En los primeros días de febrero, 2011, llegamos a Venezuela procedentes de Europa para pasar quince días en Caracas, Puerto La Cruz y otros lugares. Nos marchamos a España hace quince años, cuando se agravó la crisis con el gobierno de Rafael Caldera y su Chiripero.
Mi mujer, para seguir con vida necesitaba atención médica distinta a la medicina comercial que brindaba la época. Gracias a la muy eficiente atención de la Seguridad Social Española, nuestras vidas cambiaron radicalmente, hasta el día de hoy gozamos de muy buena salud.
El tiempo vivido satisfactoriamente en España no nos hizo olvidad a nuestra querida Venezuela, de alguna manera siempre hemos estado vinculados a ella, pendientes de su cotidianidad y cambios.
Corta estadía para ver y conocer de primera mano la gran controversia que se vive. Expectativa ante hechos como que, viejos políticos de izquierda militan con la derecha o que el grueso del pueblo, en las calles, busca la utópica sociedad perfecta.
Fue muy grande nuestro interés por profundizar en las razones de unos y otros ante el proceso de cambio. Como espectadores no críticos en el lugar, nos condicionamos a -ver los toros desde la barrera-, aun cuando a veces nos llegamos a sentir -como cucaracha en baile de gallinas-. Casi siempre observamos conductas agresivas sobre todo en periódicos, radio y televisión de derechas, que se resisten absolutamente a reseñar con alguna objetividad periodística las obras y eventos relacionados con los cambios. Cuando lo hacen, solo es para difundir a los cuatro vientos, descalificaciones, insultos y calumnias que, por lo increíbles y gratuitas insultan a la inteligencia de quienes estamos o están, en posición de opinión propia o crítica. La mayoría de las veces son mentiras desproporcionadas y a veces desgarradoras. Falsedades formadas por medias verdades, casi siempre en boca de prepotentes autoritarios quienes siempre creyeron tener a Dios y ley en el bolsillo. Buen ejemplo; la intervención por televisión de un viejo teórico de comunicación social con obra escrita sobre, cómo el medio es el mensaje, y cómo se ha ejercido el poder a través de los medios. Este señor ahora pasado a la defensa de los medios manipuladores de siempre y en perfecta sintonía con la guerra mediática, se incorpora al canal más radical de la derecha. Con posición, altanera y soberbia, teatraliza rabia hasta el paroxismo, en reclamo de libertades y en defensa de la democratización del espectro radioeléctrico. La forma y contenidos de sus acusaciones no serían las más apropiadas para ser expresadas sin las más amplias libertades. Incongruencias de todos los días, que advierten confabulación para generar matriz de opinión o para deformar conceptos y verdades e imposibilitar la claridad del razonamiento colectivo.
Las mentiras son disparadas por los medios, cual orquesta de metralletas atentas al más mínimo movimiento de interés público o social. Mentiras con gran carga de angustia existencial que revelan motivaciones subconscientes sembradas y recicladas por ellos mismos en base a temores, recelos, peligros, miedos y zozobra.
Poderosa carga que se impone en la voluntad a tal punto que, la mayoría de las veces el delinquir pasa a ser práctica y fin para alimentar la matriz de opinión o la incongruencia en el colectivo.
Observamos un panorama poco deseable. La difusión de la basura por los grandes medios privados, que por nuestras lecturas, son la inmensa mayoría de los existentes en el país, por momentos genera pánico colectivo.
Pánico que primero afecta y refuerza, a quienes como adictos esperan nuevos mensajes y contenidos para identificarse con proyecciones imaginarias o mentales y sumirse en contenida histeria. De esto saben mucho las sectas religiosas Norte americanas.
Histeria que aflora en rostro, gestos, inflexiones de voz y sobre todo en ideas fijas de extremada irracionalidad, opuestas definitivamente a cualquier confrontación de ideas. Nosotros, con mucho arte, hemos puesto frente a frente a dos personas a defender sus distintos puntos de vista, y así averiguar sus semejanzas y diferencias. Pero quienes están tocados por los persuasivos valores publicitarios, no son capaces de discutir y mucho menos razonar sosegadamente sobre ningún tópico, aun cuando se trate de establecer el diálogo con familiar oponente.
Para estar en medio del ruido psicológico, conscientes de lo que ocurre, debimos ser muy cuidadosos; escuchar, oír, preguntar, indagar sobre aspectos del cambio, la revolución y
El socialismo, fue nuestra clara determinación.
