Castillo Lara, Rosalio José: La Iglesia Católica posee un sistema financiero cuyo secreto envidian los bancos de las Islas Caimán, Suiza y Bahamas. El poder financiero del Papado moderno comenzó en 1929, con los 80 millones de dólares y la exoneración total de impuestos que otorgó Mussolini en ocasión de la firma del Tratado de Letrán. Esas 30 monedas de plata fascistas, hoy miles de millones de dólares, son administradas en orden de importancia por el Instituto para las Obras de Religión (IOR), la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica (APSA), el Gobernador (del cual durante 14 años fue su administrador Castillo Lara) y la Prefectura de Asuntos Económicos. En la segunda mitad del Siglo 20 ya existía una red de instituciones financieras y "bancos católicos" entrelazados con el Opus Dei, con dinero operando a través del Morgan y el Chase Manhattan Bank, y grandes paquetes de acciones en General Motors, Gulf Oil, IBM, consorcios alemanes, inversiones en América Latina y el 15% de la inmobiliaria italiana. Siendo Castillo Lara administrador del Patrimonio de la Sede Apostólica mantuvo profundas conexiones con el crimen organizado, con la Logia golpista "P2" y con los servicios secretos italianos. Enfrentó el escándalo del Banco Ambrosiano de Milán, cuyo mayor accionista era el Vaticano, cuando su director-gerente, Roberto Calvi "Banquero de Dios", amaneció ahorcado bajo un puente de Londres el 18 de Junio de 1982. El Ambrosiano lavaba dinero de la Mafia y traficaba armas para la guerra de las Malvinas de los militares argentinos. Castillo Lara fue obligado a callar por la "Omertá", código mafioso de silencio, por lo que jamás revelará lo que sabe del Ambrosiano (o del asesinato de Juan Pablo I a los 23 días de su consagración, cuando anunció su intención de sanear las finanzas vaticanas). No obstante, en 2005, fueron identificados los cuatro autores materiales del asesinato de Calvi, y se especula que la pista que conduce al Cardenal Marcinkus, supuesto autor intelectual, implicará a Castillo Lara, con quien compartía el manejo de cuentas secretas en Bahamas (escrito por Rosa Zamú con el nombre de “Expediente Secreto de un Cardenal”, el 27 de julio de 2005)..
Castillo Lara, Rosalio José: Se sabe que propuso e impuso, contra una fuerte oposición interna, la comercialización de los viajes y visitas papales. El Papa fue "vendido" por Castillo Lara a las plantas televisoras y a las agencias publicitarias internacionales y locales, para el uso de su imagen en productos de todo tipo, incluyendo papas fritas. Como el Tratado de Letrán exonera de impuestos las operaciones financieras de la Santa Sede, Castillo Lara montó un beneficioso "puerto libre" para la venta de licores en la ciudad del Vaticano. Su capacidad para producir dinero y su resistencia a gastarlo le dieron fama de administrador eficiente. El control del dinero le dio tanto poder que era un chiste corriente decir que las placas SCV (Stato Citá del Vaticano) significaban "Se Castillo Vuole" (Si Castillo Quiere)… Es conocida la importancia que tiene el Vaticano para los servicios secretos internacionales. La Iglesia Católica tiene peso político en muchos países, y a través de su sistema financiero se pueden hacer discretos milagros: el Vaticano financió y armó grupos paramilitares católicos anticomunistas en Indochina durante los años 50 y ayudó a la CIA a canalizar dinero para el movimiento "Solidaridad" que derrocó al gobierno estalinista de Polonia. El General Vernon Walters, ex-Secretario de Estado y directivo de la CIA, visitó al Papa siete veces entre 1981 y 1988, cuando la Agencia suministraba al Vaticano información clasificada sobre Polonia. En contrapartida, los países del Este espiaban al Vaticano y chantajeaban sacerdotes para reclutarlos. Durante los años 80, un sacerdote dominico polaco, Honrad Hejmo, cercano a su paisano Juan Pablo II, lo espiaba para la policía secreta de Polonia. Markus Wolf, ex-jefe de la policía secreta de Alemania Oriental (STASI), reveló que el coronel Alois Estermann de la Guardia Suiza papal, había espiado para ellos desde 1979 (escrito por Rosa Zamú y difundido con el nombre de “Expediente Secreto de un Cardenal”, el 27 de julio de 2005)..
Castillo Lara, Rosalio José: El espía Estermann, el amigo personal de Castillo Lara que cubrió con su cuerpo a Juan Pablo II cuando fue atacado por Alí Agca, llevaba 18 años como oficial en la Guardia Suiza cuando fue nombrado su Comandante en Jefe, el 4 de mayo de 1998. Ese mismo día, por la noche, fue muerto a tiros junto con su esposa venezolana, Gladis Meza Romero, supuestamente por un subordinado que se "suicidó", luego de escribir una nota explicando los motivos (más bien fútiles) de su acto. La reciente reapertura del caso aportó elementos nuevos: una serie de cuentas bancarias a nombre de Estermann, varios viajes a Venezuela y la asociación de Gladis Meza con Cristina Volmer de Herrera (Hacienda La Vega) en varias organizaciones católicas opuestas al aborto y favorables a la educación privada.
