¿Y qué es eso? Fue la primera reacción dentro de la MUD -del 30%-
decretado por Maduro este primero de mayo lluvioso y con frialdad que
hasta en El Guri llovió que además, entristeció y desanimó a los que
nos quieren que perezcamos de oscuridad total sin cobijas de paz
dentro del amasijo de noticias que salían como ideas de la oposición,
viciadas como eran de confusión e infladas de inflación engañosa que,
a más de uno sorprendió cuando de opinar se trata contra las políticas
del Gobierno Nacional a sus anchas.

Tenemos un gobierno de sordos y de ciegos que, no oyen ni ven, la
realidad socio-económica del país y mientras los precios suben en el
ascensor de las desigualdades, los ajustes salariales nos llegan en
carretillas camufladas que refrescan retroceso, eran las variantes
desinflamatorias pues, que los principales líderes obreros de la MUD
vaciaban a placer a los medios de comunicación que seguían como
penitentes convictos el desajuste que airaba en convivencia sin límite
a los conversos oportunos de vamos de mal en peor sin cambio de
mejoras ya.

Y, Capriles por su parte envuelto en un manto de terquedades en
veremos con gafas oscuras, era uno de los más ardientes propulsores de
más firmas en prontitud que hagan posible salir de este régimen
chavista que aumenta sin saber para qué, cuando ese aumento alcanza
apenas, para un kilo de caraotas, un kilo de papas y si queda algo
alcanzará si acaso para dos canillas y, todavía Maduro se esfuerza en
hacernos creer que vamos para el cielo con ese aumento chucuto cuando,
al contrario debió ser más generoso con los pobres de este país que
están viviendo de ilusiones chavistas de menos por más y, que a decir
de sus rabias acumuladas que eso se debe a la guerra económica contra
Venezuela -¿han de creer?- que, es el tarantín invisible que nos
pusieron por delante como excusa y, sin más precaución soltó, ¿Nicolás
tú como que vives en la luna? Mejor no hubieras dado nada que ahora
tendremos más inflación y estaremos más arruinados. ¡Por Dios,
gobierna como yo en Miranda!

Mientras, en la isla de Margarita, los dirigentes turísticos y dueños
de hoteles que están en la Cámara de turismo se quejaban sin calmantes
de bondades y con entusiasmo de tristeza ponían como ejemplos su
condición de promotores de más turistas acá con hoteles y posadas
vacías que no dan, para cancelar el personal y, ahora con ese gran
aumento habrá que salir de los pocos que quedan en las nóminas, por lo
que ellos sin pasión ninguna afirman que, el ajuste salarial propicia
el desempleo y la quiebra de ellos, lo que contrasta amargamente con
sus políticas de más turistas en la isla y menos gastos en la
infraestructura y desarrollo de atenciones que debilite su porcentaje
adquisitivo de inversión y costos y, nada para sus obreros.

Dentro de la efervescencia de más o poco aumento de lo esperado que
lastima al trabajador en la situación que estamos actualmente fue,
preciso que el presidente de la AN, no cogiera ninguna rabieta
inoportuna que trascendiera los perfiles de su estatus de líder y,
bien informado como está sobre los militares, destapó con lluvia
pasajera cuando soltó su balde de agua y no a El Guri al opinar que,
en reunión de emergencia, celebrada con Maduro, le advirtieron de “que
no asumirían el costo de la represión contra el pueblo en caso de
estallidos, reventones o disturbios por saqueos”, y creemos que por
guarimbas tampoco, a no ser que los reventones sean las mismas
guarimbas en vocabulario propio de su jerga convencional, por lo que
la oposición tiene la vía libre a lo inmediato de su suerte.

Entonces, solo nos queda esperar que la oposición sea poder y con
ellos buenos aumentos salariales que satisfagan las necesidades que
ellos siempre nos han puesto a padecer y, eso desde hace muchos años
atrás y actualmente como oposición golpista, pero como son olvidadizos
y acomodaticios, la vida con ellos será un flujo de felicidad
compartida que dentro del cambio con o sin revocatorio nos han de
deparar, a no ser que ...nos llegué otro sacudón.