Hace casi 10 años en el para entonces Museo de Arte Contemporáneo (MACSI) tratando el tema de las cooperativas culturales, es este mismo espacio se habló de las espirales en retorno hacia el futuro, haciendo memoria a la destacada poeta y primera muralista mexicana Aurora Reyes y hoy se retoma el tema del eterno retorno, como expresión hecha por el Comandante Presidente Hugo Chávez Frías en pleno periodo de recuperación de su salud y en la ocasión de Año Bicentenario, tan merecidamente conmemorado y celebrado en este año internacional de las y los afrodescendientes, ello nos llevo a ver de cerca ciertos acontecimientos acaecidos en ese momento histórico, a través de representaciones de todo género en un ambiente colmado de cultura y festividad popular.
Iniciamos el recorrido histórico al lado de la casa de crianza del Libertador Simón Bolívar, en San Jacinto, subiendo por la Esquina de Traposos en el hoy Museo Bolivariano, donde en la primera esquina de tan antigua casa colonial, haciendo un giro hacia la izquierda, te encuentras una gigantografía del cuadro elaborado por el destacado pintor Juan Lovera reseñada como “El Tumulto del 19 de abril de 1810” donde se sugiere que hasta el mismo autor, aparece reseñado en una versión de cuatro años y nueve meses después de la muerte del libertador sobre los acontecimientos de ese 19 de abril, que para la época sería como la fotografía digitalizada de hoy, vía internet y donde aparece al margen derecho del cuadro en cuestión, un afrodescendiente (negrito) mirando los acontecimientos, inclinado hacia arriba sobre las puntas de sus pies, como empinándose para leer el texto “ que dice. NEGRO CON CANASTA OBSERVANDO CON ATENCIÓN LOS HECHOS” en la misma visual los granaderos, que representaban el mestizaje de la época contra la pared de ladrillos de la catedral que les sirvió de telón de fondo a ellos y al artista, también a muchos otros que acompañaron los acontecimientos del referéndum a Vicente Emparan y Orbe con toda esa discursiva que cien años mas adelante permitirá a José Gil Fortoul tener un papel predominante como orador de orden en el año de 1911 o del primer centenario de nuestra independencia, bajo el régimen gomecista, donde probablemente ya existían afrodescendientes de tez oscura (negros) con posibilidades de salir en las gráficas, fotos o pinturas del naciente siglo veinte y ahora en este año bicentenario final de la primera década del siglo XXI, televisivamente le correspondió a nuestro hermano diputado afrodescendiente Lic. Modesto Ruiz leer completamente el acta de nuestra independencia en el interior del recinto que por primera vez muestra la primera copia de la original de 1811, en El Capitolio, a todos los ciudadanos y hasta por unos días después de la celebraciones centrales de este año 2011. Allí alrededor de la plaza Bolívar se hizo el recorrido diagonal de la esquina de Las Gradillas a la esquina donde se ubica EL Teatro Principal, construido en la década de los años treinta del siglo pasado, donde diferentes espectáculos de todo tipo por allí pasaron, para ponernos hoy a la vanguardia de la tecnología audiovisual con las nacientes proyecciones en 3D del siglo XXI.
Hoy conmemoramos 200 años siguiendo a quien para ese momento denunció y anunció, la independencia, convertido hoy es nuestro padre de la Patria, al señalar los trescientos años anteriores con la llegada de Colon, para completar ahora mas de 500 años de resistencia ofrecida por los pueblos indígenas originarios junto a los africanos, afrodescendientes y otros que a través de la interculturalidad nos toca reivindicar y dar reconocimiento en el presente.
La presencia africana en nuestro medio continuará aportando y dando un resultado no solamente por el tiempo histórico, sino también por la fuerza misma de los valores culturales aportados por las diversas culturas africanas secuestradas de sus espacios naturales, ello nos pone a mirar hacia este continente también madre, como Hipólita y quienes asistieron a nuestro libertador en su infancia y dejaron en su corazón la eterna huella de amor sembrada a todos quienes aquí habitamos esta gloriosa tierra. También se invisibilizó lo ocurrido en la actual República de Haití como modelo libertario frente a la independencia de los Estados Unidos y a la revolución francesa y hasta del deslinde que hoy divide la isla donde llegó Colón por primera vez.
Por Primera vez se reconoce formalmente y protocolarmente la presencia afrovenezolana a nivel de esta patria que vio nacer a Simón Bolívar, correspondiéndole a nuestro diputado barloventeño Modesto Ruiz, el honor de representarnos con tan solo la realización de esta simbólica lectura, 200 años después, reconociendo el papel jugado por quienes otrora fuesen junto a los indígenas, los históricamente excluidos, como también a otros excluidos de los pardos, mestizos múltiples, blancos criollos y peninsulares que aparecen en los testimonios que nos muestran las evidencias, en muchos casos ocultada deliberadamente por quienes detentaban el poder político no solo en esta obra que conjuntamente a la del 5 de julio de 1811 elaborada en el año 1838 por el mismo autor inmortaliza estos dos grandes momentos de nuestra historia patria.
Finalmente, a través de la presentación de la producción del cacao y de la chocolatería Oderí de Barlovento desde el Cumbe del cimarrón Guillermo Ribas se coloca en forma visible y protagónica la participación de los afrovenezolanos 200 años después.
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