Verdaderamente no me preocupa, por ahora, que se sancione la Ley de Salud.
La costumbre cenacular de tomar decisiones por una minoría en nombre del resto del pueblo (representatividad), continúa vigente. Grupos poderosos, con intereses verdaderamente oscuros, grupales e individuales, continúan influyendo y legislando a favor de intereses economicistas, en su afán de acumular dinero. Trabajan como si Chávez y la Revolución Bolivariana , tiene los días contados en el poder.
El proyecto aprobado en primera discusión por la Asamblea Nacional , tiene ribete “miquelinista”. Conserva por ejemplo, dentro de su definición política fundamental a la descentralización de la Salud ; igual, como nos la supieron colar en la Constitución de 1.999. Por fortuna nuestra Constitución, es perfectible.
Veamos. Barrio Adentro es ilegal. No existe Ley que lo sustente. Pero por encima de lo legal, esta lo Constitucional. Barrio Adentro es Constitucional. Garantiza derechos supra-constitucionales, como lo son la Salud y la Vida. Barrio Adentro ha resultado ser la experiencia SOCIAL, más exitosa del planeta, en lo que a política de justicia e inclusión social se refiere. Tan importante ha sido, que hoy por hoy es referente mundial en salud y, su éxito entre otras cosas radica, en que es el resultado y da respuestas a las necesidades sentidas del pueblo, basándose mas en los hechos, que en el derecho (es decir la Ley ).
En mi artículo de fecha 25/12/10, solicitaba al Comandante Presidente que a través de la Ley Habilitante , decretara el Sistema Público Nacional de Salud para Garantizar plenamente la Salud del Pueblo. No solo hay que romper la columna vertebral del modelo burgués de la Salud , hay que romper el modelo burgués de legislar. Solo el pueblo salva al pueblo. Quien mejor que el pueblo para conocer sus necesidades en lo que a salud se refiere.
Debemos comenzar por construir una serie de propuestas que conduzcan a un modelo enmarcado en lo constitucional (las Clínicas Populares lo fueron, como respuesta curativista, por eso las están acabando), que permita definir una genuina forma de gestión, que se caracterice por la rectoría única (que elimine la dispersión del sistema), salario integral y justo, y exclusividad laboral con el estado para los trabajadores de la salud. Solo en ese momento, podremos trabajar en una Ley de Salud, que se parezca a las necesidades reales del pueblo, y que tenga como primer actor al Poder Popular, para poder así combatir las aberraciones del sistema capitalista-curativista imperante. ¿Estamos o no en Revolución?
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