(…) ha debido pronunciarse frente a los hechos de Egipto, Túnez y Yemen, para señalar lo que está ocurriendo en el sector dictaduras del mundo; alentar a la sociedad a inspirarse en ese ejemplo civilista de gente desarmada que logra salir del dictador, y alertarla a buscar salidas si el régimen, en imitación de Mubarak, congelara Internet, Twitter y hasta la telefonía celular.
Si el excelentísimo señor doctor profesor Pasquali dijo eso a la periodista Socorro quien, repito, no es de fiar, demostró una ignorancia estratosférica porque en sus doce años de amarga existencia la oposición venezolana no se pronunció sobre tema internacional alguno, salvo para apoyar el separatismo racista en Bolivia (ver en You Tube a Yon Goicoechea discurseando contra los indios en Santa Cruz de la Sierra), justificar el golpe de Estado de Honduras, o repetir las infamias de Washington contra Cuba.
Al excelentísimo señor doctor profesor se le escapa un detalle, grande como el norte de África y los Estados Unidos juntos, que es la calidad de esos gobiernos árabes hoy cuestionados por sus pueblos. Todos son criaturas de Washington salvo Mubarak que, además, rendía pleitesía al Estado de Israel, autor del holocausto palestino y enemigo jurado de los árabes en general. Mal podría entonces meter su cuchara oxidada en el Medio Oriente la Mesa de Unidad, ese ornitorrinco compuesta de partes diferentes que sólo tienen en común estar pasadas de moda.
En cuanto al “alerta” que debe lanzar la Mesa de Unidad para que la sociedad busque salidas “si el régimen, en imitación de Mubarak, congelara Internet, Twitter y hasta la telefonía celular”, lo mismo le valdría buscar salidas por si Chávez cambia nuestro idioma oficial por el Arameo o si el “réeeegimen” prohíbe el sexo después de las 11 de la noche.
Verdaderamente, el diálogo entre el excelentismo señor doctor profesor don Antonio Pasquali y la periodista Milagros Socorro nos parece un cuchillo sin mango al que le falta las hoja, una enorme cantidad de importancia nula. Los protagonistas son poco creíbles: la señora Socorro quien descubrió que “la crueldad de Chávez” consistía en que ella no sabía, cuando viajaba al extranjero, si alguna de sus tarjetas de crédito podía fallarle… Y el excelentísimo señor doctor profesor es uno de esos sabios que estudia tanto su monotema que no tiene tiempo de pensar.
Hay que reconocer, sin embargo, que la lucha de Pasquali contra la censura ha tenido tanto éxito como su método de chasquear los dedos para ahuyentar a los elefantes: hace muchísimo tiempo que no vemos a ningún paquidermo causando destrozos por las calles de Caracas.
Y en cuanto a la pregunta que es título de esta nota: “¿ES EL EXCELENTISIMO SEÑOR DOCTOR PROFESOR DON ANTONIO PASQUALI UN VIEJO IMBECIL?, debemos reconocer que si bien los elementos aportados por la periodista apuntan en dirección afirmativa, no son conclusivos. Dejamos, pues, sobre los hombros del lector o lectora la carga de la prueba. Eso si, estamos seguros que más temprano que tarde, el excelentísimo señor doctor profesor don Antonio Pasquali aportará nuevos elementos que ayuden a resolver este misterio de la ciencia.
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