tarea totalmente en blanco, con las tablas en la cabeza, al sentirse incompetentes, y además los antecedentes son muy negativos al haber sido gobierno por más de 40 años, con más penas que glorias, y una corrupción desbordada, y sin corruptos; todos se marchaban para Miami –florida– ¡Ta´ barato dame dos!

Todos los intentos para tratar de asaltar el poder, se convierten en saltos al vacío. Ahora presentaron un show musical (Made in Usa) el cual ni siquiera lo disfrazaron porque lo ofrecieron con las siglas en inglés (Venezuela Aid Live) la mejor prueba de la injerencia; acompañado de una tal ayuda humanitaria, tan devaluada, como el mismo presidente anfitrión, que ni la misma Cruz roja, se quiso hacer cargo de una carga más engañosa, que un saludo de alcabala. Muchos de los artistas en escena, están más quemados, que las sabanas de los llanos venezolanos en esta época del año. Entre los cantantes venezolanos, la mayoría de ellos, viven en los Estados Unidos, y en la época de AD y COPEY a ninguno se le ocurrió protestar por los muertos, atropellos, y una corrupción a la vista de todo el mundo, con sus barraganas incluidas.

El show político, tuvo a Cúcuta la capital del Norte Santander, como el centro de la provocación, aunque el sitio exacto es la misma raya de la frontera. Todo orquestada desde Washington por el desquiciado multimillonario: Donald Trump, y a la vez organizado por otro multimillonario británico: Richard Branson, como muestra que todo el poder gira a través de los verdolagas; hasta las entradas tenían un valor de 60 dólares, y la música al final era un medio para publicitar todas las malas intenciones del gobierno estadounidense, camuflado a través de la tal "ayuda" humanitaria; paradójicamente en una ciudad, donde las estadísticas de pobreza asombran, pero no sensibilizan a las autoridades, porque están cumpliendo con una tarea encomendada por el imperialismo: atacar a Venezuela, y precisamente desde esa ciudad, la tarea les parece más fácil, por las condiciones geográficas, más el papel de títere del Presidente Iván Duque, quien parece haber salido electo para cumplir una sola misión: las ordenes de Donald Trump, en el intento por apoderarse de las riquezas naturales de Venezuela.

Los medios de comunicación al servicio del imperialismo, hablan de más de 35 artistas en escenas, pero algunos de ellos se agarraron el espectáculo para montar su show aparte, como lo hizo Miguel Bose, que no canta, pero si habla pendejadas al por mayor, a quien un echador de bromas lo dejó mal parado a través de Twitter, porque apenas llegó a la ciudad de Cúcuta, se desbocó con algunas palabras, donde dejaba ver su ignorancia de la realidad en la cual se encontraba: "Maduro, tiene que largarse; mira, como está la miseria por todos lados, esto se acabó" y el que estaba al lado, le dijo muy callado para no desconcertarlo, porque estaba próximo su turno para actuar: "Esto no es Venezuela, esto es Colombia".

Esa es la gran verdad, escondida en medio de un show publicitario sobre una montaña de dinero. Apenas se entra a Colombia, a través del puente "Simón Bolívar" se vive un drama de los habitantes santandereanos, el papel de "bachacos"; van y vienen, incluso atravesando el rio (pamplonita) para evadir a las autoridades. ¿Quién necesita la ayuda humanitaria? Nadie puede negar la grave situación de nuestro país, pero ¿Quién ha contribuido a ella? En primer lugar el gobierno estadounidense, y por la otra parte su colaborador más inmediato: Iván Duque, al permitir el contrabando de extracción, empezando por la gasolina, y todas las trabas en la disparidad cambiaria de la moneda, para aniquilar nuestra economía. El show termina, pero la miseria sigue en el hermano pueblo colombiano. Por eso, hoy más que nunca, la consigna es ¡Para la guerra nada! La paz es la vida de los pueblos.

Narciso Torrealba narciso_t_29@hotmail.com



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Narciso Torrealba


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