Estamos en un tiempo mecanizado que fue criticado en su oportunidad por Sábato, donde expresaba lo diabólico del mundo material y por esta causa su cosmovisión sería formar delincuentes, risas artificiales y un individuo alienado por el mercantilismo. Es como sí fuese un torneo medieval., donde cada uno de nosotros estaríamos enterrado en un cementerio geométrico donde la conciencia y los sentimientos poco valen.
Se debe abrir el abanico para formar un amplio frente obrero como profesional y de esta manera direccionar una imagen pública. Es un desafío, que cerrará en el 2012, el ciclo de una historia y los principios de una filosofía que determinará en el otro paso del tiempo, la verdadera conciencia de clase. Ahora. Éste distanciamiento del pasado, nos acercara a la unidad que tanto estamos pregonando y donde el gobierno debe atacar con severidad la inseguridad y la corrupción.
Para el género que desea visualizar en Latinoamérica una nueva sociedad, debe cristalizar una conciencia libre que le permita avanzar hacia el humanismo. El asunto es interrumpir la cadena opresor- oprimido, en este sentido, debemos luchar contra la codicia y la deshumanización que origina el capitalismo que esta legitimado por la nueva tradición cristiana calvinista y le da fuerza a Israel a maltratar y matar con feroz egoísmo a los más débiles.
En esta era moderna es necesario criticar los paradigmas fundamentales para romper su esencia y formar un gran movimiento humanista que determine las distintas paradojas de una realidad que determina masificar las masas en un solo nivel de conciencia. Hay que acabar con las utopías en América Latina y buscar una sola vía viable para la modernización del Estado a través de la verdad, donde, las emociones deben ser muy bien calculadas para evitar el fracaso.
Necesitamos una sociedad sin distingos sociales, pero organizada y jerarquizada, que, pueda integrar a la familia hacia motivos de acciones esperanzadoras.
El Socialismo Democrático del Siglo XXI se gana pulso a pulso, con mucho trabajo, donde la confianza es el eslabón primordial para lograr una palomilla en la justicia social. El pasado, no volverá la tranquilidad, solo construiremos el futuro, cuando entendamos que ésta sociedad se encuentra fracturada por los rencores del pasado y la mala dirección de algunos partidos políticos que se olvidaron de nuestras necesidades familiares.
Ahora existe un camino al futuro, pero, tendremos que potenciar la seguridad.
Se debe hacer una lectura de nuestro mundo político y dejar las ficciones históricas. Es necesario aportar una crítica positiva al discurso oficial, teniendo una visión profunda de la historia ideológica de nuestro siglo XXI. Es una gesta que nos revela la cotidianidad de una realidad que determina el intercambio de ideas en una sola fuerza política, donde el programa determina la importancia de una ley comunal al servicio de los pueblos.
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Edo Carabobo, Venezuela,