En julio de 2005 se dijo que el Gobierno venezolano iba a estudiar la posibilidad de reabrir el caso, basándose en la condición de espía de Estermann y por la actitud declaradamente golpista de Castillo Lara (escrito por Rosa Zamú y difundido con el nombre de “Expediente Secreto de un Cardenal”, el 27 de julio de 2005)..
Castillo Lara, Rosalio José: Preparando el golpe de abril de 2002, Castillo Lara asistió a las reuniones conspirativas en la quinta "Cotoperí", vivienda del Cardenal Velasco, con quien tenía divergencias sobre el candidato para presidir el "Gobierno de Transición" y ejercer la dictadura. Velasco proponía a Carmona Estanga, presidente de Fedecámaras, mientras Castillo Lara apoyaba a Adán Celis, ex–presidente de la corporación patronal. Adán Celis perdió el apoyo de la jerarquía católica porque era divorciad. El 12 de Abril de 2002 Castillo Lara gestionó la entrega por parte del Papa de un reconocimiento a las televisoras privadas venezolanas "por su aporte a la caída de Chávez". El premio sería recibido en el Vaticano por RCTV, en representación de los otros canales.
Durante el sabotaje petrolero, Castillo Lara puso en juego toda su influencia para obtener una declaración del Papa justificando el golpe económico preparado por la CIA, Fedecámaras y la CTV. Pero ya los días de gloria de Castillo Lara habían pasado y la experiencia de Abril había demostrado al Vaticano, y a otros muchos, la extraordinaria capacidad de supervivencia de Chávez apoyado por el pueblo y por los militares patriotas (escrito por Rosa Zamú, y difundido con el nombre de “Expediente Secreto de un Cardenal”, el 27 de julio de 2005).
Castillo Lara, Rosalio José: Una vida en las oficinas, corredores y salones del Vaticano, el gusto y la habilidad para complot, para la maniobra, la artimaña, astucia y disimulo, y una serenidad a prueba de sentimientos, si por acaso los tuviera. El plan para apoderarse de la Fundación La Salle parecía hecho a su medida. Se trataba de eliminar al Hermano Ginés, Fundador y Presidente, tomar el control de la Fundación, sus 18 colegios técnicos, sus edificios, propiedades y una reserva minera y forestal de 135 mil hectáreas en la Sierra de Imataca. Luego, había que privatizar y negociar todo: los 18 colegios pasarían a la Universidad Católica, los edificios al Colegio La Salle y la reserva de Imataca a las transnacionales madereras y mineras. Todo indicaba que Ginés, enfermo, con 92 años cumplidos y medio siglo de trabajo de campo a cuestas, no daría la pelea. Se convocó a una asamblea y a una votación que Ginés ganó con gran mayoría, como siempre. Luego bastó y sobró con arrancar la página con los resultados del voto al acta de asamblea, reemplazarla por otra con resultados falsos y registrar el documento. El "presidente" usurpador despidió a los directores estratégicos y modificó los Estatutos para sacar una gran pelea. Luego bastó con sacar al Presidente de la República y al Ministro de Educación de la Junta Directiva, e incluir en su lugar a "meritócratas" ex-gerentes de PDVSA. Después de un año de hostigamiento, Ginés acudió a Chávez por protección y pudo esperar con calma la sentencia favorable de la Segunda Instancia. Castillo Lara y otros zamuros se alejaron derrotados. No era totalmente su culpa, porque se enfrentaban, como en 2002, a lo que no conocían: la amistad, la solidaridad, el pueblo y el amor.
Castillo Lara, Rosalio José: Demasiado viejo para ser alcanzado por la mano de la justicia ordinaria y castigado por las abominaciones extraordinarias de su oficio, Castillo Lara no se resignó a un final de anonimato rural y cayó en la tentación de actuar en política sin conocimiento y sin prudencia. Se entiende que no tenga nada que decir, pero lo malo es que lo dice: insulta a los hombres y mujeres del pueblo, diciendo que votaron por 60 dólares cada uno. Como no escarmentó con sus derrotas anteriores, repite las falsedades mohosas del anticomunismo del Siglo 19. Hace el ridículo con seriedad, perjudica a su profesión y se prepara el sudario de desprecio de su propio pueblo (escrito por Rosa Zamú, y difundido con el nombre de “Expediente Secreto de un Cardenal”, el 27 de julio de 2005).
Castillo Lara, Rosalio José: De los autores intelectuales del crimen en la persona del fiscal Danilo Anderson, junto con Nelson Mezherane y Patricia Poleo. Uno de los cardenales más conspiradores que ha tenido América Latina, dueño de una poderosa flota de gandolas que le trabajaban a poderosas empresas venezolanas, y que fueron las primeras en plegarse al paro petrolero del 2002. En la quinta Cotoperí de este cardenal, se hacían las más escandalosas reuniones conspirativas para derrocar el gobierno de Chávez. Cuando en el mes de marzo llegó el momento de decidir quien debía asumir la Presidencia de la República una vez derrocado el gobierno, se presentó una ardua polémica con entre cardenal Castillo Lara y el Cardenal Ignacio Velasco. Castillo Lara maniobraba para que el presidente fuera Adán Celis. Velasco no estaba de acuerdo por una razón de poder: si Castillo Lara imponía al presidente estaba derrotando políticamente a Velasco en el seno de la Iglesia Católica, pero Velasco se la jugó y logró apoyo externo para descalificar a Adán Celis con un argumento que en el sector del alto clero tenía fuerza: Adán Celis era divorciado.
