El bien mas preciado del capitalismo, es el capital. Es decir el dinero.

El bien mas preciado del socialismo, es la humanidad. Es decir la gente.

De no haberle puesto el gobierno revolucionario un parao al las tropelías de los banqueros, las inversiones golondrinas y la legitimación de capitales, entre otros, la “crisis financiera” hubiera arrastrado a la economía venezolana hacia el foso de la quiebra, como sucedió en los años 90.

Mas recientemente, el gobierno ha puesto orden en el encaje legal, las tasas de intereses, la tasa activa y pasiva, las brutales ganancias por servicios y comisiones, las mesas de dinero, cámara de compensación, “los negocios inmobiliarios” etc, etc. Los cuales, habrían hecho tambalear, sino hacer caer al gobierno revolucionario, como lo intentaron el año pasado los banqueros, casas de bolsa y constructoras especuladoras y ladronas ligadas íntimamente al sector financiero, por tod@s ya conocido. No tan solo por lo corrupto de sus actores, sino también, por la desestabilización y plan golpista en el que están montados, desde que llegó Chávez al poder; evidenciándose claramente en abril de 2002. Acciones a las que no han renunciado, y con mayor ahínco, arrecian hoy por hoy, desde ese sector burgués.

Por todo lo antes considerado, el estado se vio en la necesidad de aplicar las leyes y ejercer su rectoría, en esta materia, sin que le temblara el pulso. Para todo lo antes expuesto, hizo uso de los entes reguladores con que se cuenta para este efecto: el Banco Central, Consejo Bancario Nacional, SUDEBAN y FOGADE.

La cosa en salud es diferente.

La salud y la vida son derechos supra Constitucionales. Inalienables, indiscutibles e “innegociables”. El capitalismo ha hecho de estos derechos una mercancía “negociable” y, de los pacientes y la gente, CLIENTES.

Aun cuando también golpistas desde este sector, urge la imperiosa necesidad de ponerle término al desafuero de los precios a los servicios médicos privados. Empresariado este, acumulador de riquezas a costillas del dolor y sufrimiento de nuestro pueblo enfermo. Fortalecido y enriquecido, en forma grosera, a través de los seguros privados de hospitalización, cirugía y maternidad (SpHCM), durante este proceso revolucionario. No por incapacidad de nuestro gobierno, sino por, la astuta artimaña de haberlos ensamblado engañosamente, como logros reivindicativos de la lucha laboral y de clases; favoreciendo la fragmentación del salario, y la evasión de la responsabilidad en la previsión social de l@s trabajador@s venezolan@ por parte de l@s patron@s. Propio de la batalla socialismo Vs capitalismo. Los SpHCM han contribuido, a profundizar la brecha de la exclusión, ya que solo, un 18% del pueblo venezolano, tiene acceso a este mocho privilegio, que generalmente termina en los hospitales públicos al ser vampirizada la escasa cobertura de la póliza por la clínica; no sin antes haber humillado y haber hecho pasar al enferm@ y familia, por la agonía de la clave, la espera sin esperanza y los costos especulativos de las clínicas.

En Salud no existe ningún ente regulador y el ente rector, dista mucho de serlo. Sin duda esto pone de manifiesto que seguimos montados en un estado burgués, que ni si quiera remeda el objetivo que nos hemos trazado en política de Salud que incluye lo privado.

La propuesta de la Super-Intendencia Nacional de Servicios Médicos (SUNASEME), con una composición pueblo, gobierno, trabajadores del sector, estaría destinada a vigilar, evaluar, controla, regular y sancionar a estos establecimientos mercantiles salvajes que se llaman clínicas y hospitales privados y sucedáneos, en defensa real de los derechos a la salud y la vida del pueblo venezolano.

Finalmente haciendo un elemental ejercicio que consiste en substituirle fríamente (en negrillas) donde estaban los términos  financieros, y colocar lo relativo a la salud, a una reseña monográfica de regulación del Sistema Bancario Nacional, permitirá darnos una idea de cómo podríamos a través de la SUNASEME, hacer que el mercantilismo de los servicios privados de la salud, pueden y tienen que ser reglamentados por el Estado y fundamentalmente por el pueblo usuario.

Veamos el ejercicio:

• Asegurar mediante la vigilancia y control, que las instituciones prestadoras de servicios médicos privadas y/o públicas, lleven a cabo sus actividades de acuerdo a la normativa establecida.
• Control rígido e integral basado en la legislación vigente por parte de la Super Intendencia Nacional de Servicios Médicos (SUNASEME).
• Vigilancia y veeduría del Pueblo Organizado sobre las instituciones prestadoras de servicios médicos privadas y/o públicas y los entes de control creados por el Estado mediante la legislación pertinente
• Obtener la información necesaria, mediante inspecciones in situ o extra situ, a los fines de verificar que instituciones prestadoras de servicios médicos privadas y/o públicas, filiales y afiliados venezolanos, cumplen con las regulaciones y disposiciones aplicables del lugar donde funcionan.
• Garantizar a los pacientes y usuari@s, la atención oportuna y calificada, para disminuir así el riesgo de agravamiento o muerte.
• Asegurar las instituciones prestadoras de servicios médicos privadas y/o públicas, tengan sistemas y procedimientos adecuados para vigilar y controlar sus actividades a escala nacional.
• Evaluar los indicadores de morbi - mortalidad y correlación anatomo-clínica de las  instituciones prestadoras de servicios médicos privadas y/o públicas.
• Obtener información sobre la respectiva estructura accionaria, incluyendo los datos que permitan determinar con precisión la identidad de las personas naturales, propietarias finales de las acciones o de las compañías que las detentan.
• Asegurar que las instituciones prestadoras de servicios médicos privadas y/o públicas sujetas a la Ley, tengan sistemas y procedimientos adecuados para evitar que sean utilizados para legitimar capitales provenientes de actividades ilícitas.

Concluyendo con “texto” de esta monografía:

“Finalmente, consideramos que la combinación de elementos de control, la vigilancia del pueblo, y en particular de pacientes y familiares, tomados en cuenta en la Ley de Salud y la  Ley de Costos y Precios, pueda permitir que se prevengan situaciones de agravamiento y/o muerte, y de cobros injustificados y/o desproporcionados en contra de quienes confiados hacen uso de las instituciones prestadoras de servicios médicos privadas y/o públicas” (*).

(*) Trabajo presentado por - Héctor Léger Mariño - Marzo de 2006

Médico Gastroenterólogo venezolano / Vocero de la CONAMEV/ felipeguzman17@yahoo.es