¡Qué vaina tan espantosa! Europa en la oscuridad total, sin la
presencia de la Tintori. Europa revuelta y fría de emociones y, una
calamidad más para la humanidad al quedar ciega de alegría y, en lo
adelante dependerá más del gobierno de los EEUU, desnutrida de
emociones como van a quedar los europeos. Se presiente que el
nutriente de su felicidad quedó en manos de la dictadura y, por la
flatulencia del escándalo es posible que Europa agonice de
sufrimientos, al quedar colgada de ilusiones de ver y tocar -a la
Tintori- como una milagrosa americana del encanto natural que, a su
paso por Europa sería otro fenómeno más por encima del fantasma
envuelto por el manifiesto comunista cuando los cobijó en su
oportunidad con la trinchera de las ideas sobre el proletariado.
¿Y, ahora qué, reclama el público? ¿Acaso Europa se convertirá en un
conejillo de indias? Sacado del sombrero de Maduro, cuando florecía de
entusiasmo con el papa fuera de Italia pronto en Colombia y, ellos que
serían bañados de inmediato por la frescura de la madurez de la
Tintori, comienzan a sudar de rabia al quedarse con las manos
estiradas el presidente francés Macron y, sin esperanza de abrazarla
permanecerá, la canciller alemana Ángela Merkel y distraída sin olfato
solidario está Theresa May, la primera ministra del Reino Unido y, con
mayor destemplanza sin cordura de templanza y con vómitos frescos
encapuchados de tormenta, Mariano Rajoy, la exquisitez del gobierno
español, quien posiblemente iría a repartir entre los pobre españoles
los 200 millones de bolívares transformados en euros que harían
milagro supersticioso sin el papa Francisco en Europa.
Lo que ha pasado dicen, las sagradas escrituras del presente, no tiene
perdón de Dios y quien haya cometido tal blasfemia política, morirá en
el calvario de sus angustias con raras penas al cortar la fraternidad
de los poderosos europeos, como poder satisfechos de astucias que con
el pincel de la cofradía entre gobiernos, serían capaces de enjuiciar
lo que nos queda de gobierno al lado de la ANC que, anda atascada de
investidura en que muchos dudan si solventará los problemas del país
con la Tintoti presa de angustia, sin poder disfrutar de la compañía
de los gobernantes neoliberales europeos que la tienen como la
princesa encantada que solventa su belleza con la paz con la que juega
donde haya una calle libre que en el pasado no lejano fueron muchas.
Y lo peor de todo es que Venezuela últimamente tiembla y el huevo pasó
de los 1000 bolívares y, lo esconden a ver si pronto llega al millón
como huevo de oro que por culpa del gobierno y no de la Tintori,
rebasó el espectro de la confianza en subida libre y, más bien ella
iba a Europa e envolverlos con el pabellón de la confraternidad que
Europa nos bien vea, como los forjadores de entre más vivamos más
padeceremos, sino salimos a tiempo del mal que nos incomoda que, la
Tintori tiene la solución en su manos de juntar corazones sin mucha
sabiduría.
Nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde -reza el dicho- y,
nosotros no fue que lo perdimos, sino que nos confiscaron las ideas
que la Tintori llevaba envueltas de prostestas a Europa y, Europa
sabiendo de su perdida sin su presencia, desnuda de conocimientos
políticos ha quedado y si algún día despierta con justicia, ese día
Venezuela sabrá que valió la pena no dejar salir del país a la
Tintori. Y quien lo dude que despierte de ese mal sueño que más sabe
el diablo por viejo que por pendejo.
