La historia negra de las aguas negras, coca cola. (ParteVI)

Cuarta etapa: Coca-cola en el frente de guerra.

Los países aliados estaban desesperados y querían a los gringos de su lado, con su dinero y su ayuda para combatir a Hitler y sus fuerzas alemanas, con el bombardeo de Japón sobre las islas norteamericanas

Pearl Harbor en 1941, no sólo ayudó a que Estados-Unidos entrara a la II Guerra Mundial y con ello saliera de la depresión iniciada en 1929 mediante la reactivación de la economía basada en el crecimiento de la industria militar, sino que fue el momento clave para que la transnacional Coca-Cola llegara hasta los rincones más insospechados, hasta el soldado más retirado en cualquier frente de guerra. El presidente de la Compañía Coca-Cola, Robert Woodruff, "El Jefe", decide lanzar entonces una campaña patriótica y comercial para la marca: "Procuraremos que todos los hombres de uniforme reciban una botella de Coca-Cola dondequiera que estén y cualquiera que sea el coste para nuestra compañía". De esta forma Coca-Cola pone en marcha el plan más ambicioso con el fin de construir plantas embotelladoras que abastecieran al ejército de los Estados Unidos. Entre los militares, el personal de la empresa era conocido como los "Coroneles de Coca-Cola", ya que usaban ropa militar y tenían rango militar de acuerdo a su categoría dentro de la empresa.

Así, Coca-Cola desplazó a su personal, todos los frentes de batalla. Desde Nueva Guinea al Mediterráneo, la compañía siguió a los soldados norteamericanos a través de todos los continentes, excepto la Antártida, suministrándoles más de 10.000.000 de botellas e instalando 64fábricas. Los gastos de montaje iban por cuenta del gobierno. Coca-Cola desplegó un contingente de 248 hombres por todo el mundo. Los técnicos que instalaban las fábricas tras las líneas de avanzada eran considerados tan imprescindibles como los mecánicos que reparaban los carros de combate o los aviones. En 1941, un inspector de Sanidad del Ejército rogó a sus superiores que enviaran Coca-Cola para sus soldados, ya que consideraba la falta de la bebida como la mayor calamidad que sufría la tropa. Parece exagerado, pero no. Tampoco un francés vive fuera sin su vino, un mexicano sin su tequila, un indígena chiapaneco sin su posh, un uruguayo sin su mate, un boliviano sin su chicha, un ruso sin su vodka o un escocés sin su whisky. Así, un soldado gringo sin su coca cola. De hecho, entre las cartas de los soldados norteamericanos en el frente de guerra se narran cosas increíbles. Por ejemplo: "...Hoy es un día especial. Todos recibimos en la compañía una botella de Coca-Cola. Esto puede no parecer demasiado importante, pero si hubieras visto a todos esos individuos que han estado más de veinte meses navegando apretar contra su pecho la botella, correr hacia su tienda de campaña... y quedarse mirándola... no sabían que hacer. Nadie había bebido su Coca-Cola todavía, porque después de que lo hicieran todo habría acabado, todo habría pasado (...)”. (Soldado Dave Edwards, en una carta a su hermano. Italia, 1944).

Otro escribió: "... Si alguien nos preguntara por qué combatimos, creo que la mitad de nosotros contestarían: por el derecho de comprar Coca-Cola en paz." (Soldado Tim Dorsey, en carta dirigida a la compañía. Francia, Julio 1944. En el mismo año, otra carta decía "... pensaréis que vuestro hijo ha tenido la cabeza demasiado tiempo al sol, pero hace dos días caminamos 16 km. Para comprar un cajón de Coca-Cola y luego lo cargamos otros 16 km, para regresar a la compañía. Jamás podríais imaginar lo bien que sabía.,." (Soldado Allan Davidson, a sus padres, Normandía, 1944. $in embargo, para algunos historiadores de la marca, el verdadero adicto a Coca-Cola era Ike Eisenhower, que además de llegar a ser presidente de su país, también fue presidente de una planta embotelladora de Coca-Cola. Un camino parecido al que siguió el actual presidente mexicano, Vicente Fox.

En 1941 Coca-Cola crea su refresco Sprite. Un año después, cuando la guerra se agudiza, la Coca-Cola se deja de importar en Alemania. Los empresarios alemanes dueños de las embotelladoras, entre ellos Max Schmeling, campeón mundial de boxeo, tuvieron que ver la forma para mantener sus fábricas en marcha. Luego de mil vueltas inventaron un nuevo refresco que hoy conocemos como Fanta, nacida bajo régimen nazi. En territorio nazi, en plena batalla y siendo Coca-Cola una marca "non grata", los embotelladores se atrevían a incluir la frase "es un producto de Coca-Cola Gmbh" en las etiquetas, ya que así disponían de cierta garantía de calidad de cara al consumidor nacional.

