La gusanera mayamera convive con nosotros, tal cual como se lo dijo Fidel a Chávez.
Desde niño nos hicieron cantar en las escuelas el himno al Panamericano, nos hicieron ver que Disney es lo más educativo para la mente y la formación de nuestros pequeños.
Nos llenamos de las bagatelas importadas: nos vistieron con pantalones vaquero (jeams), a la moda siempre gringa.
Se nos hizo ver que no había otra manera de avanzar en el progreso sino imitando los modelos de Europa o Estados Unidos. Para allá fuimos a educarnos, a los que nos becaron, para que ya graduados produjéramos nuestras investigaciones en la dirección exigida por las universidades poderosas. Por eso todas las llamadas universidades “autónomas” en Venezuela están embanderadas con el imperio yanqui.
Entonces los modelos trabajados durante tanto tiempo ahora se activan desde afuera, contando con los seres perturbados y sometidos durante tanto tiempo, para tratar de torcer y derribar nuestro propio proceso de liberación y soberanía.
A Cipriano Castro lo puso contra la cuerdas una invasión (la Libertadora) dirigida por el banquero Manuel Antonio Matos y financiada por Estados Unidos. Cuando Cipriano castro fue traicionado por su compadre Juan Vicente Gómez, al banquero Manuel Antonio Matos lo hicieron ministro de Hacienda.
Cuando Isaías Medina Angarita sancionó la primera Ley de Hidrocarburos, EE UU propicio un golpe de Estado dirigida por el adeco supremo Rómulo Betancourt. Todos los adequitos que le sucedieron en el poder fueron profundamente pro-yanquis.
Nunca Venezuela tuvo un gobierno realmente propio y soberano, hasta que llegó al poder el Comandante Chávez. Pero esto ha implicado que se desate una guerra mundial contra nuestro modelo, que no depende del Departamento de Estado gringo ni del imperio europeo. El imperio euro-americano está urgido de petróleo barato, y el elemento mejor usado por ellos es la guerra mediática mundial contra nuestras instituciones.
No nos hagamos ilusiones: vienen a por nosotros. La guerra será total a partir del 2012. Seremos muy pronto calificados como:
- País Forajido.
- Refugio incalculable de terroristas y narcotraficantes. En fin, un narco-gobierno.
- Violador insigne de los Derechos Humanos.
- Negador de la libertador de expresión.
- Negador de la libertad de culto.
- país traficante personas.
- gobierno totalitario, populista y represivo: en fin, dictatorial.
- propicio para aplicarle la Carta Interamericana de la OEA.
- que practica el ciberespionaje y censura Internet.
- el más corrupto del mundo.
- el más inseguro del mundo.
De modo pues, que enfrentaremos una de las guerras más terribles de este siglo, la de la mente.
Hay que tener en cuenta que no existe la posibilidad de que leyes o tratados detengan la agresión de los imperios. Hay que tener en cuenta que organismos como la ONU y la OEA controlados por estos poderosos asesinos. Sobran los hechos, sobran las pruebas, sobran las invasiones y los crímenes.
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