El Gobierno de los Estados Unidos de América, soberanamente, ha tomado la decisión política y militar de reactivar la llamada 4ta. Flota para “…supervisar las tareas de sus unidades en América Latina y el Caribe…” (Alejandro Sánchez, Asuntos Hemisféricos, http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/international/newsid_7389000/7389057.stm) después de haber sido disuelta en 1950 siendo constituida como flota en 1943. En este orden, el Jefe del Comando Sur de los Estados Unidos de América, Almirante James Stavridis, informó que su reactivación “…no es una fuerza ofensiva…” (http://www.elnuevodiario.com.ni/internacionales/15824) aseverando que los objetivos funcionales son “…“[los de] cooperación, amistad, respuesta a desastres naturales, misiones de paz y, sí, acciones contra el narcotráfico, como es tradicional” (Idem) y para tener “…responsabilidad sobre hombres, entrenamientos y buques desplegados por Estados Unidos en América Latina y el Caribe…” (Ibidem). ¿Por qué decide el gobierno norteamericano restablecer la 4ta. Flota, sus funciones tradicionales y las nuevas realidades que circundan por la Región que, geográficamente, abarca la zona que va desde el sur del rio Bravo hasta la Patagonia a ambos lados del continente americano? ¿Canadá está incluido en el sistema de seguridad que “protege” la 4ta Flota?
El Programa de las Américas, según Tom Barry para la fecha del 05 de julio del 2005, en su artículo “Nuevas prioridades para el Comando Sur” (http://www.ircamericas.org/esp/148) reconoce que “…la hegemonía militar de Estados Unidos pasa por un mal momento. Y no sólo en Medio Oriente y Asia oriental, sino en América Latina, región a la que se suele calificar de trasero del imperio…” (Idem) ya que “…el vuelco de buena parte de América Latina hacia gobiernos de centroizquierda --es decir, el ascenso de lo que el Comando Sur de las fuerzas armadas estadounidenses denominan "populismo radical"-- obligó a altos funcionarios del gobierno [Condoleezza Rice y Donald Rumsfeld] a recorrer la región…” (Ibidem).
La decisión militar del gobierno de la Casa Blanca de la “creación” de la 4ta Flota que entrará en funciones a partir del 1º de julio del presente año, tendría dos connotaciones importantes: la primera de ellas, la evidente necesidad que los Estados Unidos de América, cualquiera sea su gobierno, tiene de controlar lo que “históricamente” han denominado como su “patio trasero”; es decir, tal decisión, política y militar conjuntamente con la ideológica, es “lógica” dentro de las evidentes políticas del Imperio y sus políticas imperialistas. Por ello, los primeros análisis que sobre tal decisión se realicen estarán sustentados sobre los comportamientos históricos que se han sucedido desde la aplicación real, objetiva y militar con sus consecuencias políticas, de las políticas de los gobiernos de los Estados Unidos de América hacia la Región que la componen los gobiernos de Centroamérica, El Caribe y Suramérica.
La segunda variable a analizar sería tratar de responder ¿por qué el actual “inquilino” de la Casa Blanca, Condoleezza Rice y el Pentágono han decidido activar la 4ta Flota después de 58 años de inactividad real? La cita de Tom Barry, más arriba mencionada, nos permite “guiarnos” hacia el análisis sobre la decisión político-militar y buscar las causas de fondo para la “animadversión” hacia Hugo Rafael Chávez Frías. El señor Barry nos comunica que “…la hegemonía militar de Estados Unidos…[está en crisis]…en Medio Oriente y Asia Oriental…” (Ibidem). De esa idea podemos extraer algunas consideraciones. En primer lugar, la “toma de decisión” de restablecer la 4ta Flota de los Estados Unidos de América, adscrita al Comando Sur con sede en el estado de la Florida, para América Latina y El Caribe, es una decisión política al mas “alto nivel” político y militar del gobierno norteamericano donde sus “análisis y recomendaciones” salieron de la Secretaria de Estado, Condoleezza Rice, y del Pentágono conjuntamente, con la Secretaria de Defensa de aquel gobierno. Fue, evidentemente, el Presidente George W. Bush quien aprobó y firmó el “ejecutase” de tal decisión política y militar que afecta, directamente, a toda la Región, es decir, los países de Centroamérica, El Caribe y Suramérica. La decisión del restablecimiento de la 4ta Flota, que fue tomada sin consultar a los países afectados [probablemente Colombia si entró en conocimiento de tal decisión] estará dirigida hacia la “cooperación” en diferentes “campos”, el combate al “tráfico de drogas” [narcotráfico] y, por supuesto, el terrorismo; pero el terrorismo adverso a las políticas de la Casa Blanca a diferencia de los “almuerzos de solidaridad” con aquellos que han colaborado, con acciones terroristas, contra el comunismo. Por otro lado, si el 90% de la droga que llega al mercado de los Estados Unidos de América proviene de Colombia vía Méjico, la 4ta Flota solo tendría que ejercer un “marco de acción” sobre dichas rutas marítimas y aéreas occidentales que usa el narcotráfico. Pero no es solamente ese el objetivo fundamental de la 4ta Flota; otra de sus funciones es “navegar, vigilar, y controlar” las rutas marítimas comerciales por donde navegan los “buques petroleros” provenientes de los países productores de crudo de la Región.
