Una vuelta más de tuerca hacia la derecha y el fracaso de una política reformista
El Gobierno Nacional por boca del Vicepresidente de la República , Elías
Jaua, acaba de anunciar vía televisión que destituye de la presidencia
de ALCASA, al Ingeniero Elio Sayago, quien venía detentando ese cargo
desde el año 2010 y nombra como sustituto al diputado suplente a Ángel
Marcano, del equipo del gobernador antiobrero del Estado Bolívar Rangel
Gómez uno de los cabeza y uno de los que dirigieron el cierre de ALCASA
durante de 34 días, promovido por el Movimiento 21 (PSUV en ALCASA),
que afectó las operaciones de la empresa en 2011, en contra de la
gestión del hoy destituido presidente, y que “casualidades” de la vida,
ese paro no afectó la producción que estaba destinada a la transnacional
Glencore.
Ya durante los días del paro de 34 días, los rumores se corrían de que
Sayago tenía los días contados, pues se había convertido en un foco de
perturbación en la política general del gobierno en Guayana y quien a
pesar de los obstáculos que se le habían colocado, Paros, tomas de las
oficinas, paralización de las inversiones, no se había amedrentado y
continuaba demostrando que se podía “avanzar”, llegando a acuerdos con
empresarios privados, para sostener la producción, pero mostraba sobre
todo que la responsabilidad de que no se avanzase en la recuperación de
la empresa, era exclusiva responsabilidad del gobierno nacional, quien a
través de la presidencia de la CVG no había aprobado la utilización de
los US$ 403 millones del Fondo Chino, que estaban depositados en el
Bandes desde el mes de septiembre de 2010. La pelea por el control de
ALCASA, no es solo una entre burócratas, sino entre las multinacionales
Glencore y las empresas Chinas por el control absoluto o mayoritario de
AlCASA y su producción y demás empresas del aluminio, es por el control
de todas las empresas de Guayana por parte de las multinacionales
capitalistas, gringas, francesas, chinas, iraníes, etc.
La destitución de Sayago viene a reflejar la posición del gobierno
nacional de la manera más clara, teniendo como antecedentes el paro de
34 días donde ninguna autoridad gubernamental trató ni siquiera de
mediar entre las partes, en el retraso de la liberación de los 403
millones de $ del Fondo Chino, el que Sayago fuese excluido de reuniones
ministeriales, mientras sus pares de las otras empresas, pertenecientes
a la corriente burocrático burguesa FBT del PSUV si asistían; con el
nombramiento de Rafael Gil Barrios como presidente de CVG en diciembre
de 2011. El círculo en contra del grupo que encabeza Sayago, que
desarrolla una política de Calidad Total, manejada al margen de la
burocracia reformista burguesa del PSUV, se seguía cerrando. Estas
señales los compañeros de “Control Obrero” no las entendieron o no
quisieron entender y continuaron alimentando ilusiones y aún hoy hay
sectores que la alimentan, de que todo pasaba por simples errores
burocráticos y no por políticas cristalizadas, por posiciones tomadas
dentro de las pugnas intercapitalistas que se desarrollan en el plano
internacional y que tienen su reflejo nacional en las peleas a diversos
niveles de la Dirección del PSUV y entre el Gobierno Nacional y la
oposición burguesa a este.
Las elecciones sindicales fueron determinantes para envalentonar al
gobierno para cerrar el círculo en contra de Sayago y su equipo. Ellos
fueron colocados para resolverle un problema al gobierno en medio de la
crisis de ALCASA, generada bajo el mandato de Rodolfo Sanz y continuada
por su sustituto el “Chino” Kan y que había creado unas condiciones
explosivas entre los trabajadores que buscaban soterradamente una
dirección alternativa para encausar su descontento y recuperar sus
beneficios conculcados. Eran, en los planes del gobierno, la mediación
para descompresionar una crisis potencial, parecido a como fueron
utilizados algunos partidos comunistas en la Europa post segunda guerra
mundial, o cuando el segundo gobierno de Rafael Caldera y como mostraron
no tener más peso social que la misma derecha burguesa opositora al
gobierno, ni que la derecha del PSUV, pues ya no le servía a sus planes y
por lo tanto se convirtieron en prescindibles. Es preferible negociar
así sea tangencialmente con esa derecha, que ya ha reiterado que no va a
enfrentar al “control obrero” (léase Calidad Total o sobre explotación
de la clase obrera) es decir a la gerencia que nombre el gobierno.
