Cuando Nicolás Maduro anunció la mal llamada "reconversión" monetaria, inmediatamente escribimos, que la misma sería un aumento disfrazado en el precio de los combustibles y servicios¹, y que todo ello, no era más que un paquetazo de medidas económicas que venía sobre el pueblo. Nuevamente los días nos dieron la razón.
En efecto, el madurismo se hace llamar "socialista", pero en la praxis aplica la más neoliberal y salvaje medida que ni siquiera el más rancio gobierno capitalista de Carlos Andrés Pérez aplicó en su segundo mandato, y que por aumentar Bs. 0,25 mensual en cada litro de gasolina - el llamado "mediecito" de la época - se generó la explosión social del27 de Febrero de 1989, y que tal incremento fue lo que generó la mecha para que el pueblo enardecido saliera a protestar no sólo contra las medidas económicas que nos impusieron, sino contra años y años de empobrecimiento, desidia y corrupción, lo que a la postre dio paso al levantamiento militar liderado por Hugo Chávez el 4 de Febrero de 1992,y que también originaría la salida de Pérez del poder en 1993.
Ahora, Nicolás Maduro con su cara tan lavada, después de haber escuchado a sus "asesores", - entre ellos el "constituyente" y supuesto experto "petrolero", David Paravisi ²- decide que la gasolina se venderá en el mercado interno a "precio internacional"³, mientras el salario mínimo de los trabajadores ni siquiera llega a un dólar mensual, según la tasa oficial fijada para el mercado de remesas⁴.
En otras palabras, queda comprobado que este no es ningún gobierno "socialista", y menos amparado en ideas de justicia social o de acompañamiento al pueblo, sino por el contrario, se ha subyugado hacia los intereses más capitalistas de las perversas transnacionales de los rusos y chinos quienes se prestan para comprar Petróleos de Venezuela (Pdvsa) a través del denunciado Sistema de Inversión y Registro de Crudo (Sirec)⁵, no sin antes que el propio madurismo les despeje el incremento en los precios de los combustibles hasta niveles internacionales, como requisito sine qua non para ejecutar la transacción de remate sobre Pdvsa, lo cual además se convierte en traición a la patria.
Para la crápula madurista pareciera que la historia solo funciona a su favor. Verbigracia, si Pérez aumentaba la gasolina en medio mensual por litro, representaba un gobierno entregado a los más oscuros intereses del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) en contra del pueblo, pero si ellos deciden que la gasolina deberá venderse en precios internacionales en cada litro, pero que además un venezolano tenga como salario menos de un dólar al mes, es porque ellos "si representan a ese pueblo" ¡Tamaña aberración!
Hemos dicho que el madurismo se debate entre el suicidio y la eutanasia⁶, y con esta medida que acaba de anunciar el propio Nicolás Maduro, no nos queda duda, que entre cualquiera de esas dos alternativas ha sido la decisión de muerte para este gobierno. Lo insólito de esta decisión es que el gobierno jura que detendrá la hiperinflación, máxime cuando el país está colapsado en los servicios públicos, como por ejemplo la destrucción eléctrica que atraviesa el Zulia, sin obviar las inundaciones que están afectando a más del 50% del territorio nacional, con el agravamiento de fuertes epidemias que van a generarse con seguridad en los próximos días.
El madurismo es la más putrefacta bazofia política que ha podido tener Venezuela desde que existe el poder. No sólo es que estamos hablando de un gobierno ineficiente, ineficaz, ramplón, mentiroso y corrupto, sino que además son unos individuos insensibles que al apoyar semejantes medidas en relación con los precios de la gasolina y congelamiento de los salarios, nos les importa el que niños, mujeres y hombres tengan que comer de la basura, o que nuestras enfermeras y médicos tengan que anunciar una protesta hacia Miraflores, tanto por los miserables salarios que devengan, como por la quiebra del sistema de salud.
Ya saldrán los maduristas a defender lo indefendible. Es vulgar, obsceno y criminal que un presidente de la República de la nación con las mayores reservas probadas de petróleo en el mundo, le diga a su población que deberá pagar la gasolina conforme son sus precios en Estados Unidos o Europa, países en donde el nivel de vida de los ciudadanos se mide por ingresos anuales en miles de dólares, mientras que los ingresos por año de un trabajador en Venezuela, ni siquiera llega a los 10 dólares al año, según tasa oficial.
Si el madurismo decide vender la gasolina en precios internacionales, no puede pretender que los trabajadores nos quedaremos inertes con salarios que ni siquiera llenan las mínimas expectativas de un trabajador en cualquier país del mundo, y en especial en consonancia con América Latina. Debe tener claro que exigiremos salarios en niveles internacionales. Si el madurismo se niega a aceptar las exigencias de los trabajadores, todos iremos hacia una huelga general indefinida, o sea, sin fecha de caducidad hasta que esta pesadilla termine. A propósito de ser ciego. Quien tenga ojos que vea.
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¹ https://www.aporrea.org/economia/a266970.html
² https://www.aporrea.org/economia/a256445.html
⁴ https://www.aporrea.org/economia/n329678.html