En consecuencia, la segunda consideración está condicionada por las realidades que se desarrollan con la presencia de los Estados Unidos de América, con sus correspondientes flotas, tanto en el Oriente Medio como en el Asia Oriental. Aquí debemos hacer un llamado de atención a la presencia de EEUU de América en el Medio Oriente. Las razones y la permanente presencia de tropas norteamericanas en Iraq, el respaldo al estado de Israel y al gobierno del Líbano, la presencia en la Región del Caspio, la animadversión hacia el gobierno de Irán, la propuesta de un “escudo misilístico” en la República Checa y Polonia, la “necesaria” (sic) creación del estado de Kosovo, las nuevas rutas de oleoductos y gasoductos todo ello tiene una “razón de ser”: el petróleo. Los acuerdos de seguridad alcanzados con Japón, Australia, Corea del Sur, países del ASEAN, la búsqueda de un “puerto de aguas profundas” en el Pacífico y el apoyo a Taiwan van dirigidos a “mandar un mensaje” a la República Popular China, país en crecimiento constante desde la “apertura al exterior” con promedios interanuales del 9%.
Por tanto ¿cuál es la debilidad objetiva de los Estados Unidos de América? A nuestro criterio, la necesidad de crudo [petróleo] en volumen y precios que permitan mantener, no solo el “derroche” sino también su economía. En última instancia, la crisis energética está afectando al propio sistema capitalista norteamericano. ¿Dónde hay abundante cantidad de petróleo en la Región Americana? Por nombrar algunos, Venezuela, Brasil con sus recientes descubrimientos, Alaska, Ecuador, Bolivia, Perú, Colombia y los propios Estados Unidos de América. Pero han sucedido dos “hechos históricos” que han “impactado” a los centro de decisión en el país del Norte. El primero, los gobiernos democráticos de “populismo radical” (Comando del Sur dixit) que se vienen instalando, por derecho democrático voluntario de sus pueblos, en la Región. El segundo, la propuesta de Brasil de un sistema de “seguridad regional” latinoamericano (ajeno al TIAR) que ha sido apoyado, públicamente, por Chávez y Correa. Ambas situaciones se han visto “catalizadas” por las consecuencias de las decisiones alcanzadas por el Grupo de Rio (Santo Domingo) y la OEA (Washington).
En el marco de lo arriba expuesto, observamos que hay en la Región un grupo de gobiernos que están cercanos a las políticas de Washington pero ninguno de ellos tiene reservas de petróleo ni de otras materias primas como para “darle un respiro” al Imperio y a sus políticas imperialistas. El avance de gobiernos, directamente elegidos, en forma democrática, por voto secreto, personal y directo de toda la población registrada en el “padrón electoral”, gobiernos con políticas sociales que entran en “lógica contradicción” con las políticas que sustentan al sistema capitalista, gobiernos que promueven una “distribución” que busca el “bien común” a diferencia del carácter de la distribución en el sistema capitalista y que, gracias a los mass-media como internet, esas diferencias y beneficios son de conocimiento generalizado por las sociedades americanas marca una diferencia ideológica y cultural que va, paulatinamente, “socavando” las bases ideológicas de los Estados Unidos de América como son: Disney; MacDonald; el “American Way of Life”; la “democracia indirecta” del Imperio; el “antiterrorismo”; los “derechos humanos”; CNN; el “neo-macartismo religioso”, por nombrar.
En ese marco, permítasenos referirnos algunas aseveraciones en espacios destacados del “mundo político” norteamericano. En el Informe del Director Nacional de Inteligencia ante el Comité de Inteligencia del Senado “green-go”, el 05 de febrero de 2008, expuso que “…mientras que las políticas de Chávez están deteriorando la `industria petrolera` y su economía…”; ese no sería el problema sino que gracias al control de la industria petrolera venezolano por la sociedad venezolana, el intelectual de derechas, Flint Leverett, de New American Foundation, en su artículo: “The New Axis of Oil”, de julio 2006, manifestó que “…Venezuela hace esfuerzos para disminuir la influencia de los Estados Unidos de América en Latinoamérica…” y el Poder (Mûller Rojas dixit) de los Estados Unidos de América, como Imperio, no puede permitir tales exabruptos político-económicos de un “líder tercermundista” que ahora los denominan como “populistas”. Además, Chávez es un “mecenas” de gobiernos como el de Bolivia, Nicaragua, Cuba y dejemos de nombrar…promueve las “misiones” que llegan hasta el mismo “corazón” de la ciudad de las finanzas mundiales: Nueva York; de la cultura: Boston; de los desplazados: “comunidades originarias”: Alaska (donde hay petróleo).
La 4ta Flota, que entrará
en funciones el próximo 1º de julio del año presente, demuestra las
debilidades que se vienen desarrollando en el marco de la “política
militar imperialista” en el Medio Oriente y el Asia Oriental gracias
a las políticas, evidentemente, equivocadas del “huésped de la Casa
Blanca”. La Región es, así debemos asumirlo, la “tabla de salvación”
del Imperio norteamericano; por tanto, no es de extrañar las decisiones
políticas y militares, actuales y las futuras, que tratará de imponer
Washington directa y/o a través de actores que “comulgan” con las
ideologías cristianas opuestas a la Teología de la Liberación. Pero
tienen la “piedrita en el zapato”: Hugo Rafael Chávez Frías.