El cuadro político que viene presentando aspectos de la política exterior norteamericana sobre Latinoamérica, es, en muchos sentidos, una continuación de la ingerencista y neo colonial política de la nefasta y fascista administración Bush durante los últimos 8 años, hace pensar a algunos analistas de la política venezolana y latinoamericana sobre el cerco de la antigua administración al nuevo presidente Barack Obama.
El discurso de Obama durante su campaña iba dirigido a la paz mundial, al respeto de los pueblos y los gobiernos, al retiro del Ejército norteamericano de Irak, a la distensión política con gobiernos que conforman las naciones por ellos calificados “ejes de mal”: Irán, República Popular y Democrática de Corea, Siria, Cuba, entre otras y… Venezuela que está en esa “categoría” para algunos funcionarios de la administración, y somos un país “potencialmente enemigo”.
A la luz de los acontecimientos políticos ocurridos a partir del triunfo electoral del señor Obama, donde las agresivas políticas de Bush en vez de disminuir con el triunfo del nuevo presidente no sólo se mantienen, sino que incluso se intensificaron en el caso de Venezuela y ello es patéticamente elocuente, y no son planes de veladas o inocentes intervenciones sino políticas de una envergadura tal que buscan nada más y nada menos que el derrocamiento o el asesinato del presidente constitucional. Un ejemplo de lo que señalamos. Inminente ya la toma de posesión del presidente norteamericano electo, fue la convocatoria por parte del gobierno norteamericano a través del John Patrick Caulfield, Encargado de Negocio de la Embajada de los EEUU en Venezuela, el 9 de enero de 2009, de una reunión conspirativa, subversiva en San Juan de Puerto Rico, coordinada por el palangrista y mercenario venezolano Alberto Federico Ravell y en la cual participaron viejos golpistas, conspiradores y traidores a la Patria como Julio Borges, Luis Ignacio Planas, Omar Barboza y otros que también se dicen venezolanos (cosa que desdice su conducta) cuyos nombres permanecen ocultos.
Cuando se conoce, por la denuncia que hizo el presidente Chávez, lo que se llamó ‘Pacto de Puerto Rico’ y su siniestro y conspirativo Plan ‘Jaque al Rey’, en el momento en el cual éste se produce, es a escasos días de la toma de posesión de Barack Obama, el mismo es un plan largamente preparado por organismos militares y de inteligencia al decir de algunos de los representantes del Estado norteamericano allí presentes. La intervención de Klein Silbes, jefe aérea caribeña del Comando Sur-Colombia, se refiere al tiempo de meses de la preparación del plan con la participación de conspicuos personeros de la extrema derecha venezolana.
“Hace meses cuando planificamos en parte estas actividades (se dieron reuniones donde asistió Ravell, Barboza que están aquí, así como también asistieron Porras, Petkoff y otros) no se había avanzado ni conformado los equipos que tenemos ahora, del mismo modo, no se habían alcanzado las metas que se vienen obteniendo paso a paso”. (Segunda Minuta de la reunión del Pacto de Puerto Rico, publicado en la página web del grupo derechista Foro Noticiero Digital y reproducida en la web Aporrea).
Pero hay más en la continuación de los planes del gobierno de Bush contra Venezuela por parte de la nueva administración norteamericana que preside Barack Obama. En la misma reunión de Puerto Rico, de cuyas Minutas públicas tomamos notas para nuestros análisis políticos y en donde, nos parece, las intervenciones de todos los expositores –norteamericanos y venezolanos– no tienen un ápice de desperdicio, pues son demostrativas de un claro y evidente proceso conspirativo, subversivo, ingerencista del gobierno norteamericano y de traición a la Patria por parte de aquellos que nacieron en Venezuela pero no sienten amor por la tierra que los vio nacer, sino por sus riquezas, por el afán del poder y de entregarle esas riquezas a los mismos con quienes se reunieron en Puerto Rico, los representantes del imperio yanqui, para asestarle puñaladas al país y hundir, como siempre hicieron, al pueblo pobre, humilde y trabajador.