Desde esta distancia, podemos decir que la última señal que emanó del
gobierno nacional en cuanto a cuál es su posición en torno a los
conflictos en las empresas de Guayana y al desarrollo de las empresas
que controla, están dos: la primera es la “recomendación” del presidente
Chávez de quién debería ser el candidato a gobernador en el estado
Bolívar y la segunda es la entrega de las minas “Las Cristinas” a una
multinacional china en detrimento de otra canadiense. Chávez quiere a la
gente que le ha mostrado efectividad a la hora de contener al
movimiento obrero sea con la “diplomacia”, sea con medidas anti obreras
de despidos y congelación de convenios colectivos, sea con la represión
policial militar o con bandas de esquiroles armados, pero sobre todo de
buenas relaciones con los amos del capital financiero nacional e
internacional. Creer que con simples denuncias o maniobras burocráticas
el gobierno va a retroceder es una ilusión. Ya lo dijo el diputado
Marcano en momentos que se supo su nombramiento: “Aquí no hay cabos
sueltos, esto obedece a un plan nacional. En Alcasa se hará un trabajo
directo con el Ejecutivo Nacional”. No fue una equivocación, sino la
culminación de un giro sobre las empresas del aluminio, basados en el
control absoluto desde el punto de vista burocrático de las empresas de
Guayana, aunque pudiesen quedar algunas puntas sueltas, el trabajo
fundamental, por ahora, está realizado. En la gobernación del estado, el
General Rangel Gómez, con altas credenciales de políticas antiobreras,
junto a su mano derecha, el ex ministro del Trabajo José Ramón Rivero, y
el dirigente sindical José Gil lideran el movimiento en el estado, con
su representante nacional, el canciller Nicolás Maduro. En las otras
empresas de Guayana están: el presidente de Ferrominera Orinoco, Radwan
Sabbagh, al de Venalum y el de Bauxilum.
Pero como en el amor y en la guerra, en toda pelea para realizarse
siempre se necesitan por lo menos dos en el ring, en la lucha por el
control de ALCASA, aparte de la parte patronal, la contraparte obrera,
tenía frente a sí, por un lado a el secretario general del Sindicato de
Trabajadores de Alcasa, Henry Arias, militante de la derecha burguesa
opositora al proceso bolivariano y por otro a los compañeros del Frente
Socialista de Trabajadores de Alcasa y del Movimiento por el Control
Obrero, quienes no aplicaron métodos realmente democráticos y
proletarios a la hora de combatir las políticas reformistas burguesas
que se le aplicaban a ellos y a todos los trabajadores de las empresas
básicas. Sus métodos no pudieron, aún controlando la presidencia de
ALCASA, ganarse a la base obrera en ALCASA y ello se vio reflejado en
las elecciones sindicales, donde les ganó una alianza de AD, Causa R.
Para los compañeros, por lo menos eso reflejaron sus escritos en
Aporrea, la responsabilidad de su derrota era la política del gobernador
y no la propia. El que ellos no supiesen enfrentar la política del
gobierno, que venía por múltiples caminos, sea el de la gobernación, el
de la CVG o la del M21, no era la causa. No han entendido que era la
política reformista burguesa y antiobrera del gobierno del cual ellos
fueron ejecutores directos al no denunciar con los obreros en
organizados desde la base y en combate la violación del contrato
colectivo, la no firma de la nueva convención, de la no aprobación de
recursos para reactivar las empresas del aluminio y todas las básicas de
Guayana, la falsedad del “Control Obrero”, la no ejecución de una
política de solidaridad con todos los trabajadores en lucha en Guayana y
el resto del País, como con los dirigentes de la Mitsubishi que han
sido pasado a tribunales, a los del Transporte Camila, con los
trabajadores petroleros a los cuales el mismo patrón de las empresas
básicas de Guayana también les viola su contrato colectivo. Aunque aún
lo duden, los compañeros del FSTA y “Control Obrero” de ALCASA, han
sufrido una derrota producto de su política de conciliación de clases y
el enemigo es implacable.
¿Está todo perdido? ¿Esto es una derrota para la clase trabajadora? Nada
que ver. La clase obrera no ha estado involucrada en esta pelea, solo
ha sido utilizado o ha sido espectadora de los acontecimientos Sus
fuerzas están intactas como lo mostraron los trabajadores sidoristas,
los cuales después de votar en las elecciones sindicales por candidatos
pro gobierno, incluso amamantados por la gobernación del estado, a los
días salió a luchar por sus derechos y ha continuado con diversas
acciones de protesta ante las condiciones de trabajo y las violaciones a
los acuerdos firmados y de ello se queja la gerencia de SIDOR, el
presidente del sindicato SUTISS y altos personeros del gobierno nacional
como Jesús Faría, Vicepresidente de la Comisión de Finanzas de la
Asamblea Nacional, quien mostrando su carácter anti obrero ha dicho que
la reforma a la Ley Orgánica del Trabajo debe incorporar sanciones para
quienes interrumpan la producción en las empresas. Es decir nuevas
sanciones contra el derecho a huelga y el PCV.