EL DÍA 1º DE ENERO DE 2011, EL DIARIO “EL ESPECTADOR” TRAE ESTA INFORMACIÓN SOBRE EL BANCO AMBROSIANO:
”El Banco del Vaticano fue fundado el Papa Pío XII en 1942 y desde entonces, gracias al tupido secretismo que lo protege, ha protagonizado muchos de los episodios más turbios de la historia italiana. El Instituto para las Obras de Religión (IOR), como es oficialmente conocido el banco, está bajo investigación desde hace tres meses por la Fiscalía de Roma.
En septiembre, la juez María Teresa Covatta dispuso la confiscación preventiva de 23
millones de euros depositados bajo la cúpula de San Pedro,
porque el banco, dirigido por Ettore Gotti Tedeschi desde hacía apenas un año,
no había comunicado a las autoridades italianas los nombres de dos clientes que
habían ingresado en el instituto 20 millones y tres millones de euros,
respectivamente.
La falta de transparencia en estas dos operaciones configura, según los
magistrados, un delito contra las normas europeas contra el lavado de dinero.
Gotti Tedeschi y el director general del IOR son sospechosos actualmente de
blanqueo de capitales. El
Vaticano les apoyó y declaró en su defensa que Italia ya tenía toda la
información sobre las dos operaciones bajo la lupa de la Fiscalía y que solo se
había tratado de un “malentendido y mala comunicación”. El
Tribunal de Casación tiene que decidir aún si desbloquear los 23 millones de
euros, como pide la Santa Sede, o acoger en vía definitiva el requerimiento de
los magistrados romanos.
Este caso es hasta el momento el último de una serie de escándalos financieros del Vaticano que han atraído la atención de la opinión pública mundial.El más sonado ocurrió en 1982 con la quiebra del Banco Ambrosiano, la mayor entidad privada de Italia de la época, cuyo principal accionista era la Santa Sede. La imagen de su presidente, Roberto Calvi, colgando del puente de Blackfriars de Londres, muerto en circunstancias aún misteriosas, forma parte de la memoria colectiva. Calvi expuso al banco en 14.000 millones de dólares, con operaciones en el extranjero de altísimo riesgo, que contaban con la garantía de cartas firmadas por el cardenal estadounidense Paul Marcinkus, el llamado banquero de Dios, por su función como director del IOR, desde 1971 hasta 1989.
La bancarrota del Ambrosiano desencadenó una avalancha que arrastró a la quiebra a una treintena de empresas. Marcinkus eludió sentarse en el banquillo gracias a su pasaporte vaticano. La Santa Sede siempre rechazó cualquier responsabilidad de su parte, pero sí admitió su “implicación moral” y decidió finalmente pagar 241 millones de dólares de la época a los acreedores de la entidad. Muy poco se sabe sobre las relaciones entre los políticos italianos y los banqueros vaticanos. En 2009 el periodista de investigación Gianluigi Nuzzi en su libro Vaticano S.A, revelaba, gracias a los documentos legados por un ex directivo del Instituto para las Obras de religión, que el instituto llevaba años lavando dinero de la mafia y abriendo cuentas secretas a nombre de políticos como el eterno ex primer ministro democristiano Giulio Andreotti, banqueros y empresarios.
(ENSARTAOS.COM.VE) (*) Castillo Lara, Rosalio José: Nació en San Casimiro, Estado Aragua, el 4 de septiembre 1922, muy posiblemente hijo de su "tío", Arzobispo de Caracas, Lucas Guillermo Castillo (si recordamos el dicho aquel de que los curas llamaban sobrinos a sus hijos). Cursó sus primeros estudios en la Sociedad Salesiana de San Juan Bosco en Bogotá, Colombia. Se doctoró en Derecho Canónigo en el Ateneo Salesiano de Turín, Italia, y se ordenó sacerdote en 1949, en Caracas, a los 27 años. Fue Director de Estudios en el Instituto San José de Los Teques, y gran admirador de la Falange Española y el fascismo italiano. Su vida estuvo ligada al estudio y la aplicación del Derecho Canónico y a la administración política y financiera del Vaticano. Fue nombrado Obispo en 1973, Arzobispo en 1982 y Cardenal en 1985, y durante 14 fue gobernador del Estado Vaticano. Aprobó como ejemplar y necesaria la sangrienta represión ocurrida el 27 de febrero de 1989, denominada "Caracazo" (escrito por Rosa Zamú con el nombre de “Expediente Secreto de un Cardenal”, el 27 de julio de 2005).