Para calmar la posible ansiedad o temores de los invitados venezolanos ante el inminente cambio de gobierno, los altos funcionarios norteamericanos que dirigieron la reunión los calmaron, pero también para dejar claro que, con Obama o sin Obama, las políticas de agresión, conspiración y subversión de múltiples formas y enorme variedad de políticas (económicas, militares, terrorismo, agitación social, guerra mediática, etc., etc.) contra Venezuela y aquellas naciones de gobiernos progresistas y revolucionarios de Centro y Sur América, continuarían porque tienen el rango de políticas de Estado y porque Venezuela, según su particular visión, afecta la seguridad y la defensa de la nación del norte. ¿Qué dijo el Coordinador de Operaciones Especiales de la Dirección Nacional de Inteligencia de EE-UU, Alfred Taylor, quien dio inicio a aquella reunión de Puerto Rico, sobre ese aspecto y que, por los hechos acontecidos en la política exterior norteamericana siguen vigentes y Obama la apoya sin mayores cambios?
“Si bien es verdad que las grandes líneas de nuestro país, sobre todo en lo que tiene que ver con la defensa y seguridad, no se modifican sustancialmente por un cambio de presidente, hay tópicos geopolíticos o puntos de vista de alguno funcionarios que pueden incidir en nuestros planes para Venezuela”.
¿No es clara esa posición del Estado norteamericano, y el presidente Obama no está evidenciando que ha sido arropado por ella, ante la cual se palpa que sucumbió, o es que, acaso, el nuevo presidente tuvo un falso discurso sobre la paz, la no ingerencia, la defensa de los derechos humanos para el electorado norteamericano y otro discurso, el verdadero, que defiende los intereses de la oligarquía norteamericana, de los grupos del complejo militar/industrial, de la burocracia civil/militar que se da el lujo de decir, como lo hace Alfred Taylor, de decidir que contra nuestro país –que les vende un millón de barriles diarios de petróleo– hay una línea de seguridad y defensa porque nosotros somos, por nuestra línea soberana, de independencia sin tutelaje, un problema para la seguridad y la defensa de los Estados Unidos del Norte?
No es sólo aquella nefasta reunión conspirativa de enero en Puerto Rico, es la continuación de la implementación de la misma, las diversas alusiones torpes de Obama contra el Presidente Chávez, repitiendo el mismo discurso del Bush intervencionista: la cantaleta de los vínculos con las FARC, con el narcotráfico y con grupos terroristas, nada que no haya sido dicho en el pasado por los genocidas del pasado régimen.
¿Tan débil políticamente ha sido el triunfante candidato demócrata norteamericano que en el tiempo que duró la política de enlaces y en el tiempo transcurrido ya de la toma del poder, no pudo sustituir la legión de burócratas fascistas y neofascistas, de mercenarios de los organismos de seguridad y de espionaje que embarcan a los Estados Unidos en las peores aventuras guerreristas, como la emprendida por Bush contra Venezuela donde montaron, planificaron, financiaron y dirigieron un golpe de Estado como el de abril de 2002 o el paro terrorista petrolero? ¿Tiene alguien, a estas alturas, alguna duda de que la oposición al gobierno revolucionario de Venezuela la lideriza, dirige, planifica el gobierno norteamericano, estamentos del Ejército norteamericano como el Comando Sur, de la siniestra y subversiva CIA y otros organismos de espionaje y de relaciones exteriores incluyendo la Embajada Norteamericana en el país? ¿No está, acaso, el extenso archipiélago de los grupos opositores venezolanos, subordinados a la dirección norteamericana de sus luchas internas y acogidos al financiamiento de sus partidos, ongs, grupos laborales, periodistas y profesionales que, tarifados como están, cumplen su “papel” mercenario que le ha sido asignado? ¿Qué son personajes como Ravel, el partido Primero Justicia, un Nuevo Tiempo, COPEI, AD, los gobernadores derechistas y la inmensa mayoría opositora si no subordinados a una potencia extranjera?