Pero Coca-Cola no dejó de aumentar sus ganancias. En 1943 se vendieron más de 3 millones de cajas, aunque la mayoría de las veces se utilizaba para endulzar tes, ya que el azúcar estaba rigurosamente racionado. Por su lado, para mantener el equilibrio con el gobierno nazi, los embotelladores se veían con la obligación de prestar sus camiones de reparto para el transporte y distribución de agua. Para evitar que las botellas de Fanta fueran destruidas en los continuos "raids" aéreos, eran almacenadas llenas de agua para evitar las vibraciones, en cuevas y pozos de minas. Pero a pesar de todos los esfuerzos por salvar los envases, nada pudieron hacer por preservar sus fábricas. Las 43 embotelladoras fueron destruidas. Al final de la guerra, el gobierno nazi instó a la compañía, bajo amenaza de deportarlos a un campo de concentración, a cambiar su nombre en un plazo máximo de dos días. Curiosamente Hitler se suicida el día después.

No lo van a creer…

Hoy, la mayor máquina expendedora de Coca-Cola está en Alemania. Tiene una capacidad para 864 latas (pero en 1946 en Estados Unidos, el arcón frigorífico de mayor capacidad contenía 1.098 botellas).

En 1923, Coca-Cola se vendía en cada uno de los bares no alcohólicos de los Estados Unidos y según las normas de la compañía debía servirse a 0°, con hielo picado, en un vaso de Coca-Cola de forma acampanada y con la marca que indicaba el nivel de jarabe.

En 1924 se procedió la "estandarización" del producto y la imagen exterior.

Los empleados vestirían uniforme, una camisa rayada blanca y verde botella y pantalones verdes; y los camiones serían amarillos y rojos con las llantas y guardabarros negros.

Durante los años 30 aparecieron en los anuncios de Coca-Cola los actores más famosos: Cíaudette Corbert, Greta Garbo, Jean Harlow, Clark Gable, Cary Grant, Carole Lombart, Loretta Young, el Tarzán de las películas y nadador olímpico Johnny Weismuller,
Maureen O 'Sullivan; Spencer Tracy y Joan Crawford que más tarde se casaría con el presidente de Pepsi-Cola.

En la década de los 30, la compañía de aviación Delta Airlines fue la primera en servir el refresco a sus clientes. Sus aviones Fokker llevaban en sus alas el logotipo de Coca-Cola.

Entre los criterios para usar la marca en publicidad en los años 30: no separar la marca Coca-Cola en dos líneas; la frase «marca registrada» siempre aparecerá en el trazo de rúbrica de la primera C; no mostrar ni insinuar que Coca-Cola puede ser bebida
por niños de corta edad. El General McArthur autografió la primera botella producida en la planta de las Filipinas. El héroe de Battan, el General Wainwright, se fotografió en plena campaña con tres de los símbolos más americanos: un bate de béisbol, una hamburguesa y una Coca-Cola. En 1930 la compañía crea The Coca-Cola Export Corporation. Aparece el primer frigorífico de Coca-Cola. En 1935 se fabrica el primer distribuidor automático de botellas para oficinas y fábricas. En 193 7 el primer distribuidor con grifo (de barril) se presenta en la Feria Mundial de Chicago. En 1942 Islandia fue el primer país europeo
donde se instaló una embotelladora en tiempo de guerra, y logró el récord de consumo per cápita frente a cualquier país del mundo, incluido Estados Unidos. Hoy Estados Unidos y México son los mayores consumidores mundiales de Coca-Cola. En 1942 Otto Dietrich, jefe de prensa de los nazis, declaró que «los americanos no habían dado otra cosa a la civilización que no fuera la goma de mascar y la Coca-Cola». La primera botella distribuida en plena guerra salió de la planta embotelladora de Coca-Cola en Oran, Argelia, en las Navidades de 1943. Los soldados soviéticos se expresaban de la Coca-Cola: «ETO ZDOROVO» (¡¡¡Es grandiosa!!!). Durante la guerra, una botella de Coca-Cola era de 5 centavos; pero se llegó a cotizar entre 5 y 40 dólares, lo que equivale entre 100 y el 800% más caro. Dicen que Mary Churchül, hija del primer ministro británico, bautizó un destructor de la Marina Real británica con una botella de Coca-Cola; y que en la batalla de Bulge un sacerdote, ante la falta de vino, consagró con Coca-Cola.

En los primeros meses de 1945 un grupo de prisioneros de guerra alemanes, al llegar a Nueva Yorky ver los anuncios de Coca-Cola, se sorprendieron, ya que pensaban que la marca era alemana. Las emisiones de radio del Imperio japonés proclamaban que «con Coca-Cola hemos importado los gérmenes del mal de la sociedad americana». No muchos años después, Japón será el mayor consumidor del refresco en el continente asiático. China, en 1949, gobernada por Mao Tse Tung, se aísla tras la «Cortina de Bambú». Este paso causa terror a la compañía ya que uno de los ingredientes básicos de la formula secreta 7X es la casia, o canela de la China. Sin embargo, Coca-Cola prosigue sus negocios con los chinos a través de Londres.

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José Antonio Velásquez Montaño


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