Politiporrazo

Conflictividad político-deportiva

Cuando las derrotas reciben muchísima más cobertura que los triunfos, obligatorio pensar que por encima de buena intención de reputados expertos en el análisis deportivo, los reclamantes “jueguen” a exhibir ante la opinión pública “mini complacencias” con lectores, oyentes o televidentes, adversarios de su pensamiento político, conservando en los opositores cierta consideración a su labor periodística.

No los menciono, solo me asalta la duda si lo hacen a consecuencia de su edad provecta, y que al poseer excelentes méritos, ya en la “pasantía” geriátrica son tentados a la “disimulocracia de estilo”, (pensar que así tengo menos problemas sociales sin perder la ideología de izquierda, que me identifica desde joven). Algo así como una especie de culto al criollo “guabineo”. En Cagua, hospitalaria localidad aragüeña, luego de 35 años de haberme mudado procedente de Caracas, vivo feliz y documentado, deformando la frase de García Márquez, quien recordó su etapa caraqueña de reportero y afirmó “El Gabo”, cinco palabras cargadas de cariño por Venezuela, “cuando era feliz e indocumentado”.

En la séptima década de mi nacimiento, a DIOS gracias aún con imprudencias de “juventud acumulada”, no me arrepiento de haber rechazado cargos, consciente de convivir con la multitud de menores recursos, y elevar el espíritu junto a compatriotas que disfrutan una parte de sus aspiraciones, gracias al combativo y combatido lapso del chavismo. Socialista y partidario de la humildad cristiana, pese a no ser practicante, preservo la satisfacción de estar en desacuerdo con determinadas opiniones, expuestas en la prensa impresa, radio y TV, por revolucionarias figuras emblemáticas, pero acostumbradas a su desempeño exitoso de meritorios, a quienes admiro y al mismo tiempo muy cuidadosos de su posición social.

El deporte merece dignamente recopilación de información optimista de toda índole, sin ser excesivamente crueles cuando se pierden bastiones de victorias tradicionales. Se gana o se cae derrotado, y lo digo pues no me parecen justas ciertas amargas críticas a Venezuela, debido a los resultados y la diferencia con Colombia, en los Juegos Bolivarianos 2017. En la histórica Santa Marta colombiana, nuestros atletas fueron víctimas de irregularidades de jueces y árbitros en numerosas competencias, pese a la diferencia notoria del segundo lugar nuestro, con los ganadores No le resto méritos a los deportistas colombianos, pero en Venezuela, por favor no hablemos de despolitizar al deporte, para “politizarlo disimulocráticamente”.



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Luis Sánchez Ibarra


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