¡Lecciones de Chávez!

Las candidaturas revolucionarias no son faranduleras, ¡dejemos los estúpidos prejuicios!

El pueblo venezolano le va a demostrar al mundo de lo que es capaz,

de qué barro estamos hechos, qué  semilla tenemos en las venas,

qué nos corre por el corazón: ¡Patria, libertad, justicia!..

Hugo Chávez

Discurso en el Palacio Federal Legislativo, 19-09-2000

Quiero, a partir de este artículo, retomar con recurrencia la batalla de las ideas en este foro. Ahora, deseo hacerlo desde las ideas de nuestro Comandante; nadie como Chávez para hablar a nuestra conciencia; pero especialmente, nadie como nuestro Chávez para hablar a la integridad de nuestro corazón, al sentir de ese espíritu combativo que desarrollamos bajo su guía indeclinable, que se bate en cualquier frente por ideales de dignidad. Ese es parte vital del legado del Comandante.

Por eso considero necesario en estas líneas hablarle a la conciencia, a la lógica de los revolucionarios que comparten en este foro. En mí  último artículo hacía referencia a lo exacerbada que veía la crítica revolucionaria, sobre todo a una crítica descarnada e inclemente contra el gobierno del Presidente Maduro. Y ciertamente los criticólogos nuestros se han desatado. Leyendo Las líneas de Chávez, específicamente la N° 6 (02/02/2009) -se acercaba el referendo por de La Enmienda-, el Comandante invitaba a no gastar pólvora en zamuro ningún revolucionario, ningún grupo o fuerza verdaderamente popular, debe tomar el sendero de la anarquía, haciéndole el juego a la oposición, a los enemigos del pueblo.

En la nueva batalla electoral que debemos enfrentar ya no tenemos al Comandante en el frente de lucha. El presidente Maduro está haciendo un trabajo admirable el trabajo que le encomendó Chávez ¿por qué tenemos que perder la perspectiva en cuanto a las prioridades? ¿O es que vamos a asumir la actitud estúpida y perversa de, como las cosas no se hacen como yo digo, pienso o me da la gana que sea, entonces no se están haciendo bien? Hay críticas tan descabelladas de parte nuestra que la oposición no necesita que ninguno de sus voceros diga absolutamente nada. ¿Les vamos a hacer el trabajo a los canallas de siempre?

Y no se trata de la crítica en sí misma. Se trata de que la crítica enfocada desde la descalificación absoluta a la gestión revolucionaria. Se trata de que se hace crítica desde la generalización cuando en realidad se está hablando de particularidades. Hasta en Rebelión salió un artículo donde se cuestiona, con argumentos fútiles, la decisión del Presidente Maduro con respecto a las candidaturas para la elección de alcaldes.

Voy ahora a la propuesta de Winston Vallenilla y el Potro Álvarez quiero respetar su apodo porque es parte de nuestra idiosincrasia, el Comandante se asumió con mucho orgullo como Tribilín, el arañero-. Estos muchachos, ¿qué importa que no tengan carrera política? ¿Acaso el Comandante la tuvo antes de llegar a la Presidencia? Y ha sido el mejor Presidente de la patria, a las pruebas me remito. Y me atrevo a decir algo, estos muchachos han hecho política desde sus propias actividades profesionales. ¿Alguien puede negarlo? Sería mezquino.

Voy por más ¿Acaso dudamos del poder transformador de la conciencia que tiene la Revolución? y aún más, ¿Acaso dudamos del poder transformador que sembró el Comandante? ¡No dudemos camaradas! ¡No dudemos! Estos muchachos tuvieron la oportunidad y el privilegio que no tuvimos muchísimos- de compartir de cerquita, allí, muy juntito, con nuestro amado Comandante y yo no dudo del poder transformador de Chávez con cada palabra, con cada gesto, con su grandeza de humanidad, con el poder de su amor que era mucho y todos los que lo amamos lo sabemos! El Comandante ha de haber insuflado el alma de esto jóvenes hacia metas más nobles y emprendedoras para continuar la lucha por nuestra dignidad!

¿Por qué no? ¿Por qué un cantante y jugador de béisbol no puede tener funciones políticas? ¿Por qué un animador de programas de tv no puede ser postulado a un cargo político?. Dejemos los prejuicios estúpidos y la eterna descalificadera con argumentos mediocres. Lo que hay detrás de esa descalificación es la visión miope de creer que sólo puede ser político quien tenga una formación académica afín al ejercicio público. Eso es parte de lo que el academicismo estupidizante ha hecho en la mente de los ciudadanos. Por eso al pueblo, históricamente -e histéricamente-, se le ha cuestionado el derecho de ejercer funciones públicas, porque no está preparado; habría que preguntarse, ¿Desde cuál perspectiva y desde cuáles intereses no está preparado?

