Para reducir la pobreza es necesario crear programas conjuntos que nos lleven a una tendencia de asimilar capacidades de producción social y organizativas, que, conlleven a las comunidades hacia un perfil de los acuerdos políticos. Para lograr afinar la libre competencia en el mercado licito de la producción agrícola o, en la construcción, las cooperativas y las pequeñas factorías deben realizar proyectos que mantengan una comunicación constante y perdurable con los directores institucionales de cada sector, con miras de hacer más perfectibles la producción local y nacional en su visión globalizada.
No se explica como la fructuosa viene siendo utilizada por una embotelladora de gaseosas en el Continente Sureño y México, cuando en Venezuela describe un alto precio en sus puntos de ventas en las farmacias y hipermercados. Lo que indica un desbalance económico en los códigos de nuestro sistema financiero. Lo que indica la importancia de brindarles apoyo y accesoria a nuestras comunidades para que se hagan fuertes en el manejo del capital y evitar la especulación e inflación en los productos de primera necesidad. Somos un país en crecimiento, pero, con muchas incongruencias políticas a pesar de tener una misma plataforma de acción en la opinión pública, Es necesario crecer en los proyectos potenciales e industriales para lograr responsabilidades organizacionales en la construcción de la nueva república.
Los venezolanos debemos exigir un proyecto retador, tanto en la función pública como en los debates políticos. Lo primordial es aminorar la estadía de productos en los muelles y aduanas, sobretodo al sector alimentario y de la construcción. Hay que revisar los precios de cada producto e ir hacia su regulación y congelación, acorde con los factores que se movilizan en el mercado mundial.
El criterio de nuestra democracia es avanzar, siendo útil. El nuevo liderazgo debe saber repuntar en un conjunto de estrategias para evaluar el desarrollo del país y afrontar la implementación de una política cierta y segura. Con el fin de elevar las condiciones social donde el colectivo laboral reside acorde con sus áreas de participación comunitaria y enlazada con las factorías de producción agroalimentaria. Debemos regirnos por los principios democráticos- socialistas en sí- para lograr un relevante en la estructura organizativa del pueblo. Es actuar con libertad ante las nuevas leyes económicas y de globalización, teniendo presente el reacomodo árabe. Estamos, en una etapa de gestación y, por eso debe existir una ponderación de las demandas ciudadanas.
La democracia esta presente en nuestro país y no es indiferente al Poder Comunal y solo se debe constatar los problemas específicos de la nación para solventarlos por las vías apropiadas de los estamentos legales del poder.
Hay que robustecer el mercado laboral y aplicar una buena logística y tratar de bajar la inflación a pesar de los precios pre establecidos a nivel mundial por los aumentos de oleaginosas y granos. Esto, constituye un verdadero desafío fiscal, porque se deben evaluar el aumento de la población en tercera edad, la salida del país de una generación joven y los costos sanitarios y de fármacos. Se deben revisar leyes para ir a una reforma, adecuar el país hacia nueva legislación, pero no de probeta.. Las leyes en ningún momento pueden reflejar una perspectiva estática, todas deben ser continuas y adaptadas acordes con el dinamismo del Estado
Hay que integrar los mercados de capitales, bajo una sola visión común y acceder a los sectores populares con valentía para propulsar los canales de crecimiento comercial consono con los ejercicios financieros.
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