Estimado General Manuel Quevedo, reciba usted el saludo respetuoso de la clase trabajadora petrolera. Llega usted a nuestra Industria a escasos días de cumplirse 15 años del inicio del sabotaje petrolero, el más perverso que se ha desatado contra industria alguna en el mundo, aquél que tan aciagos momentos hizo pasar al pueblo venezolano; especialmente a quienes vivimos en áreas operacionales, porque en nuestros espacios casi se podría hablar del combate cuerpo a cuerpo por rescatar la empresa. También llega usted en un momento álgido. Nada fácil para los trabajadores esta coyuntura en la cual sentimos lesionada nuestra moral institucional. Porque no nos podemos caer a engaños, esta situación duele profundamente a la clase trabajadora comprometida; sobre todo porque somos los que ponemos el pecho en la cotidianidad y damos la cara en el día a día de labores, en la calle ante la ciudadanía; y porque en ningún momento ha habido la posibilidad de que los trabajadores seamos consultados para la asignación de cargos de responsabilidad supervisoria, menos aún para gerentes con delegaciones en el manejo de presupuestos.
Me atrevería a afirmar que la sensación de incertidumbre y sentimientos encontrados es muy similar a aquella que experimentamos durante el sabotaje petrolero. En aquél histórico momento el Comandante llamó a los trabajadores comprometidos, llamó al pueblo a tomar las riendas de la Industria; y el pueblo, consecuente con su compromiso revolucionario se empoderó de las áreas operacionales y en 60 días desbarató el entramado golpista, con trabajo y esfuerzo, sin cobrar salarios y hasta sin cargo.
Esta es la razón de esta comunicación a usted, General Quevedo. Honrando a nuestro Comandante, a todo lo que de él aprendimos sobre el manejo soberano de nuestros recursos, apelamos hoy, 2 de diciembre, a escasos días de su nombramiento por nuestro Presidente Nicolás Maduro y a 15 años del sabotaje petrolero. Solicitamos de usted, que al igual que nuestro Comandante, sea uno con el pueblo trabajador, con la clase trabajadora petrolera leal, esa que no ha cesado en su lucha por nacionalizar la Industria desde adentro, desde sus cimientos organizacionales, desde su cultura institucional. Este es un trabajo que no se ha hecho General Quevedo, este es un trabajo que tiene una mora de 15 años. Justamente por no haberse hecho ese trabajo es que hoy nuestra moral institucional está lesionada, porque el burocratismo es enemigo de la transparencia, de la administración honesta y de la planificación con pertinencia técnica y política.
Queremos hacer de su conocimiento que la clase trabajadora petrolera ha crecido en organización, actualmente funcionan organizaciones político-técnicas que están buscando abrirse espacio en la toma de decisiones de la Industria. La Vocería PES-Golpe de Timón, surgida desde el 2015, fue una iniciativa institucional que hoy tiene vida propia, con trabajadores que se mantienen activos políticamente, a la par que hacen su trabajo en las áreas operacionales en todas las Divisiones, ejerciendo sus responsabilidades laborales e impulsando -en la medida que la realidad lo permite- las necesarias transformaciones. Tiene en su haber la Vocería PES-GDT la participación de más de 96 mil trabajadores (hecho constatable si desea auditar el sistema SICOPE), la construcción del Plan Estratégico Socialista 2016-2025 (instrucción dada por el Presidente Nicolás Maduro) y los 5 documentos elaborados en Golpe de Timón (Código de Conducta Ética Socialista, Estatutos de PDVSA, Consejos Socialistas de Trabajadoras y Trabajadores, Injertos Socialistas y Transformación Estructural de PDVSA); estamos constituidos actualmente en el Comité Socialista para la Transformación Estructural, con Comisiones político-técnicas y territoriales. Igualmente está la Juventud Petrolera, surgida institucionalmente en 2016, también es una organización de jóvenes comprometidos en lo político y que desde su conocimiento técnico y su trabajo desplegado en las áreas operacionales y administrativas impulsan en forma permanente la necesaria transformación; tienen representantes en todos los estados y están integrados en Comisiones. Completando la tríada está Petromujer, iniciativa surgida para rescatar y consolidar, dentro de la Industria, los derechos y deberes laborales y ámbitos de acción de la mujer petrolera revolucionaria, también con representaciones en todos los estados e integradas en Comisiones, somos la fuerza feminista revolucionaria de PDVSA.
Estas tres organizaciones, surgidas al fragor de la dinámica revolucionaria dentro de la Industria, y que hoy están consolidadas, no están tampoco divorciadas de las luchas libradas por los integrantes de la organización de sindicatos que hacen vida en la Industria a nivel nacional (FUTPV). La verdad verdadera es que a la clase trabajadora petrolera sólo nos divide la clasificación de nóminas, que es una herencia de las trasnacionales y que aún hoy no hemos eliminado (cosa que solicitó tanto el Comandante Chávez como el Presidente Maduro). Pero nos une el valor superior de amor a la Patria, de compromiso de trabajo que asumimos con orgullo y de dignidad revolucionaria que sembró en nosotros nuestro Comandante.
