Titulamos esta columna con una estrofa del himno de la Joven Guardia, cantado por los militantes revolucionarios de la Gloriosa Juventud Comunista, aquella de la heroica epopeya del sesenta.
“Joven Guardia, Joven Guardia, al burgués insaciable y cruel, siempre cruel, Joven Guardia, no le des paz ni cuartel, paz ni cuartel”.
Razón tiene el llamado del himno juvenil, que también se recoge en el grito del Che: “al imperialismo ni tantico así”.
Actualmente en la Revolución Bolivariana se desarrolla una definitiva discusión, de ella depende el futuro de la esperanza socialista.
¿Cómo construir el Socialismo, cómo usar la riqueza petrolera?
La discusión viene desde los inicios del siglo pasado. Veamos.
Al principio se pensaba, por una lectura dogmática de los clásicos, que la Revolución sólo era posible en países de alto desarrollo económico, de abundante proletariado, por tanto, los países débiles no tendrían oportunidad revolucionaria.
La idea de la ruptura revolucionaria en el eslabón más débil hizo posible la Revolución Soviética, y demostró que las condiciones materiales son universales, las ideas revolucionarias son universales y la Revolución se puede dar en países pobres.
Esta idea le dio un impulso inmenso a la posibilidad revolucionaria, y motivó el odio eterno de la burguesía a su autor: Lenin, que es quizá el hombre más odiado por los privilegiados.
El desarrollo de esos países será, entonces, dirigido por los revolucionarios, la ideología proletaria en el poder.
Esta idea hizo posible la Revolución Cubana, es allí, con el Che y Fidel, que se enriquece la teoría del camino al Socialismo en los países de poco desarrollo.
Los reformistas plantean que no es posible hacer Revolución en los países pobres sin alianza con el capitalismo.
En el caso de Venezuela el planteamiento adquiere características dramáticas, aquí los reformistas restauradores plantean el absurdo de formar el capitalismo, que aquí es precario, para después aliarnos a él. Es decir, proponen hacer primero un capitalismo que por obra de magia se transformará en Socialismo.
Ese camino lo transitan hoy, y ese comportamiento nos demuestra la veracidad de la advertencia del Himno de la Juventud. Los capitalistas bisoños, reptan hacia mayores prebendas, crecen, son insaciables y crueles. Veamos.
En Últimas Noticias del 12 de octubre aparece la siguiente nota: “Empresarios por Venezuela recibió el pasado sábado la primera propuesta de la Ley General sobre la Cámara Unida de Economía (…) La entrega se concretó en el Encuentro con consejos comunales, cooperativas de propiedad social y microempresarios, llevado a cabo en Higuerote.
Alejandro Uzcátegui, presidente de Empreven, declaró que la nueva ley “agrupará al empresariado nacional”…
No hay dudas, es una actividad de capitalistas que procuran leyes que los favorezcan, y a esa actividad capitalista incorporan a las organizaciones de base de la Revolución ¡a los consejos comunales! Es decir, los transforman en agentes de sus propios verdugos.
El asunto es alarmante, demuestra que el capitalismo es una peste que contamina todo lo que toca, que no es posible la convivencia con el monstruo.
¡Chávez es Socialismo!
Insaciable y cruel