Dos veces recientemente, al menos que sepa este cronista, han entrevistado en VTV a la encargada del Ministerio del Poder Popular para Educación Universitaria en Venezuela, Lic. Sandra Oblitas. En ambas, y tal vez porque los entrevistadores no plantearon el asunto del sueldo de los trabajadores universitarios, hoy tan precarios en todos los niveles y modalidades del sistema educativo y toda la nómina pública, no abordó esa papa caliente. No obstante que en la primera ocasión fue en el programa "A pulso" que conduce los viernes a las 10 de la noche el presidente de VTV y es tan incisivo. La otra vez fue en el programa que conduce el hermano del Comandante Hugo Chávez, el Profesor Adán, también rector de la UNELLEZ, actitud que es más comprensible.
En ambas ocasiones prefirieron hablar del asunto de la matricula estudiantil, de los éxitos en la asignación carreras a los nuevos bachilleres y al crecimiento sostenido de la cobertura del subsistema de educación universitaria que, en comparación con la realidad del sector 20 o 30 años atrás, ha tenido un desarrollo de aquí a la luna.
Nos preguntamos si es que ese Despacho perdió toda competencia en materia salarial y se ocupa sólo de las políticas públicas del Estado Venezolano en materia académica y ha pasado ser materia exclusiva del de finanzas, economía y planificación o la Vicepresidencia de la República y en última instancia del Poder Ejecutivo. ¿No entenderán que la satisfacción laboral constituye un aspecto de particular importancia en cualquier organización?
Aunque de manera tangencial en Profesor Adán se refirió a la situación compleja que aún vive el país y las universidades demandan muchas cosas, por lo que ya sabemos que las sanciones internacionales o medidas unilaterales, coercitivas e inhumanas tienen al país al límite de la crisis. Y por eso los trabajadores universitarios especialmente nos estamos comiendo un cable.
Por eso nos sorprendió una especulación que primero oímos en el Noticiero Radio Minuto a las 7 am este miércoles o jueves pasado y luego confirmamos en medios digitales. A saber, que presuntamente habrá un aumento salarial en octubre o noviembre en un monto no mayor a cien dólares y que por razones electorales y como como consecuencia del "Diálogo Tripartido". A caray, la cosa es para agarrar palco. Así dice la nota de El Nacional (Caracas, 29 de agosto de 2023):
En el Foro Social realizado entre febrero y abril de este año, los integrantes elaboraron un Plan de acción a ser ejecutado por la administración de Maduro. En aquel entonces, se aclaró que el evento no obligaba a la fijación de un nuevo salario mínimo y, de hecho, cuando Maduro hizo los anuncios en mayo, aumentó los bonos hasta 70 dólares, pero sin incidencia en el ingreso de los trabajadores, el cual quedó en los mismos 130 bolívares de marzo del 2022.
No obstante, en ese plan, se hizo el compromiso de formalizar una instancia técnica para definir un método para la fijación del salario mínimo, "dentro de una política integral de impulso a la producción, a fin de recuperar el poder adquisitivo de los trabajadores, el cual debe ser dinámico".
Para ello se debía tener en cuenta:
*Las variables e indicadores económicos pertinentes
*Los indicadores sociolaborales
*El crecimiento económico
*Evaluación del impacto del tema sancionatorio, dado que es una realidad que afecta la situación económica del país y la disponibilidad del Gobierno para realizar ajustes salariales.
Hasta el cierre de esta nota, ningún vocero del gobierno se pronunció sobre si habrá aumento salarial o no.
Así están las cosas, porque las preocupaciones del trabajador respecto del salario mínimo son una amenaza frente a las próximas elecciones, además ello vendría a expresar cómo están funcionando los acuerdos y que el aparato productivo se va recuperando, ¿impresiones subjetivas? ¿Sólo efecto de prejuicios, como sostiene un amigo?
