Después de la derrota político-militar de la guerrilla en Venezuela, se cambio no solo solo la táctica y la estrategia sino también el discurso violento, por uno moderado con dosis de radicalismo so-pena de no perder el apoyo de la base para entonces estudiantil.
En su reacomodo, los partidos, grupos y movimientos utilizaron mucho tiempo en amoldarse a las condiciones que imponía el Estado burgués, como la de adherirse a la política de” pacificación” (rendirse).
El PCV, pasó a la vida legal bajo la careta de Unión Para Avanzar (UPA), de donde nace el Movimiento al Socialismo (MAS) -fuerza-comunista (nombre originario),
La ultraderecha venezolana (MUD), viene jugando un papel similar (guardando la distancia) al “viraje táctico” de la izquierda venezolana. Una fachada democrática en la MUD y su verdadera cara fascista a través de las ONG que financia Estados Unidos a través de su embajada en Caracas.
La penetración de las ONG, en el seno familiar de los presos, así como la captación (pago a funcionarios civiles y militares) para facilitar armas a los presos para un levantamiento carcelario Nacional es evidente. El plan del rodeo estaba en marcha y a la espera del día “D” escogido por las ONG, Globovisión y los diputados que forman parte de las comisiones en materia carcelaria y derechos humanos, pero se aborto por el supuesto “VACIO DE PODER versión ll,” anunciado por la MUD.
Basta imaginar la reacción de una población penal armada y drogada en medio de un “vacío de poder”, valga decir sin gobierno ni ley que los controle.
La orden del levantamiento carcelario llegó a oídos de los “PRANER”, pero sin receptividad en los cristianos evangélicos que controlan la mayoría de pabellones del Rodeo l, de acá, la masacre de 21 reclusos en su mayoría cristianos evangélicos y pastores…total que esos muertos como el 11 de abril se le endosarían al gobierno de Chávez para invocar la aplicación de la Carta Interamericana sobre violación de Derechos Humanos.
El plan desestabilizador como vemos, es copia fiel del plan“Daktari”, donde la oposición (MUD), importó 200 paramilitares colombianos que saldrían del Hatillo a desestabilizar el país.
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