Pero no se detienen allí las agresiones de los gobernantes y del Estado norteamericano contra los países latinoamericanos, contra Venezuela y su presidente, ya con el visto bueno del presidente Obama, siguen los golpes bajos, que no por estúpidos y torpes, dejan de formar parte de una inmensa conspiración y de esa siniestra Operación Jaque Mate al Rey, me refiero en este caso a ese otro strike que le dio Bush a Obama con el llamado Informe sobre los Derechos Humanos.
Resulta insólito que la Secretaria de Estado, señora Hilary Clinton, después de recibir –presumo que sin leerlo a fondo, quizás tampoco el presidente– un Informe sobre los Derechos Humanos, lo haga público contra países amigos o con los que EE.UU tiene relaciones, los agreda con ese bodrio de informe; documento sesgado, elaborado por lo regular con las informaciones de los grupos adversos o enemigos del proceso revolucionario como el de Venezuela, grupos de derechos humanos no pocos de ellos tarifados por agencias norteamericanas.
Se debe aclarar, sobre el tema de los derechos humanos, que siendo, como son, los Estados Unidos, el primer país en violar dichos derechos, tanto de sus ciudadanos con la macarthista ley patriota y otros engendros jurídicos, como la de otros ciudadanos del mundo, muchos confinados en cárceles infames como la Guantánamo, donde todas las torturas, violaciones legales y morales son posibles; cárceles secretas en barcos, aviones y en países celestinos de Europa que prestan sus espacios y ceden sus terrenos para cárceles ilegales: no tiene esa nación ninguna moral para venir a enjuiciar a otros países.
A propósito de derechos humanos que tanto cacarean los gobernantes norteamericanos ser los supremos defensores, cabría preguntarles: ¿cuántos iraquíes han muerto en los años que lleva la guerra de ocupación norteamericana a la nación árabe, un millón, más? ¿Cuántos afganos, niños, mujeres, ancianos han sido muertos en todos estos años de guerra? ¿Dónde están los derechos humanos del pueblo cubano, bloqueado durante la bicoca de 50 años y aislado políticamente, privados de comercio, de intercambios y sufrido ese maravilloso pueblo mil y una calamidades de todo género por esa guerra no declarada que todos los gobiernos norteamericanos han desarrollado contra Cuba todos estos años?
Todos estos hechos configuran una visión donde, manteniendo todavía la esperanza del Obama que presentó una imagen –no que la vendió, como se vende todo en ese país– de un líder verdadero, con un programa que sin ser revolucionario, se acercaba más a lo humano, al hombre y a la mujer sencilla de la nación del norte, abandonada secularmente por los últimos gobiernos de ese país, abrió las compuertas de la esperanza de su nación y las del orbe entero. Pero, con esa imagen de telón de fondo, Obama se muestra débil, dócil ante los siniestros poderes constituidos de un Estado terrorista; dándole continuidad a planes terroristas urdidos por la mafia de Bush y Cheney, por las agencias de inteligencia.
Cuando se recuerda las imágenes de fuerza, de poder social que proyectaba Obama durante la campaña, de amistad con todos los pueblos y vemos al Obama pasando agachado, como popularmente se dice por aquí, ante la canallesca agresión sionista israelí al pueblo palestino de Gaza, apoyando tácitamente aquel crimen horrendo e injustificado, se disparan los cohetes de la duda, sobre si aquella imagen electoral no era sino una gran farsa, estábamos ante un líder débil, manipulable, que se deja cercar con asombrosa facilidad por la pandilla de Bush y sus políticas que pareciera que le están dando un golpe de Estado por entrega, goteadito, un cerco o, simplemente, nos engañó, engañó al mundo con una imagen y un programa en donde el actual dista mucho de ser el que presentó durante la campaña.
Venezuela está siendo golpeada por las continuadas políticas intervencionistas del Estado norteamericano; no cesa la conspiración ni las agresiones, el presidente Obama tiene la palabra… si Bush no cierra el cerco golpista en su contra.
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