Alborotada la cosa, y de nada vale alarmarse.
Siempre ha sido así el planeta, quizá ahora con algo más de picante en la caldera.
Betancourt dijo en Cumaná, cuando el negro Luis Beltrán Prieto Figueroa le dividía al partido: “Venezuela tiene dos cosas imperecederas: petróleo por debajo y adecos por arriba”.
Uno pensaba que Chávez iba a acabar con los adecos, pero resulta que los llevamos dentro.
El MVR se malogró por el adeco que llevamos dentro.
Al PSUV dicen que le están metiendo corrientazos para sacarle el adeco que llevamos dentro, pero el adeco se resiste: más fuerte que el demonio.
Lina Ron hizo tienda aparte porque se resistía a sufrir del mal betancurero (entre codazos y zancadillas), pero a la postre su corazón se rompió y se nos fue esa gran catira irredenta.
Lástima.
Por allá lejos, los demonios de la tecnología tiemblan ante el estallido de una central nuclear. Cría cerebros sin probidad y te llenarán la tierra de excrementos.
Los árabes se arrechan pero resulta que están más divididos que nunca. No entiendo por qué carajo ningún país árabe se pronuncia contra la amenaza de invasión de la UE y EU a Libia, y lo tiene que venir hacer Venezuela. Nos jodan tanto.
Me parece que los árabes nunca saldrán de abajo. Qué decepción tan grande. Todas las guerras “revolucionarias” de los árabes han sido teledirigidas por Inglaterra, Francia y Estados Unidos.
Más acá: un montón de imbéciles se lanzan a una juerga de hambre y el gobierno se pone tembleco y suelta a unos criminales.
Ojalá la temblequera no le haga ahora ceder ante los malandros del Movimiento 13 (de la ULA), quienes andan pidiendo más presupuesto para las universidades pervertidas y ladronas, y luego repartir el jugoso botín.
Hasta cuándo joden.
Hasta cuándo joderán.
jsantroz@gmail.com
