Dentro de pocos días estaremos celebrando una fecha más de las jornadas de lucha efectuadas por trabajadores y trabajadoras de Chicago en 1886 por lograr la reducción de la jornada laboral a ocho horas diarias, por todos es conocidos que en la mayoría de los países del mundo se celebra esta fecha el día del trabajador y trabajadora, aunque también es bueno recalcar que en Estados Unidos, donde se desarrollaron los hechos, se celebra el día del trabajo en septiembre porque según sus gobernantes celebrar el primero de mayo sería como aceptar las ideas socialistas que impulsaron esta jornada hace ya tantos años.
En Venezuela, donde sí celebramos la fecha, es propicia la oportunidad para efectuar una sería critica y autocritica al proceso de liberación nacional que vivimos: no hemos sido eficientes en la urgente labor del fortalecimiento de la clase obrera como clase llamada a ser vanguardia en la construcción del socialismo, tampoco lo hemos sido en la superación del sindicalismo desfigurado y convertido en mafia por un sindicalismo clasista que acabe entre otras cosas con la atomización del movimiento obrero y mucho menos hemos sido eficientes en la implementación en todos los centros de trabajo públicos y privados de los Consejos Socialistas de Trabajadores y Trabajadoras; son tareas impostergables si de verdad queremos trascender la etapa de liberación nacional por la de liberación social y emprender rumbo definitivo hacia el socialismo, que aun solo se anuncia, y que no será verdad hasta que cambien las relaciones de producción y la propiedad privada sobre los medios fundamentales de producción; esto para los reformistas, oportunistas y burgueses sonará a disco rayado pero para los revolucionarios honestos y comprometidos es una verdad del tamaño del sol. El socialismo como formación económico-social tiene sus particularidades según el país y el tiempo histórico en el cual se intente construirlo, pero hay cuestiones que son parte de su esencia y una de ellas es la participación protagónica y de vanguardia de la clase obrera en sus construcción junto a las demás clases y capas sociales de oprimidos.
Este año 2.010 tenemos dos grandes tareas, la primera es movilizarnos por una Ley Orgánica del Trabajo revolucionaria que plantee importantes conquistas reivindicativas a favor de los trabajadores y trabajadoras y avances políticos, que aun en el marco del estado capitalista que existe en nuestro país, vaya abriendo causes para la liberación social a través del empoderamiento de los trabajadores, por eso desde el PCV planteamos que la nueva Ley (que hasta ahora no aprueban el AN), contenga la figura de los Consejos Socialistas de Trabajadores y Trabajadoras como eje político central de la misma, esta Ley seguirá siendo una Ley en el marco de un estado capitalista, seguirá siendo un cambio en la superestructura pero representaría un gran avance; y como en todo está presente la lucha de clases y la correlación de fuerzas, la clase obrera necesita movilizarse para derrotar a los sectores de derecha que apuestan a no lograr este instrumento. La otra tarea es derrotar a la oposición el próximo 26 de septiembre.
Sin clase obrera solida, consciente y revolucionaria no habrá socialismo.
P.S Nuevamente a nombre del Partido Comunista nos hacemos solidarios con los trabajadores del sector salud y hacemos un llamado a la Gobernación del estado Bolívar a fin de que cancele de inmediato las deudas con estos servidores públicos.
Militante del PCV
www.twitter.com/edgarmelendez79