El 5 de julio de 1811, a las 2:30 p.m. el Congreso Constituyente que agrupaba a los representantes de las Provincias Unidas de Caracas, Cumaná, Barinas, Margarita, Barcelona, Mérida y Trujillo, que formaban la Confederación Americana de Venezuela en el continente meridional, terminaba las deliberaciones acerca de la Independencia de Venezuela. De inmediato, el Presidente del Congreso, Diputado Juan Antonio Rodríguez, anunció "declarada solemnemente la Independencia absoluta de Venezuela". Este hecho marcó formalmente el inicio de la vida de Venezuela como país soberano, quien nace al concierto de naciones en medio de una guerra por alcanzar su verdadera independencia.
Sin embargo, Venezuela no tuvo su plena independencia hasta que fue desterrado el imperialismo español del territorio suramericano. A partir de 1830, Venezuela pasa por un complejo proceso de organización como nación. Empezando el siglo 20, Venezuela ve en peligro su independencia cuando una serie de revueltas y alzamientos, con la complicidad de capitales extranjeros y generales traidores a la patria, tienen como finalidad enriquecer a unos cuantos al mismo tiempo que ceder nuestra soberanía. En ese entonces, la New York and Bermúdez Company (compañía dedicada al negocio del asfalto), la Orinoco Company (que controlaba la navegación por el Orinoco), la Compañía Francesa del Cable Interoceánico (que monopolizaba las comunicaciones con las Antillas y Europa) y la Compañía Alemana (que explotaba el gran ferrocarril de Venezuela entre Caracas y Valencia) encabezaron una gigantesca conspiración y desestabilización con miras a entregar nuestro país a las potencias extranjeras. Incluso llegaron a financiar a conspiradores locales con la intención de lograr sus fines. Es así como logran darle al General y Banquero Manuel Antonio Matos un barco, el Ban Righ, que luego fue bautizado como El Libertador y además la cantidad de 100.000 $ con la finalidad de comprar armamento y municiones.
Este suceso que comprometió nuestra soberanía tuvo su clímax cuando los ingleses bloquearon y bombardearon la costa venezolana, desde la Guaira hasta el oriente, mientras que los alemanes hacían lo mismo desde la Guaira hasta el occidente. Desde entonces, nuestro país nunca más vivió situaciones tan gravemente comprometedoras para nuestra soberanía e independencia hasta las que se están viviendo en la actualidad.
Mientras los venezolanos nos enfrascamos en construir nuestro propio destino, libre y soberanamente, hay una potencia que conspira y quiere colonizarnos. Vemos cómo el Golpe de Estado del 11 de abril de 2002 y el sabotaje petrolero de diciembre del 2002 y enero del 2003 fueron consecuencias de la grosera injerencia de esa potencia imperialista. Y al igual que en el pasado, surgieron los Generales Manuel Antonio Matos en la figura de quienes quieren vender y entregar a nuestro país. Son esos los que celebran el día de la patria un día antes (el 4 de julio). Son los que propagaron las diferencias sociales en nuestro país. Son los que no vacilaron jamás en reprimir y asesinar al pueblo cuando este salió a exigir sus derechos.
El Gobierno de los EEUU financia abiertamente y sin tapujos a estos grupos que se hacen acreedores del calificativo de vende patria. Dentro de su estrategia entreguista, no han dudado ni siquiera en asumir el terrorismo como práctica política, ni tampoco han dudado en contratar a sicarios y delincuentes, quienes bajo el nombre de "paramilitares" pretendieron desestabilizar el país. Con una victoria de dudosa legalidad, lograron activar el referendo revocatorio con el cual pretenden revocar el mandato constitucional del Presidente de la República. Sin embargo, al igual que hace cien años, cuando con la participación popular, el pueblo en armas y en la calle logró impedir que las potencias imperialistas penetraran en tierra firme venezolana, hoy, evocando dichos sucesos, los venezolanos nos levantamos con las armas que nos da la razón y con el fusil expresado en el voto.
Este 15 de agosto, el pueblo venezolano se medirá nuevamente contra los traidores a la patria. Ese día los venezolanos saldremos a derrotar al verdadero enemigo, el imperialismo estadounidense, y como en una segunda independencia nos alzaremos con las banderas de la patria, de la justicia y de la libertad.
ofgomez@espacioautogestionario.com
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