La Vocería PES-Golpe de Timón, Juventud Petrolera, Petromujer e integrantes de la FUTPV somos organizaciones político-técnicas que pisamos firme General Quevedo. Organizaciones con un mismo fin: hacer de PDVSA una Corporación Socialista Indestructible. No estamos separados. Nos encontramos, coincidimos, nos reagrupamos; algunos militamos sólo en dos o tres porque la edad y los compromisos no nos permiten estar en todas. Somos los "repetidos" en todas las actividades donde se nos convoque y nos necesite la Revolución. Curiosamente, también somos los "repetidos" desde el sabotaje petrolero (con otros que se han venido incorporando), nos vemos en marchas, concentraciones, caminatas, en cualquier parte del territorio nacional. Estamos integrados aún sin haber acordado la integración, porque el espíritu es el mismo, el sentir nos conecta, la necesidad como fuerza impulsora es la misma. Por eso nos denominamos vanguardia, porque lo somos, tenemos la fuerza de Chávez, nos alimentamos de su herencia de dignidad y así, como "no nos da la gana ser una colonia norteamericana", y lo venimos repitiendo vez tras vez en cada concentración, tampoco vamos a dejar esta lucha que gradualmente venimos librando por nacionalizar desde adentro nuestra Industria petrolera.
¿Qué nos falta? Nos falta, General Quevedo, que la directiva, los cuadros gerenciales, se asuman también como clase trabajadora. No negamos el apoyo institucional recibido hasta ahora. Sin embargo ese apoyo ha tenido sus cauces y sus barreras. La clase trabajadora petrolera no acepta apoyo sólo para fotografías, para "selfis", para publicidad. La clase trabajadora tampoco quiere apoyo clasista, ni grupista, ni amiguista, ni sectario. La clase trabajadora tampoco quiere los tradicionales cargos de poder, que tal como están concebidos y configurados alimentan la jerarquía, promueven el burocratismo y anonimizan la ineficiencia y la corrupción. La clase trabajadora tampoco quiere ser utilizada para promover el arte del hacer creer, para la participación hueca, vaciada de contenido y de trabajo de fondo. No aceptamos ser elemento decorativo de participación.
La clase trabajadora quiere meterle el alma hasta el fondo a esta industria para hacer de ella un poder ético, quiere garantizar una gestión transparente y eficiente; para eso requiere ser contralora y auditora. Quiere tener el derecho legítimo de fiscalizar todos los procesos operativos y administrativos para garantizar la administración honesta de esta industria, patrimonio del pueblo venezolano. La clase trabajadora quiere que las decisiones medulares se tomen en consenso con los trabajadores, que las contrataciones de servicios sean procesos verdaderamente transparentes, susceptibles de ser auditados en caliente por los trabajadores, y no a posterior, como se está haciendo ahora, donde las desviaciones se descubren mucho tiempo después. La clase trabajadora quiere conocer los alcances de los acuerdos firmados con las Empresas Mixtas porque sólo así, en las áreas operacionales podemos garantizar que esos acuerdos se cumplan entre ambos socios. La clase trabajadora quiere que los llamados "negocios no petroleros" pasen a ser petroleros. En fin, la clase trabajadora quiere transformación estructural, meterle la lupa a toda la normativa que rige la organización y los procesos hasta desmontar en la Industria el estado petrolero burócrata burgués, herencia de las trasnacionales.
La clase trabajadora petrolera tiene presente las palabras de nuestro Comandante: "…Lo voy a repetir de esta manera ¡con los trabajadores de mi Patria, Chávez se restea! ¡Con las trabajadoras de mi Patria, Chávez está resteado!... que la clase obrera profundice y acelere su papel en la transición al socialismo…" (31-08-2012). Por ello la clase trabajadora también se restea con Chávez y con nuestro Presidente Maduro en la necesaria profundización del Socialismo hasta conformar el Estado Comunal.
General Manuel Quevedo, la clase trabajadora petrolera tiene listas las herramientas de planificación prospectiva diseñadas con criterio científico; tiene el Plan Estratégico Socialista 2016-2025, tiene los documentos para la transformación ética, técnica y organizacional con criterios revolucionarios, tiene las organizaciones político-técnicas para la ejecución y, completando los requerimientos, tiene la dignidad, el coraje, la ética y la voluntad incansable para abordar la transformación en la Industria. Erradicar desde sus cimientos la perversa cultura corrupta, heredada de las transnacionales, no es trabajo de la Fiscalía ni de los cuerpos de seguridad; esa es una tarea histórica que sólo puede hacer la clase trabajadora petrolera. Tiene usted la palabra, General Quevedo; ¡Bienvenido a este momento histórico y este ámbito de lucha!
¡Independencia y Patria Socialista!
¡Viviremos y Venceremos!
¡El sol de Venezuela nace en El Esequibo!