Chávez también probó, y no pasaron la prueba, a unos cuantos que por tener pedigrí marxistoide creyeron que eso los facultaba para conducir la revolución. Pero realmente no lo estaban y resultaron peores que otros que nunca fueron ni fidelistas ni guevaristas ni marxistas. Recordemos esas lecciones; abandonemos de una vez la memoria cortoplacista. Esta revolución es un proceso  en toda la completitud que implica esta palabra. Todo se deconstruye y se reconstruye en una dialéctica permanente. Sólo el capitalismo siembra prejuicios, por lo tanto si nuestra lógica está prejuiciada entonces está contaminada con la lógica capitalista.

Esta batalla es decisiva y definitoria para medir la fuerza de la Revolución. Pero también lo es para pulsar la estabilidad de la revolución sin la presencia física de Chávez. La oposición siempre llamó a Chávez portaaviones en época de elecciones, para ellos nuestros candidatos ganaban sólo por Chávez y porque el pueblo chavizta estaba conformado por focas que, sin conciencia, votaban por quien dijera Chávez. Parte de la crítica que se está haciendo desde las filas revolucionarias genera confusión, desaliento y da pié a que algunos de los nuestros, que aún no tienen una ideología sólida, crea que quienes rodeaban a Chávez no estaban preparados. Ese fue el discurso que tempranamente comenzó a difundir en la oposición cuando empezaron a darse cuenta que el Comandante era invencible en cualquier frente de lucha que los miserables abrieran pretendiendo derrotarlo: el problema no es Chávez, sino los que están alrededor de él. Con eso hacían creer que no tenían nada en contra de Chávez, sino de quienes lo acompañaban en la gestión. Pues ahora, uno de los que rodeaba a Chávez está al frente de la gestión. ¿Vamos a seguir en la eterna estupidez?

Apelo a la integridad revolucionaria. Apelo al rescate de lo más noble que el Comandante sembró en nosotros: ¡somos un pueblo noble, trabajador, luchador, combativo, digno! Como decía mi Comandante no es poca cosa lo que hemos hecho. No es poca cosa lo que Maduro ha hecho. No es poca cosa lo que el Ejecutivo Nacional ha hecho, no es poca cosa lo que la Fuerza Armada Bolivariana ha hecho, ¡no es poca cosa lo que el pueblo revolucionario ha hecho camaradas!! Con todas las equivocaciones -que se van a seguir cometiendo porque en este proceso político nada está dicho, todo está en construcción- ¡la revolución bolivariana es lo mejor que le ha pasado a nuestra patria! ¿Vamos a menospreciar el aporte que cada venezolano ha dado desde su trabajo, su acción política y sus ideas? Basta de descalificaciones arbitrarias. Critiquemos construyendo, edificando, promoviendo los ideales revolucionarios que son tangibles en muchos de nosotros, unos en mayor grado que otros por supuesto, porque el crecimiento no es estándar, ni uniforme, cada cual crece a su ritmo.

Creo firmemente en la moral revolucionaria construida por nuestro amado Comandante, porque no nos quede duda camaradas, antes de la llegada de nuestro Comandante, nuestra Nación tenía sus símbolos formales bastante definidos; pero el ser de nuestra Nación estaba desconfigurado. Chávez tomó para sí la tarea de configurar nuestro ser venezolano. Y ese ser lleva como médula la llama sagrada de la dignidad, la justicia, la libertad el Comandante nos lo dijo el 8 de diciembre cuando se despedía de nosotros él sabía que se estaba despidiendo  por eso apeló a lo más sublime que como pueblo tenemos, el fuego sagrado de la dignidad.

Somos un pueblo digno. Los revolucionarios somos dignos. Cualquier revolucionario auténtico está en capacidad de asumir cualquier esfuerzo, cualquier trabajo en función de la revolución. No se justifica que descalifiquemos a estos camaradas que han salido al frente de lucha a combatir por preservar la revolución. Habrá quienes estén en la revolución por los panes y los peces, pero no son la mayoría, la mayoría está por la dignidad de la patria, por continuar aportando a la lucha para la construcción de la patria socialista que necesitamos y que nos merecemos.

Creo firmemente en todos los cuadros revolucionarios que formó Chávez. Y creo en la acción formadora de su mensaje. Y creo que nosotros, el pueblo revolucionario, tiene la absoluta y plena capacidad de, ahora más que nunca, cuando nuestro Comandante no está físicamente, demostrar al mundo de lo que es capaz, de qué barro estamos hechos, qué semilla tenemos en las venas, qué nos corre por el corazón: ¡Patria, libertad, justicia!

¡Independencia y Patria Socialista! ¡Viva Chávez! 

Marymadueno@gmail.com

 



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Mary Madueño


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