La fundamentación del Estado, comienza por la reformulación de nuestras leyes hacia el bienestar del hombre. Se debe acabar con los proyectos incongruentes y articulados que elogian la participación privada en los asuntos del Estado, porque, ésta idea se presta a un doble juego democrático, donde las bases populares resultan ser las perjudicadas, en todo el sentido de la palabra. Se necesita coraje para aumentar los niveles de producción y afectar menos a los vecinos que colindan con las haciendas productivas ya que se debe cubrir los requerimientos de cada grupo familiar para lograr una adecuación vecinal en los campos agrícolas. Que, nos permitan desarrollar una jerarquía jurídica, capaz de generar bienes a todo el Estado.
La necesidad de un cambio en la política económica del Estado es prioritaria. Debe existir una coherencia fiscal y una cotización acertada de los productos primarios en la dieta diaria. La idea, es reducir los consorcios empresariales y federaciones en un solo sector por la parte privada y, otra por la oficialista. Lo que se busca es una buena gestión económica. Y que el gobierno venga asumiendo la asesoria agroalimentaria interna, sin perjudicar a quienes manejan la economía privada de alimentos y solo desean reflejar cifras y niveles de captación en los distintos organigramas de gestión y fomento de los procesos industriales que benefician a un colectivo.
Frente a un mundo globalizado de carácter emergente, debemos informar sobre la crisis de los rubros y las perspectivas a corto plazo para evitar el pánico que origina la especulación y usura de pequeños bodegueros y empresarios que observan el negocio alimenticio como una manera de controlar el mercado agroalimentario a nivel sectorial y análogo con el estallido de los niveles de precios en todo el ámbito industrial.
Hay que dinamizar el consumo de alimentos energéticos y mejorar los parques industriales en expansión. Sobretodo, lo referente a la pesca. Ya que hay una desconfianza y desacelaramiento en la pesca de productos básicos del mar, Debemos promover las exportaciones distintas al crudo y avanzar en la seguridad alimentaria, sobretodo, en la zona Sur del Lago de Maracaibo. La mayoría de las empresas venezolanas tienen un portafolio monopolista y ellas, se encargan de regular los precios. Cuando, es el gobierno encargado de supervisar esos bienes de consumo diario. Hay que apagar los detonantes, cada campesino o técnico que reside en su lugar zamorano, debe entender que la patria es prioritaria. Hay que luchar arduamente por la concreción de los precios. El pasado, esta allí, pero no debe estimularse. Es el momento de dialogar y sembrar a Venezuela.
Hay que ser perceptivos con el Estado y abocarnos a la salud política y agronómica, no podemos seguir siendo un país importador por excelencia, se debe cultivar la tierra para apropiarnos de sus riquezas y ser verdaderos actores políticos. Venezuela se integrara s la gran América, una constelación de países para afrontar mentalidades mezquinas, apostada en cargos referenciales, pero, ondean la bandera de la traición y deslealtad, son unos verdaderos alacranes del poder comunal.
Aventis
LAS VOCERIAS COMUNALES
Los sistemas alternativos en la estructura social prevalecen en el reconocimiento de su pluralidad para conformar dispositivos políticos que conlleven al pueblo a construir sus propias tendencias existenciales, dentro del parámetro de una acción discursiva que nos lleve a la fundamentación del ambiente y el socialismo en el lineamiento de una afrodescendencia reciproca. La idea es difundir la imagen del vocero popular, como un canal de logros y criticas hacia la nueva realidad social. Lo ideal es ir a una fundamentación jurídica en todas las instancias del país para lograr un verdadero encuentro entre las autoridades y los informes de gestión y, de esa manera conciliar en un marco de seguridad y responsabilidad social.
Hay que valorar un voto representativo del pueblo y, de esa forma apuntalarse el poder. Ya las jugadas políticas resultan riesgosas, como las argumentaciones deben habilitarse para obtener dividendos que garanticen una causa justa. Ya las comunidades de una manera eficiente pueden obtener un certificado médico o, simplemente una fe de vida. Hay contradicciones en la operatividad del estado de derecho ciudadano. Estamos frente a un proceso socialista cubierto de una estructura netamente democrática, por eso, exige mucha disciplina, dedicación y proyección de objetivos que determinan la legalidad de una Constitución y un conjunto de leyes que deben adelantarse para conformar el verdadero Estado Comunitario.
Por esto, los operadores políticos deben ser verdaderos ejecutores de la acción del gobierno, dispuesto a ir hacia un dialogo serio con los líderes parroquiales y determinar un verdadero horizonte de lucha para una nueva orientación de país.
El dialogo, es una pieza esencial en la confrontación de las ideas, es menester hablar con los empresarios, estudiantes y un sector del transporte públicos para lograr una programación envolvente de proyecto país, nadie puede aislarse. Cada voz es fundamental y encierra una opinión pública, debemos concertar la voz presidencial, garante del deseo de un país. Es el momento, para unificar el pensamiento ideológico del Estado venezolano y llevarlo a un pragmatismo utilitario, ya no podemos jugar a las medias tintas. Entender la estructura bentancurista en el perfil de la sociedad venezolana, muchos psuvistas son romúleros, se han anclado en la historia, no existe un interfaz en ellos. Pero son ciudadanos y se deben escuchar algunos planteamientos sobre la formación de la nueva República.
Pese, a estas dificultades tenemos un proceso electoral por delante que exige muchas precisiones y nos lleva a considerar el voto, como factor indetenible de una acción victoriosa, es el momento de depurar los viejos partidos políticos y avanzar en el encriptamiento de la estafa pública reflejada en la corrupción bancaria, clientelar, inmobiliaria y policial. Esta última dedicada a la matraca abierta en los espacios públicos y que, en Carabobo poseemos un cuerpo policial de bajo nivel académico y estratégico.
La campaña por el sufragio, debe tener un matiz natural y conciliador. Ya las identidades políticas no se pueden usurpar, el ciudadano es el presente de su quehacer político. La idea es reconstruir el país a través de las vocerias comunales, ejerciendo su verdadero papel contralor y avanzando en el conocimiento de sus propias necesidades, que, determinan una postura electoral en el carácter internacional, por la presencia de organismos colaterales a la función pública.
El mundo financiero
venezolano es un sortilegio de la corrupción y una historia novelada
de quienes cumplieron liderazgos en las regiones para sustraer dinero
de utilidad pública, ya proyectadas y enviadas a ejecución civil,
estos personeros deben ser juzgados por estafadores y sus bienes captados
de nuevo para beneficio de los republicanos.