El señor Federico Alves publicó un artículo de opinión en el periódico “El Diario de Yaracuy”, el día miércoles, 12 de diciembre, próximo pasado, página Opinión-06, titulado: “Baduel: Socialismo no-marxista y sin lucha de clases”. El texto, lógico formal, trata de demostrar que no es necesario ni el marxismo ni llegar a un enfrentamiento de clases y que “…como proveedores del imperio no solo se vive mejor, se vive muchísimo mejor…”(Idem). Para demostrar su tesis, el autor se sustenta en una relación a tres: los proletariados, la clase media y los importadores: “…se encontrará que los redentores del proletariado no pueden perseguir a los productores o la burguesía importadora, sino tratarlos con cariño, porque simplemente el modelo económico hace que el 100 por ciento del ingreso que pasa por el pueblo debe ser luego entregado a éstos dos grupos (productores y burguesía importadora, aclaratoria nuestra) para que los transformen en bienes y servicios concretos…” (Ibidem). Inteligentemente, demuestra, según sus tesis ideológicas, que “…poner en vigor la lucha de clases en una economía de enclave, donde se importa el 95 por ciento del consumo, es cuchillo para el pescuezo de los revolucionarios…”(Idem). Además, continua: “…en este país, si el gobierno decide destinar mas ingreso a los pobres, como lo hizo Chávez, entonces su único y mejor aliado son los productores y la burguesía importadora, porque esas dos capas sociales (se refiere a los productores y la burguesía importadora) son las que permiten que ese dinero transferido, regalado, a los pobres tenga poder de compra…” Por ello, “…al aplicar la lucha de clases, el gobierno se dispara un tiro en el zapato, porque los excluidos no encuentran como usar los vastos recursos puestos a su disposición (de los excluidos)…[Es una] paradoja de la economía venezolana, y resulta increíble que Chávez piense que Marx es aplicable a un país que solo consume la “plusvalía del imperio” y no genera valor internamente salvo en cantidades marginales…”(Ibidem). Considera que la redistribución “eficiente” del ingreso petrolero al “pueblo” sobre la base necesaria del concurso y participación obligada de las “clases medias y altas” está relacionada con el éxito de la revolución porque la clase media “exige…para no irse del país, es que se mantenga la civilización, y el chavismo es incompatible con la civilización…y el pueblo…es socio de ella (la clase media) en lo único que define el ser nacional: vender petróleo para importar civilización…”(Ibidem).
Debemos darle las gracias al redactor de esta pieza política por “darnos luces” donde se encuentra la “civilización” y enseñarnos cómo alcanzarla gracias a la “venta del petróleo” al “imperio del Norte” aunque el escritor no nos lo aclara con palabras precisas. No necesitamos desarrollar la economía ya que tenemos la “plusvalía imperial” que nos llega con la “cultura de Bush” y la civilización anglosajona. Además nos enseña, algo que, según Federico Alves, “…Chávez no tiene las herramientas intelectuales…”(Idem) de como logramos ese “paraíso terrenal” en nuestra Patria; en contrario, es muy sencillo, con la “platica” que el Soberano tiene a su disposición gracias a que son los “legítimos dueños” (Alves dixit) de los ingresos petroleros, se la debemos dar a las “clases medias y altas”, es decir, a los productores, ¿la Polar, entre otras? y la “burguesía importadora” (quienes fijan los precios para el comercio y, por ende, al consumidor ¿Qué pasa INDECU?) para obtener los “bienes de consumo masivo”, la “cultural en dependencia” y la “subordinación criolla al Imperio”. La aclaratoria de Alves es que el sector social que no “tiene claro” como alcanzar la “felicidad imperial”, es el pueblo, porque las clases medias y altas de la sociedad venezolana están adscritas al “proyecto Bush-Aznar”: “paraíso civilizado y civilizador y/o el Fin de la Historia” y a la “cultura de Wendy y Macdonalds”. En ese marco ideológico, Federico Alves tiene razón: ¡para que necesitamos la lucha de clases! Si la alienación es la “piedra angular” de la felicidad capitalista. En este orden de ideas, nos permitiría el señor Alves aclarar algunos datos históricos y de carácter ideológicos que consideramos interesantes en el marco de la “lucha de clases”. La verdad que quien imprimió la frase y calificó el concepto: “lucha de clases”, solo nos hizo notar que era algo común, casi natural, en la Historia de la Civilización de éste, nuestro mundo. Nos recordamos que Espartaco, aquel guerrero de tiempos romanos, se levantó contra el “poder constituido”; debe haber sido muy importante ese levantamiento de clases que hasta Holliwood filmó una película sobre ese personaje histórico. Por demás estar decir que el caballero “Robin Hood”, ficticio o real, fue motivo de algún escritor de esos tiempos para manifestar sus protestas por los “abusos impositivos” de los “sangre azul”. La Revolución Francesa es la más clara manifestación de lucha de clases; otro ejemplo podría ser el texto de Isaac Berlin, titulado “Los Rusos”. El “Sermón de la Montaña” de Aquel que vamos a recordar por estos días con aquel mensaje nada conciliador con los ricos y adinerados de aquellos parajes. Pero vayamos un poco más allá. La expresión del significado de “lucha de clases”, señor Alves, usted podría verla en un simple detalle. El trabajo de algún Kennedy, apoyado por CITGO, para entregar, con precios “solidarios” y hasta donado, el fuel-oil a comunidades “negras” o como ahora ellas mismas se han denominado: “afro-americanas” de los “barrios pobres” de las ciudades mas “capitalistas” de aquel “centro de la civilización” al que usted manifiesta su adhesión. ¡que broma con Hugo Rafael! con razón Bush al grito de ¡Dios salve al Imperio! le ruega a Chávez: “no me sigas echando vainas, Hugo! Gracias al Todopoderoso que bendice al Imperio (que no debe ser el nuestro), el Congreso de la Civilización acaba de aprobar “mas” fondos para continuar “mi guerrita” (Bush dixit). Es decir, mas “plusvalía del imperio” para los “pendejos”.
delpozo14@gmail.com