Uribe: “No podemos permitir que nos vayan a imponer Presidente desde afuera”

Se le acabó la diplomacia a Uribe. No le duró ni una semana. L e salió de nuevo la gaminería. Claro que más ordinario que Uribe inmerso en la “insoportable levedad” de la diplomacia burguesa, ese mundo fashion de la política. Pero fue cauto, prudente. No hallaba como excusar la tremenda metida de pata del gobierno español con Venezuela, consciente, eso sí,  de que provenía del computador de Reyes , de la cantera de los más burdos montajes y mentiras de su policía política; silenció a sus ministros, en especial  al locuaz ministro de Defensa que de ser mayordomo de la burguesía cafetera pasó a desempeñarse como jefe y estratega militar de su gobierno;  puso de nuevo su cara de seminarista ante Lula y Leonel Fernández (confío más en Oscar Arias, que ya es mucho decir) para facilitar el encuentro de los cancilleres en Santo Domingo. Pero súbitamente todo se derrumbó cuando el canciller Maduro anunció que las relaciones con Venezuela se normalizarían con el próximo gobierno de Colombia.

Ahí  fue Troya: de inmediato dijo: “No podemos permitir que nos vayan a imponer Presidente desde afuera …Los colombianos no podemos dejar que los gobiernos extranjeros nos presionen para que elijamos el candidato presidencial que quieran los gobiernos extranjeros” (eltiempo.com, 08-03-2010 ).  Porque Uribe sabe que esta sabia decisión del gobierno venezolano da al traste con su aspiración de perpetuarse en cuerpo ajeno con Santos (ingenua pretensión porque Santos es más traicionero que Judas) ya que la burguesía  no va ser tan bruta como para contribuir  a elegir a Santos porque sería su perdición, dado el odio visceral que este siniestro personaje le profesa  al presidente Chávez, y ya han perdido mucho: más de 7 mil millones de dólares en la ruptura de la relaciones diplomáticas y comerciales por la torpeza, prepotencia, abyección y sumisión a las pretensiones hegemónicas del imperio y manejo mafioso de las relaciones internacionales de Uribe, en especial con sus vecinos. Ni menos van a elegir a Uribito, el muñeco de ventrílocuo.

Con Uribe hay algo que me hace recordar al Rey Ubu,  esa obra de teatro de Alfred Jarry, estrenada en París en 1896, y que según los expertos es “una representación de lo grotesco y humanamente innoble del poder público y el gobierno…La sublimación y la tiranía y ambición sin límites de un personaje cruel y cobarde” . Pintado ,ahí, de cuerpo entero este singular individuo que aún tiene alelada  a una buena parte de la población colombiana (será como para otra obra de Jarry asociado con  Ionesco: las manifestaciones multitudinarias de apoyo a Uribe cuando lo metan a la cárcel).

Con todo, la correlación de fuerzas ha cambiado, ya Uribe no es el hombre imbatible, ya no será Presidente (gracias a las Cortes; no podemos incurrir en el maniqueísmo de los buenos y los malos y que la burguesía  y el imperio les ordenaron a unos jueces autómatas que tumbaran el referendo reeleccionista para deshacerse de Uribe, sería una apreciación torpe e injusta), y lo fundamental: hay varios candidatos decentes, el pueblo sensato y soberano tiene la palabra.

lessaavedra23@hotmail.com



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Luis Eduardo Saavedra

Docente, Trabajador popular.

 luissaavedra2004@yahoo.es

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