De acuerdo al título de esta entrega, pareciera que estamos recogiendo la
actitud de muchos gobernantes modernos empeñados en acabar con muchos males
sociales engendrados por algunos países "imperiales". Sin embargo, y bien
miradas las cosas, una especie de "izquierda aderechada" desde antes de la
Segunda Guerra Mundial ha venido desvirtuando el "Imperialismo". Como es
bueno enfatizar, esta figura hace referencia a una modalidad geopolítica
general de amplio contenido. En la antigüedad hubo muchos imperios
mediterráneos y orientales. También los tuvimos en México y en el Perú
durante tiempos precolombinos. Hubo imperios esclavistas, feudales y
feudaloides Ninguno de esos imperios fue "capitalista".
En sentido lato hablamos de imperialismo cuando una nación o país termina
por ampliar sus fronteras geográficas, en principio para acrecentar su poder
económico y seguridad territorial. En sentido estricto, o económico, el
imperialismo fue catalogado como la fase superior del capitalismo (Cf.
Lenin, El Imperialismo, estadio supremo del Capitalismo)..
De manera pues que por un lado tenemos imperios precapitalistas, y por otro
el imperio capitalista. Este último es monolítico, dinámico e intangible por
excelencia, aunque territorialmente se hace ostensible en EE UU, Inglaterra,
Francia, Alemania, España, Holanda, Brasil, África del Sur y otros pocos
países, y reciben críticas adversas pero todas estas según la connotación
propia de los imperios no capitalistas arriba mencionados.
Para entender esa integridad imperial es necesario comprender y reafirmar
que se trata del "imperialismo económico" preliminarmente trabajado por A.
Hobson y R. Hilferding, Imperialismo y El Capital Financiero,
respectivamente. Repetimos, el Imperialismo es una categoría estrictamente
económica, pertenece al basamento del modo de vida laboral, a su Estructura
Económica, y se halla al margen de los tradicionales espacios territoriales
y marítimos de los imperios antiguos ya citados.
El imperialismo económico es intangible, tiene mil imágenes, mil rostros,
pero todos ellos son igualmente fantasmagóricos. El IE carece de "patria",
de nacionalidad, de coordenadas físicas. Es, una Relación Social". Una
relación leonina entre un contrario que todo lo puede, todo lo gobierna,
todo lo impone, y otra parte que resulta impotente aisladamente considerado
y como tal debe obedecer, so pena de sufrir más de la cuenta. .
Ahora bien, la derechización de esa "izquierda" consiste en omitir
tendenciosamente el carácter económico del imperialismo. Este es el
capitalismo máximamente desplegado por la faz de la Tierra..Es decir, esos
"izquierdistas aderechados" ocultan que se trata del Capitalismo sin
importar su presente fase. Silencian que se trata del sistema de explotación
asalariada, con lo cual inducen y manejan la posibilidad reformista del
sistema. Hablan de capitalismos buenos, de capitalismos humanos, de
capitalismos "socializados".
Y mírese que hay personas y personalidades indiscutiblemente cargadas de
buena fe, de buenas intenciones y de mucha esperanza en que el estado de
cosas actuales pueda perfeccionarse dentro del mismo sistema capitalista.
Estas personas obedecen consciente o inconscientemente a su plena convicción
aclasista del presente modo de vida. Para ellos sólo parece existir
empresarios inicuos y bondadosos; gobernantes inescrupulosos y corruptos;
ricos y pobres; especuladores y filántropos. Se esconde así el substrátum
económico, la lucha de clases imperante entre, por un lado el
inversionista, el industrial, el hombre de negocios, y por el otro el
asalariado, el gerente, el profesional, el técnico, el obrero raso o técnico
de rango menor. Digamos que ubican el imperialismo en la superestructura
económica y lo desalojan de la estructura económica.
Por eso decimos: Vayamos en contra del Capitalismo en su fase Terminal
(Imperialismo), y dejemos de atacar al Imperialismo en abstracto.