Por primera vez en la historia política de un país, un presidente llama a la reflexión al pueblo venezolano para que asuma su liderazgo y fortalezca las líneas estratégicas del país- Venezuela- con el único fin de certificar las instituciones que asumieron de una manera fehaciente los criterios para lograr un proyecto de vital importancia, como es el Simón Bolívar. Es necesario, señaló en un oportunidad el presidente Hugo Chávez Frías, sumirse en un sentimiento de solaridad y apoyo a los débiles con miras a tomar un camino de fortalecimiento a ese pueblo identificado con sus costumbres y hábitat y que, busca manifestarse por una vía netamente democrática. Es una época de coyuntura ideológica y cada organización política debe reorganizar su militancia bajo un solo prisma de acción popular. El país lleva adelante un proceso democrático, donde el Consejo Nacional Electoral, (CNE) con nuevas tecnologías garantiza el éxito y transparencia de las elecciones presidenciales a ejecutarse el próximo siete de octubre de 2012.
La nueva Constitución Bolivariana de Venezuela le otorga al ciudadano un conjunto de derechos que le da jerarquía a los Derechos Humanos e impide el quebrantamiento de toda relación de poder que puede desvincularlo de la realidad nacional. Nos encontramos ante un nuevo principio político, donde existe la oportunidad de intervenir sin ninguna discrepancia y dogma político, ahora, los venezolanos estamos en capacidad de avanzar hacia un nivel tecnológico capaz de generar nuevas fuentes de energía y sin riesgo alguno para el Estado, donde el petróleo es el primer factor de crecimiento para convertirse en la verdadera vanguardia del nuevo desafío estratégico latinoamericano.
Vamos hacia una nueva conceptualización de país y el Poder Electoral trabaja en conjunto con las comunidades para lograr un núcleo de participación geopolítica que convalide los planes de desarrollo del Estado y, sumando los subcomités territoriales para lograr la renovación universitaria a nivel regional y lograr fundamentar los ejes de desarrollo productivo a escala de las regiones.
Los procesos electorales fortalecen la unidad de los partidos políticos y los proyectos entre los países se van graduando progresivamente hasta logar un acuerdo común de cooperación comercial e integración latinoamericana, teniendo presente que la energía constituye la fuente de todo dialogo para percibir las alianzas y evitar discriminaciones en programas de interrelación entre países miembros. Convivimos en un Estado de proyección democrática y nacionalista, amparados en un Consejo Nacional Electoral que refleja un acontecer válido con nuestra America Hispánica. Sin ningún tipo o modelo de contradicciones. Este cuerpo comicial busca defender la democracia de aquellos que promovieron la antipolítica y que tenían y hoy, prosiguen en su lucha de cambiar los destinos del Estado Venezolano. Pero, la democracia se fortalece desde la esperanza de una equidad y un socialismo justo. Un prisma que protege y le da poder a la lucha popular representada en el pueblo.
Venezuela es hoy, un país que garantiza el ejercicio de los derechos fundamentales del hombre, donde se incluye la libertad de expresión y el derecho a la manifestación, acorde con las leyes que rigen para el fiel cumplimiento de estas normativas. Solo resta la responsabilidad ciudadana para asumir el éxito o fracaso de una estadística que refleja su anuncio solo en la acción de un trabajo mancomunado en los sectores populares. Allí habla el CNE en todos sus niveles y por región.