El
tiempo que sigue pasando sin que se haya resuelto la disputa en torno a
la UNT puede afectar a corto plazo la estabilidad misma del proceso
revolucionario. Guardando las diferencias, en el movimiento obrero
ocurre lo mismo que está pasando en el sector universitario, en donde
la ausencia de políticas revolucionarias en nueve años ha permitido el
nacimiento de un movimiento social opositor.
¿Qué
tenemos hasta ahora con relación a la UNT? El plan expresado por la FBT
en enero de este año, de promover la eliminación, liquidación o el
desconocimiento de la UNT como central sindical bolivariana, y
construir un parapeto burocrático que pudiera ser controlado por los
“verdaderos socialistas y revolucionarios” (como ellos se proclaman),
no ha tenido muchos avances, pero tampoco ha sido derrotado por los
trabajadores bolivarianos.
No
ha surgido hasta el presente un bloque unido de los sectores
revolucionarios y clasistas que reivindicamos la vigencia histórica de
la UNT y que estamos por su permanencia y fortalecimiento. Aquí en el
Zulia nos hemos unidos todas las tendencias (Futez-Ccura, CTR y PCV),
pero a nivel nacional observamos que continúa el divisionismo y el
sectarismo por razones subalternas, que deberían dejarse de lado en
esta coyuntura crucial para el futuro del movimiento obrero venezolano.
La
FBT ha avanzado a lo largo de este año 2007, a través de su práctica
política al frente del Ministerio del Trabajo, a convertirse en un
instrumento de la burocracia más retrógrada enquistada dentro del
chavismo, dispuesta a vender los intereses de los trabajadores a cambio
de puestos y parcelas de poder en el gobierno bolivariano. Lo ha
demostrado con su conducta ante la discusión del contrato petrolero, en
lo referente a la contratación de los empleados públicos, y en el
tratamiento particular que están realizando en las distintas
inspectorías del país cuando se trata de decidir entre los intereses de
los trabajadores y los del patrono.
La
FBT, a través del control que ejerce sobre el mintrabajo, está sentando
las bases para generar una crisis de grandes proporciones en el seno
del movimiento obrero bolivariano. La conducta liquidacionista que
promueve la FBT genera y seguirá generando el desconcierto y la
dispersión dentro del movimiento sindical revolucionario. En esto
influye la propia debilidad de las tendencias clasistas, que parecen no
tener la suficiente fuerza como para derrotar políticamente a la FBT,
mediante contundentes movilizaciones de trabajadores que rechacen las
propuestas liquidadoras hacia la UNT. La FBT tampoco tiene la fuerza
para liquidar a la UNT y derrotar a las tendencias liderizadas por
Orlando Chirinos y Marcela Máspero (objetivo explícito que la FBT se
propuso en su congreso de enero pasado).
De
esta confrontación, el resultado previsible pudiera ser el surgimiento
de un movimiento obrero opositor, con nuevas caras, distintas a la ya
caduca dirigencia cetevista (algo similar a lo ocurrido con el
movimiento estudiantil). Por ahora no se ven manifestaciones reales de
esta probabilidad, pero es indudable que el vacío político que está
generando la ausencia de una central de trabajadores bolivariana,
tenderá a ser llenado por alguien. Y ese alguien puede ser un nuevo
movimiento de trabajadores que se deslinde de la revolución, y se
oponga a ella, bajo la manipulación de las fuerzas imperialistas que
hoy conspiran para derrotar a la revolución bolivariana.
Para
evitar que este escenario nefasto siga construyéndose, es
imprescindible unir a todas las tendencias verdaderamente clasistas,
revolucionarias y socialistas de los trabajadores venezolanos, para
enfrentar y derrotar al liquidacionismo de la FBT, y garantizar la
continuidad, el fortalecimiento y la legitimidad de la Unión Nacional
de Trabajadores.
Es
imprescindible la unidad entre Marcela Máspero, Orlando Chirino y
cualquier otro sector clasista y socialista dispuesto a fortalecer a la
UNT. Es necesario convocar de inmediato a las elecciones por la base de
un nuevo comité ejecutivo de la UNT, y efectuar este proceso electoral
así tengamos que ir en contra de las trabas y saboteos que seguramente
realizarán la FBT y el Ministerio del Trabajo.
El
pueblo trabajador requiere de una UNT legítima y fortalecida, que
encabece la participación de los trabajadores en este proceso en que se
disputa el rumbo de la revolución bolivariana. Si no logramos este
objetivo, probablemente se ponga en riesgo el rumbo revolucionario del
proceso, o sus debilidades finalmente permitan al imperio derrotarnos.
Estamos a tiempo de construir un instrumento fundamental de esta
revolución bolivariana, la Unión Nacional de Trabajadores.