Históricamente la “Izquierda” ha sido tildada de ingenua, no es para menos, sus fracasos son relevantes, han llegado al poder pero no han podido mantenerse. En Venezuela ese fenómeno se ha repetido innumerables veces, solo recordemos los grandes triunfos en todas las universidades del país ( década 60-70), ganando sus federaciones y centros de estudiantes, y cualquier medición estudiantil en liceos y centros de estudios, esto ocurrió en sinnúmeros de veces, pero después en las elecciones al extinto congreso solo abarcábamos el histórico 10 %. Igual ocurría con nuestros candidatos a la presidencia de la republica, grandes mítines, con fuerza estudiantil y movimiento obrero que hacia soñar con asaltar el cielo, pero solo quedaba como un deseo, y todos sabemos que “deseos no empreñan”. Hoy parece que vamos por el mismo camino. La piedra con la cual hemos tropezado parece ser que la llevamos a cuestas. Estamos en el poder central, en Miraflores, ha llegado un gobierno con signos socialistas, modelo ideológico que siempre anhelamos y por el cual luchamos desde hace décadas. Pero que hacemos, algunos se embriagan con el poder, se convierten en burócratas, se transforman en todo aquello que criticábamos de la política derechista tradicional. El hombre y la Mujer no son seres perfectos, pero la traición a los ideales no puede ser consabida como una imperfección, sino como lo que es, un crimen.
La Revolución Bolivariana apenas comienza, ha tenido sus aciertos y errores, mientras los primeros superen a los segundos vamos bien, siempre y cuando tratemos de minimizar las omisiones y desvíos. Hay liderazgo, condición sine quanon para realizar una Revolución. Existe acompañamiento de pueblo, otra condición necesaria. Existe voluntad política. El congreso extraordinario del PSUV esta originando los estatutos del partido, entonces se puede decir que existe Partido Revolucionario, hay teoría y praxis, en fin hay Revolución. Hay compromiso generalizado. Pero, como siempre existen los “peros”. Un gran sector que acompaña al Proceso de cambio de estructura, cae en lo que Lenin denomino “ El Izquierdismo”. Los camaradas apenas escuchan algo que sus oídos no quieren escuchar, saltan y empiezan a dudar del Proceso Revolucionario, se convierten en “críticos” de todo aquello que por razones personales están en desacuerdo, aun, si esos desacuerdos son validos para la continuación de la Revolución Socialista. Mientras todo esto sucede. La verdadera Contrarrevolución hace su trabajo. Una veces calladamente, y otras no tan calladas. Infiltra a sus seguidores para realizar el trabajo sucio, mientras camaradas le siguen el “jueguito” ingenuamente. Se ha visto que hasta el mismísimo líder no solo de Venezuela sino del continente, ha sido atacado, por “X” cosas que ha hecho o ha dejado de hacer. Parece que esa entelequia de “ Chavismo sin Chávez” se ha convertido en una realidad. Seguimos insistiendo. La Reacción trabaja, día a día, hora a hora. Y muy engranadamente. Nosotros en vez de gastar tinta o teclas, en rebanarnos los sesos por que Aristóbulo dijo algo impropio, o si Samán le dieron unas vacaciones sin retorno, si Noticiero Digital es una web fascista, o si los Etarras y la FARC almuerzan en Miraflores, deberíamos de hacer nuestro trabajo de inteligencia comunal, nuestra contraloría social, subir nuestro nivel ideológico y doctrinario, ser portavoces del Socialismo Bolivariano en todos los espacios que nos corresponden. Dar el 100 % de nuestro trabajo en la búsqueda del bien común. Dejemos el chismorreo cuarto republicano, evitemos dar juicios a priori, analicemos las noticias y con la dialéctica en la palabra, debatamos y sopesemos la acción tomada utilizando las herramientas revolucionarias.
Que ese fantasma que nos cubrió y nos jodió en las décadas de los 60 y 70 desaparezca de una vez por todas. Debemos estar claros que las Revoluciones hacen sus propias decantaciones, esos lastres infiltrados saldrán tarde o temprano. Pero serán eliminados por el pueblo mismo. No con esto queremos decir, que las criticas constructivas se dejen a un lado, NO, Las Revoluciones como procesos sociales deben ser revisadas constantemente, pero no podemos hacer aquello del “Izquierdismo Infantil”, del Demandismo excesivo, de querer tener la verdad verdadera siempre, y de oponernos a los cambios necesarios. Nuestro enemigo es uno solo, el Imperialismo y sus lacayos. Recuerden, este trabaja las 24 horas del día, vienen momentos difíciles para nuestra revolución, afinemos la mira, y enfoquemos nuestro objetivo, que nada nos desvié de nuestra meta... Adelante, es ahora o Nunca... Venceremos.
Saludos cordiales, RAS, Siglo XXI
pedro2_jose@yahoo.com
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