Un encuentro fortuito en la calle con un buen amigo de toda la vida; abrazos, besos, alegría. y a una expresión mía dicha entre pregunta y afirmación: “ Sigues siendo revolucionario”, respuesta inmediata, un alegato o más bien manifestación de rabieta insultante, agresiva, llena de groserías y acusaciones dirigida a los gestores de la revolución y de paso a todos los que no sean oponentes, y en especial a Chávez. Sin terminar la perorata, con el rostro visiblemente congestionado se marchó rápidamente como escapando de la situación en la que solo él se había metido. .Mientras se aleja comenta,” bueno, bueno, que vaina”, desapareció. Mi mujer menos sorprendida que yo, para tranquilizarme me comentó. No ves que el siempre perteneció a la aristocracia de la izquierda, como su amigo Teodoro Petkoff.
Más adelante volvimos a tratar de confrontar algunas ideas de unos y de otros, por separado, pero imposible. La ofuscación en la conciencia colectiva en unos, y en otros el miedo a perderse en discusión estéril, los hace irreconciliables.
Nos reunimos con una querida joven, hija de amigo ya desaparecido, le comentamos en la cercanía del lugar, como estaba de lleno de mercancías el mercado de Santa Rosa de Lima. La respuesta rápida y segura; “es el único, no se consigue nada en ninguna parte”. No pasó mucho tiempo para constatar que en otros lugares y mercados de todo el país había igual abundancia. Claro siempre más barato que en la selecta Santa Rosa de Lima.
Hemos apreciado como el socialismo está siendo cuidadoso con sus recursos materiales y humanos. No se pueden ignorar la cantidad de obras de interés público y social que han realizado en estos doce años, sería querer tapar el sol con un dedo. En contraste, recordamos como en los cuarenta años de la democracia eleccionaria, representativa y alternativa, ciertamente chucuta, de la Cuarta República, se tenía que recordar al dictador Marcos Pérez Jiménez, para contar obras realizadas. La flaca democracia pasaba y sus obras brillaban por su ausencia. Cual fue nuestra primera impresión al ver y pasear por todos los espacios de los aeropuertos de Maiquetía. Nos quedamos sin palabras para valorar la belleza arquitectónica, funcionalidad, modernidad, terminaciones y sobre todo el mantenimiento de toda la obra. Igual impresión nos causaron los aeropuertos de Puerto La Cruz y Margarita. Qué decir del estadio de fútbol de Puerto La Cruz, véanlo, merece la pena. Se trata de un estadio moderno con capacidad de unos treinta mil asientos, comparable a los mejores y más modernos de Europa, de igual capacidad. También construyeron otros estadios para otras provincias.
Animados por aquellas obras, indagamos para saber cuánto se había podido hacer en estos doce años de cambio, la lista es muy grande, no es este el momento para enumerarlas una por una, son; hospitales, universidades, colegios para todos los niveles, comedores, mercados, vialidad terrestre, puentes, vía férrea, satélite orbital para telecomunicaciones, agricultura, ganadería, comercio exterior, salud educación, vivienda, alfabetización. Además de amplios planes para la inclusión del pueblo, y de su población indígena, la que permaneció excluida por siglos.
Son muchas las vivencias para tan poco tiempo; anécdotas, recuerdos, afectos y presencia de un gentilicio comparable a muy pocos en el mundo; sincero, abierto, solidario, muy especial para cualquier emigrante, de igual modo, abierto y solidario.
Hacemos la lectura de un momento político interesante en Venezuela, su novedoso diseño de socialismo del siglo XXI, debe interesar cada vez más a los ciudadanos del mundo, y en especial a Europa, en la que crece la pobreza creada por el Neoliberalismo.
Decíamos que la capacidad para pensar está disminuida en grandes parcelas de la sociedad y creemos que la obnubilación no favorece ni a unos ni a otros, realmente no favorece a Venezuela.
Recordamos una máxima política de Maquiavelo:” Divides e Imperas”, para explicarnos como es que los únicos beneficiados son los terriblemente poderosos que van por el mundo de guerra en guerra, como verdaderos terrorista que son, usando todos los recursos bélicos, económicos y psicológicos más sofisticados para aniquilar o doblegar a los pueblos. Robarles sus recursos, cambiarles su historia, identidad y dignidad.