¿Se puede esperar una rectificación del gobierno? En principio no y
menos si se continúa con una política donde a los trabajadores se les
sigue diciendo que todo es producto de unos hombres malos, muy malos que
aplican una política de la cual el gobierno como un todo, incluyendo al
presidente Chávez, no tiene ninguna responsabilidad y que por lo tanto
solo debemos esperar que nuestros ruegos y súplicas le lleguen algún día
a sus oídos, claro, después que regrese de Cuba y quizás después de las
elecciones pues de aquí allá va a estar muy ocupado.
Pero se puede revertir la situación encaminándola por verdaderos caminos
revolucionarios y ello solo es posible dándole finiquito a esa política
pequeño burguesa y burocrática que solo frena a los trabajadores en sus
ánimos de buscar la solución a sus problemas con sus métodos de lucha y
bajo sus propias banderas, identificando claramente al contrincante. En
las elecciones de ALCASA los trabajadores no votaron por las corrientes
que se reclaman chavistas, votaron contra ellas. Con una buena
dirección ese descontento se puede fortalecer. Es hora de llamarlos a
organizarse desde cada departamento, en ALCASA y en todas y cada una de
las empresas del estado. Elegir delegados o voceros uno por cada 100
trabajadores y fracción e impulsar congresos o encuentros o plenos por
empresa y a nivel regional donde se elijan Direcciones por empresa y una
Dirección Regional para el combate, igual como hacían algunas tribus
que cuando entraban en guerra, nombraban al más valiente de sus
guerreros como cacique para que encabezara a toda la tribu en el combate
con sus enemigos. Los trabajadores y trabajadoras de Matesi, Comsigua,
Orinoco Irons, Venezolana de Prerreducidos Caroní, Tubos Tavsa y
Cerámicas Carabobo, Ferrominera, Sidor, Bauxilum, Carbonorca, Venalum,
Cabelum, FRIOSA, etc. entre las principales, esperan por un nuevo
liderazgo político sindical para librar los tremendos combates que están
a la orden del día. Derrotar la imposición de presidentes y gerentes en
las empresas de Guayana es un combate que tiene que librar toda la
clase obrera de Guayana, donde los de ALCASA pueden asumir su rol de
vanguardia. Si los compañeros del FSTA quieren asumir el rol de
dirigentes en el terreno, lo primero que tienen que hacer es rectificar
sus métodos de lucha y las banderas bajo las cual luchar. Hay que
hacerlo bajo las banderas reivindicativas y políticas de la clase. Hay
que defender el contrato colectivo violado y exigir la discusión del
nuevo; hay que organizar a todos y cada uno de los trabajadores en cada
departamento o área de trabajo, hay que impulsar un verdadero control
obrero y denunciar el endeudamiento de la empresa con los capitalistas
chinos. No al Fondo Chino, que el gobierno aporte el dinero necesario
para la reactivación de ALCASA y demás empresas de Guayana, usando los
recursos extraordinarios que entran por petróleo y que suman decenas de
miles de millones de dólares, que los trabajadores organizados realicen
una auditoría financiera y técnica de todas las empresas de Guayana,
para sentar las bases de un verdadero control obrero de la producción,
por el desconocimiento de todos los contratos de venta a futuro de
aluminio, hierro, acero y petróleo por ser lesivo a los intereses de la
clase, del pueblo y de la nación.
Llamamos a todos los trabajadores de ALCASA, Guayana y a nivel nacional a
rechazar la destitución inconsulta de Sayago y del también nombramiento
inconsulto del diputado Ángel Marcano como nuevo presidente, pero sobre
todo impulsar con los trabajadores y pueblo en lucha la realización de
una consulta a los trabajadores organizados de ALCASA para que sean
quienes elijan al nuevo presidente y a todo el tren gerencial de la
empresa y que se impulse un Congreso Regional de Delegados de TODOS los
trabajadores de las empresas básicas y en manos del estado, para que
nombren a las autoridades de la CVG , de la Corporación de aluminio, del
hierro y del acero y se ponga en marcha un plan de verdadero desarrollo
autosostenible de las empresas del estado, que sienten las bases de
nuestra independencia económica, lo que solo se podrá lograr, con la
destrucción del capitalismo y la construcción del socialismo.
Corriente Socialista Revolucionaria – El Topo Obrero
26 de febrero de 2012
eltopoobrero27@gmail.com