Actualmente se desarrolla en todo el país el denominado proceso de adecuación de estatutos, estructura y funcionamiento de los consejos comunales constituidos bajo el régimen anterior, para lo cual, el ministerio del poder popular para las comunas y protección social, dictó en fecha 11/02/10 la resolución que fija las normas que regulan el referido proceso, de acuerdo con el nuevo texto de la Ley Orgánica de los consejos comunales, publicada en Gaceta Oficial el pasado 28 de diciembre de 2009.
A tal efecto, los promotores sociales y los equipos de trabajo de los entes adscritos al Ministerio con competencia en materia de participación, Fundacomunal y Fondemi, así como luchadores sociales del frente Francisco de Miranda y comuneros de la Escuela para el fortalecimiento del poder popular han sido instruidos para desplegar todo su esfuerzo en las tareas y el acompañamiento social que implican el cumplimiento de esta ardua labor, la cual pasa por la realización de diversas asambleas de ciudadanos(as), la elección y registro de la comisión electoral permanente, así como la de voceros(as) principales y suplentes de las distintas unidades que conforman el consejo comunal, y finalmente el registro correspondiente en la taquilla única de registro del poder popular y la liquidación de la cooperativa Banco comunal.
Durante el desarrollo del proceso de adecuación, de manera recurrente, hemos sido receptores de diversos planteamientos y quejas por parte de voceros(as), ciudadanos(as) y comunidad en general relacionados con la nefasta reproducción de las vergonzosas practicas de clientelismo político del pasado, asentado fundamentalmente en la vulnerabilidad social, la desinformación, la carencia y el desarraigo presente todavía en nuestras comunidades, y direccionado por quienes insisten en perpetuar la no interferencia de la comunidad en los procesos decisorios, cancelando así cualquier forma de expresión autónoma por parte del pueblo, y en algunos casos, con la anuencia de quienes desde las instituciones, debiendo fomentar la transparencia de estos procesos, terminan utilizando el aparato y los recursos del estado para materializar todo un conjunto de transacciones que atentan contra el reconocimiento de la dignidad de quienes consideran sus subalternos.
Nadie debe dudar que las tareas para el fortalecimiento del poder popular y la profundización de la contraloría social, deben ser, ahora más que nunca, prioridad fundamental de la revolución, traducidas en lucha consciente por la construcción de espacios que hagan posible el florecimiento del “nosotros” y la liberación de los genuinos poderes creadores del pueblo.
Solo el pueblo salva al pueblo.
Patria, socialista o muerte, Venceremos.
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