Ni siquiera beneficia a los artífices nacionales y locales del laboratorio mediático que día a día y a todas horas invaden los sentidos. Ellos se satisfacen con las pautas publicitarias, informativas y de opinión, con las que sus creativos y periodistas -corre ve y diles- desarrollan odio y perversión. Son empresarios que deben conformarse con favores y regalías que, como venidas del norte del cielo, inspiran y mantienen su guerra mediática.
El laboratorio tiene a su favor la libertad de expresión que jamás se había ejercido en Venezuela, cuentan con la permisividad del gobierno ante las calumnias. Nos dicen los revolucionarios que querellarse constantemente no es el estilo de la revolución, que los cambios deben ser tan rápidos que, el tiempo no puede perderse en riñas.
También cuenta el laboratorio con la democracia que nunca se había conocido en Venezuela, se terminó aquello de la Cuarta República; “dispara primero y averiguas después”.
No pudimos encontrar explicación al cambio de chaqueta de dirigentes de izquierda. No debe ser por haber perdido sus cuotas de poder en la nueva concepción y liderazgo de Chávez, esto no sería suficiente, para justificar la coincidencia con Washington - pentágono, que en definitiva es el principal y fundamental enemigo del pensamiento y obra de la izquierda. Son preguntas que, con ellos, no se llegan a aclarar mediante razonamientos claros e inteligentes. Solo manifiestan temores individuales, oponiéndose a identificarse con los intereses del pueblo emergente, en tanto pertenecen al Partido Socialista Unido de Venezuela fundado por Chávez.
Si, el pueblo más vulnerable es objetivo del laboratorio, a ellos apuntan todos los medios. No es difícil influir en determinadas conciencias enrareciendo el ambiente hasta intoxicar. Se necesita mucha determinación para ganarle a la guerra psicológica y la invasión.
La resistencia al cambio está localizada y fuertemente anclada en los sectores más satisfechos y no tanto en la clase trabajadora que ha pagado hipoteca, educación y médicos. Por necesidad primero, y después por conciencia, la clase media saldrá antes de los encantamientos y espejismos del sistema. A este sector no le ha favorecido el capitalismo. Tendrán que saber y aceptar que el capital está triturando pueblos y sociedades enteras, como saquea y devasta la naturaleza planetaria. Deben entender como el modelo capitalista creador de pobreza y hambre, naufraga en medio de su fracaso universal, teniendo que recurrir a invasiones y robo para persistir.
Pero claro, a esta clase trabajadora a la que nosotros hemos pertenecido, le preocupa el cambio de valores con los que se ha convivido históricamente. Supuestos valores estéticos, morales, éticos y religiosos; moda, distinción, azul y verde de ojos, pieles estiradas, labios inyectados, narices operadas, cabellos alisados. Valores fuertemente acuñados por empresas e instituciones “cultas”, para hacer de la frivolidad y el consumismo, razón de vida.
También les preocupa ver libres, en las calles, a tantos pata en el suelo opinando decidiendo, haciendo valer sus derechos innegables, con voces claras e inteligentes. Son rostros curtidos por viejas carencias y, son percibidos como feos y antiestéticos.
Pero este pueblo desinhibido no cree tanto en pajaritos preñados, maquillaje y modas.
Ellos están en otra cosa, todos van construyendo sueños, y en muchos casos, llevan la belleza por dentro.
Rotundamente, no creemos que estos miedos permanezcan por mucho tiempo, tampoco creemos que olvidando muchos de aquellos “valores” se pierda gran cosa.
A la personalidad no le hace falta cirugía, la moralidad no está donde nos han dicho que debía estar y, a Dios se le encuentra en cualquier lugar donde exista el amor al prójimo.
Por cierto que el pueblo nos recordaba que, los valores estéticos morales y éticos van de
mano con el mercado de valores de los Neoliberales, quienes han dictado doctrina hasta en la sopa para limitar universalmente, la función del Estado, en sus globalizados negocios privados.
Nos vamos de Venezuela contentos y gratamente sorprendidos. Invitaremos a que conozcan de cerca su proceso de cambios. Aplaudimos fuertemente la titánica obra que realizan los revolucionarios y lidera con el mayor de los aciertos Hugo Chávez Frías. Saludamos, abrazamos, a ese gran pueblo Venezolano, que vence las sombras.
antoniodelarosar@hotmail.com