La geopolítica de Estados Unidos y sus ataques a la revolución bolivariana

Cuando analizamos la geopolítica de Estados Unidos en América Latina, específicamente, la dinámica de sus relaciones con Venezuela en los últimos 20 años, vemos el desarrollo de unas relaciones altamente conflictivas.

Cabe recordar, que Estados Unidos ha jugado un papel determinante en la historia económica y política venezolana. Siempre ha tenido algún tipo de influencia. Su motivación por controlar el suministro petrolero y minero nacional ha estado vinculado a los grandes intereses de sus compañías transnacionales, por lo tanto hemos sido tratados como algo prioritario para esa nación.

No obstante, desde el gobierno de Hugo Chávez Frías hasta la fecha, específicamente, a partir de abril del año 2002, cuando el gobierno venezolano acusara al estadounidense de participar en el golpe de Estado del 11 de abril, las relaciones entre ambos países se han caracterizado por ser conflictiva.

Para blindarse contra posibles conflictos en el futuro, Hugo Chávez comenzó a diseñar una agenda de expansión de las relaciones internacionales. Llevó a la práctica una agenda de búsqueda de nuevas alianzas y relaciones armoniosas con otros países distintos a Estados Unidos en la región, impulsando una política exterior no tradicional.

Hoy, a finales de 2019, esa política exterior contrasta con la realidad hostil impulsada por países de la región dominados por gobiernos de derecha como Colombia, Perú, Argentina, Brasil y Ecuador, que han impulsado conflictos de mediana intensidad, que incluso han llegado hasta la hostilidad política del retiro de embajadores.

Pero más allá de algunos grupos de intereses político de derecha, de organismos como la OEA, las manipulaciones de Estados Unidos en la ONU, Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, así como su bloqueo financiero y sanciones unilaterales coercitivas, es un hecho público, notorio y comunicacional que Venezuela no está aislada como lo hacen ver los enemigos de la revolución a nivel nacional e internacional. Que Venezuela no es una economía autárquica, aislada del resto del comercio internacional como lo ha pretendido que sea el Imperio Yanqui, que ahora vive persiguiendo a cualquier país, compañía, persona que transe con Venezuela y les ponen fuertes sanciones, porque el gobierno de Maduro ni su pueblo han decidido ponérseles de rodillas a ese Imperio hostil.

RACIONALIDAD IMPERIAL Y EL ORDEN ECONÓMICO MUNDIAL

Es por lo anterior, que para iniciar cualquier debate en materia geopolítica en sus distintas dimensiones, evaluar lo que ha ocurrido y prever los escenarios futuros de Venezuela en el contexto global, ES NECESARIO COMPRENDER LA RACIONALIDAD DE LOS PAÍSES VINCULADOS A NUESTRA ECONOMÍA Y LA POLÍTICA EXTERIOR. Que es una racionalidad que gira en torno a las decisiones dentro del contexto de recursos disponibles a nivel mundial, y de la capacidad de maniobra o dominio sobre la gobernabilidad de esos recursos en relación con la política de garantía de un suministro seguro para desarrollar el potencial industrial como nación.

COMO VEMOS ES UN TEMA DE INTERESES NACIONALES. Pero en el caso de nuestro país, estamos hablando de intereses de grandes potencias industriales, militares, financieras, agrícolas, monetarias, tecnológicas, etc. Estamos hablando que HAY UN ORDEN ECONÓMICO MUNDIAL; pero que en los últimos años, ha venido sufriendo grandes transformaciones que afectan directamente los intereses de los Estados Unidos como potencia mundial, donde Venezuela sigue siendo un PAÍS DEPENDIENTE, más allá de sus potencialidades en riquezas naturales, biodiversidad, materiales exquisitos, tierras raras, etc. con todo lo necesario para la industria moderna actual.

Somos un país estratégico no sólo para las grandes transnacionales energéticas, sino para los grandes países consumidores de energía entre ellas ESTADOS UNIDOS, CHINA, JAPÓN, INDIA y algunos países europeos.

VENEZUELA EN EL OJO DEL HURACÁN IMPERIAL

Es por lo anterior, que no dejamos de estar en las primeras planas de los medios de comunicación internacional. Porque dentro de los planes de las grandes potencias industriales seguimos siendo una pieza importante en el tablero de ajedrez de la geopolítica internacional.

No obstante, la lucha actual de nuestro pueblo sigue en torno a la liberación de esa alianza perniciosa para el desarrollo nacional que ha representado Estados Unidos y sus compañías transnacionales, que realmente han sido las más beneficiadas en los últimos años. Donde nos cansamos de suscribir acuerdos que no permitieron desarrollarnos, que nos amarraron a un modelo impuesto desde el Norte. Que nos saquearon, nos mantuvieron como un enclave por muchos años y sobre todo, dominaron el sistema político, económico y militar del país.

Pero fue algo que duró hasta que Hugo Chávez le despertó los ojos al pueblo venezolano y al mundo de lo que estaba pasando aquí. Y asumió con fortaleza e hidalguía en primer lugar la denuncia internacional y trazó una estrategia de liberación de los tentáculos que nos ataron y aún siguen atándonos a ese dominio imperial.

En revolución decidimos ser libres, antiimperialistas y sobre todo, comenzar a dejar de ser parte de la agenda geopolítica de otros países, y trazar nuestra propia agenda, buscando mecanismo de liberación, y lo encontramos en países como Rusia, China, India, en El Caribe y América Latina. Gracias a Chávez y sus recorridos, el mundo se enteró que Venezuela existe, que queremos ser libres, con plena independencia política y económica. Y en esa agenda se trazaron nuevas estrategias comercio-petrolero con China, por allá en el año 2005, porque veíamos que llegaría a ser la primera potencia económica mundial, como así lo alcanzó en el 2014.

Y es por eso que Chávez diseñó el Plan Siembra Petrolera y firmó alianzas con más de 17 países incluyendo China. Recibimos préstamos para desarrollar la Faja Petrolífera, para aumentar la capacidad instalada de producción y exportación petrolera y gasífera, que era un hidrocarburo destinado para garantizarle a China y a otros países aliados un suministro energético seguro.

ESTADOS UNIDOS HA SABOTEADO LA GEOPOLÍTICA CHINA-VENEZUELA

Pero esas estrategias China-Venezolana no les interesaba a los Estados Unidos, porque afectaban su geopolítica en la región. Y comenzaron a atacarnos con mucha fuerza a partir de marzo de 2015, iniciando con el Decreto de Obama, a pocos meses que el mundo se enteró que China pasó a ser la primera potencia económica mundial. Y comenzó la guerra económica contra China y su principal aliado energético en América Latina que era Venezuela.

Hostilidad que se ha intensificado durante el gobierno de Trump con sus bloqueos y sanciones contra nuestra economía, nuestra industria petrolera y nuestra revolución. Es una batalla dura, es VENEZUELA EN EL OJO DEL HURACÁN GEOPOLÍTICO MUNDIAL, y así hay que entender lo que está pasando en nuestro país.



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Andrés Giussepe

Doctor en Gerencia, Especialista en Política y Comercio Petrolero Internacional y Economista de la Universidad Central de Venezuela. Secretario Nacional del Movimiento Profesionales de Venezuela.

 agiussepe@gmail.com

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