En la penúltima entrega redactada a ésta, hice una muy breve referencia al dolor que sentimos los bolivarianos ante la represión que el criminal gobierno de Iván Duque propina a la legítima protesta del oprimido y hermano pueblo colombiano. Pero ante tamaña injusticia social y un Estado Fallido como en el que hay en el vecino país, no podemos esperar lo menos.
Indudablemente, tomé una decisión de oxigenar las ideas, a fin de poder tener un poco de más lucidez ante los planteamientos creo debo formular a una gran cantidad de personas que siguen mis modestos aportes. Las mismas me han advertido de cierto agotamiento y por eso atendiendo a su recomendación, es que hice un pequeño alto en el camino.
Una de esas personas, me había indicado que no le gustaba lo que estaba sucediendo en Colombia, debido a que debido a la complejidad de la situación que está viviendo Venezuela, una producto del bloqueo y asedio que se vive; otra por las omisiones de algunos funcionarios y funcionarias de nuestro gobierno que no han atendido los reclamos de nuestro pueblo; otra por la regresión de ciertos logros y conquistas obtenidas durante la gestión del Comandante Inolvidable, este cóctel de cosas son las que no tienen en la realidad que hoy vivimos, y que algunos y algunas por su poca comprensión, podrían prestarse para algunas acciones destinadas a desestabilizar y caotizar nuestro país.
Indudablemente en las últimas horas, en la agenda político mediática ha privado el diálogo que podría darse entre el presidente Nicolás Maduro y Juan Guaidó, como elemento que podría contribuir a aliviar un tanto los graves problemas que vive el país. Pero no es menos cierto también que mucho de lo que en los medios sale forma parte de un constructo que oculta las verdaderas intenciones de los actores políticos y de las disputas que se están dando en estos momentos no sólo en Venezuela sino a escala planetaria.
Parte de las negociaciones a las que debe llegar Guaidó con el presidente Maduro versan por la reciente crisis energética que afecta a EEUU con la gasolina. Si bien la novel administración Biden sigue reconociendo a Guaidó como supuesto presidente interino, no obstante, sus derrotas en sus intenciones por derrocar al presidente Nicolás Maduro ha conllevado a que la actual administración estadounidense, a fin de poder paliar en algo su crisis, deba tender puentes con el gobierno del presidente Maduro.
De esto esperamos poder referirnos oportunamente en próximas entregas de esta columna.
No obstante, en algunos debates que he participado a través de redes sociales digitales y plataformas tecnológicas, recordé un episodio de la famosa serie estadounidense "South Park", en la que esta gente en EEUU podríamos considerarlos como los campeones del doble discurso: Unos que propugnan salidas políticas y negociadas, de ahí que se hable de "palomas"; otros que apuestan a las salidas violentas, definidos como "halcones".
Lo cierto del caso, es que, pese a todo este estado de cosas, mientras exista imperialismo, las amenazas contra la República Bolivariana de Venezuela no cesarán.
El gobierno de Colombia que sería igual si nos refiriéramos al de EEUU o a sus lobbys de poderosos grupos de poder mas bien, ante la situación difícil en la que se encuentra, requiere con urgencia incendiar las calles en Venezuela o conmocionar nuestro país como fórmula de aliviadero distractor para salir o amortiguar el impacto social y político del paro indefinido que viene desarrollándose en el vecino país de nuestra parte occidental. Es en este sentido, que debemos activar al máximo la inteligencia cívico militar y elevar y concretar al máximo la máxima filosófica de la unión cívico militar policial haciéndola palpable y concreta, para neutralizar las amenazas que desde el gobierno de Colombia y los propios gringos que son los que mandan en definitiva, no se esperaban ni previeron el impacto del empuje que actualmente está teniendo el pueblo de Antonio Nariño y Jorge Eliécer Gaitán con este paro. De ahí que la extrema derecha fascista y retrógrada tratará de "exportar" la crisis colombiana a nuestro país.
De ahí la convocatoria de calle que estos sectores están realizando para el próximo sábado 15 de mayo de 2021, para reeditar la situación de Colombia, y esta si tendría toda la cobertura mediática que contrasta con la censura y los asesinatos que efectivos de la fuerza pública cometen en estos momentos en contra del pueblo colombiano.
Sin duda la diferencia entre una manifestación como lo que ocurre en Colombia y la que podría ocurrir en Venezuela versa de que en Colombia si está en rebelión el pueblo y los sectores oprimidos de una sociedad profundamente clasista y excluyente; en el caso venezolano, sería la burguesía la que fundamentalmente buscaría capitalizar un eventual cambio de régimen y de instaurar un gobierno plegado a los intereses hegemónicos de EEUU. En Colombia su gobierno nacional reprime y asesina a sus ciudadanos frente al descaro de instancias como la OEA y la Oficina de la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos dirigida por Michelle Bachelet, que se hacen de la vista gorda ante lo que en el vecino país sucede; pero que si harán todo el escándalo ante el sobredimensionamiento de actos vandálicos que grupos facinerosos y terroristas tratarían de hacer para derrocar al gobierno constitucional y legítimo de Nicolás Maduro en Venezuela.
Y, sobre todo, porque el Gobierno Bolivariano no saldría a reprimir al pueblo, cosa que se cansaron de hacer gobiernos de la IV República en otros tiempos vividos en nuestro país.
Desde el día 28 de abril las cosas han entrado en una tensa calma. Desde que en Colombia el pueblo se lanzó a las calles, Venezuela sigue su marcha y se ha designado a un CNE con varios tiros en el ala, con ribetes de pluralismo muy peligrosos dándole cabida a una ultraderecha que no va desperdiciar momento para derrocar al gobierno enmascarado detrás de la legalidad constitucional y más negociaciones que se hacen de espaldas del pueblo. Fíjense que en este desde el 28 de abril hasta ahora La Banda "El Coqui" entró en calma cuando cada 2 días andaba desde la zona oeste de la autopista lanzando varios ataques y mudando su teatro de operaciones hacia el barrio La Vega. Igualmente, en Apure (hasta donde sabemos) los combates han cesado. Esto nos da a entender de cómo se evidencia que el gobierno Colombia tienes sus garras metidas en nuestro país pretendiendo exportar su guerra a estas tierras de paz... Esta tensa calma de seguro se romperá en cualquier momento.
Pese a los diálogos que se dan, y que forman parte de la dinámica humana, debemos hacer como siempre lo ha señalado Ernesto "Ché" Guevara: "No podemos confiar tantico así del imperialismo, nada".
Y sobre todo con los antecedentes de varios sectores dentro de las oposiciones venezolanas que tenemos, que no tienen palabra, irrespetan los acuerdos y gustan de dar patadas a la mesa.
Sin embargo, debemos apostar a las soluciones políticas, electorales y negociadas sin ceder en principios indispensables y que preserven el socialismo adecuado a las nuevas circunstancias y realidades que vivimos, y sin dejar de estar alertas ante posibles agresiones que puedan tratar de hacernos, aprovechándose de nuestra siempre disposición al diálogo y buena fe.
Esas deben ser nuestras premisas en la actual coyuntura que nos toca vivir
¡Bolívar y Chávez Viven! ¡Y sus luchas y la Patria que nos legaron siguen!
¡Independencia y Patria Socialista!
¡Viviremos y Venceremos!