Pablo Bestia Pérez, hijo de Manuel Bestia Rosales y los exámenes de la próstata en público

Y no olviden que Nixon Moreno también proviene de esa estirpe de cierto bestialismo zuliano. Y la popularidad de Pablo Bestia Pérez se mantiene más o menos intacta, no se crea. Al igual que la de Mazuco.

Un bestial animador se pone de pie con las extremidades inferiores rectas, talones juntos y el cuerpo inclinado hacia delante con la cabeza y brazos colgando, para que el señor gobernador le palpe el trasero y le haga un examen de la próstata ante miles de espectadores; ahora ya lo han visto millones en el mundo. Sin ningún escrúpulo el señor gobernador, que se encuentra en sus cabales pero totalmente ebrio, se hace el juguetón, el regalón, le quita el zapato y lo tira al público, luego le arranca la gorra y también la lanza al público.

¿Mostrará esto CNN?

¿Lo difundirá la SIP?

Que me cuelguen, pero yo no entiendo a la mayoría de los zulianos.

¿Será esto normal para la mayoría de los zulianos que le dieron una elevada votación tanto a Pablo Bestia Pérez como a Manuel Bestia Rosales?

Explíquennos en qué mundo nos encontramos.

Por ahí estaban diciendo que Pablo Bestia Pérez representa el numen de lo que se llama la zulianidad.

A Manuel Bestia Rosales lo cogieron con la manos en la mazamorra repartiendo relojes caros, robando de lo lindo de la Gobernación, haciendo horribles negocios con mafiosos de la zona del Sur del Lago, en tratos con paramilitares y asesinos colombianos que querían asesinar a nuestro presidente, y el tipo en cuanto deja en su trono a Pablo Bestia Pérez, llega éste y arrasa.

Pero también el Manuel Bestia Rosales deja en su trono a la “doctora” Evelin Trejo y la tipa queda convertida en toda una diosa portentosa en Maracaibo. Hacen estos malandros lo que les da la gana y siguen aumentando en las encuestas.

El bestialismo en el Zulia se presenta imparable, incorregible.

Producen a un asesino como el Mazuco que resulta el diputado más votado en el Zulia. Y si se consiguiera proponer como candidatos a los que engendraron aquellos llamados Pozos de la Muerte en 1986, cuando desaparecieron al joven Rafael "El Macho" González, y que dejó al descubierto una serie de ejecuciones sistemáticas y extrajudiciales por parte de organismos de seguridad del estado, de seguro que todos ellos arrasarían.

Este es un fenómeno social que necesitaría el análisis profundo de una veintena de genios como Freud, para llegar al fondo de la bestialidad allí anidada. Algo horrible está pasando en el Zulia. Qué mancha tan brutal para Venezuela, para el continente todo.

¿Qué valores se han venido cultivando allí para que estos perversos y viles asesinos y delincuentes puedan llegar a convertirse en ductores civiles y políticos de la población?

A mí todo eso me produce inaguantable asco.

¿Qué habrá en la moral de los zulianos para que estas cosas ocurran, y estos monstruos sean tan queridos y apoyados? ¿Qué fenómeno es dio allí con la interferencia de la cultura gringa, cuando establecieron sus reales para la explotación petrolera?

Los gringos llevaron al Zulia la jaladera de caña. El territorio donde más se jala caña por metro cuadrado en Venezuela se encuentra en esta región del occidente del país. Es posible que esa imagen del Pablo Bestia Pérez empinándose la botella de santa teresa eleve su popularidad. A mí ya no me extrañaría. Cómo temblaría Bolívar al contemplar hoy el estado en que se encuentra ese territorio. Yo me lo imagino en un crítico y pasmoso temblor, como cuando se enfrentó a las huestes de Pasto en Colombia.

Parodiando lo que escribió Antonio José Irisarri sobre el asesino de Sucres, José María Obando, una bestia parecida a Pablo Pérez o a Rosales, debemos decir que este par de zulianos dejan pálidos a los Nerones y Calígulas, porque aquéllos, a lo menos, sólo eran ladrones y miserables como Obando; pero ni se hicieron carniceros públicos para aprovechar el fruto de la profesión de cuatreros, ni se dieron a conocer por estafadores de los negociantes, ni por enemigos de las letras. El Nerón de Roma, por el contrario amaba la literatura, aunque fuese un inhumano y deseaba parecer sabio aun cuando obraba como una fiera. El Nerón romano, por otra parte, era un monstruo que no trataba de engañar a nadie y cometía sus infamias sosteniendo que su voluntad debía ser la suprema ley, a que todo el mundo estaba sometido; pero el Nerón del Cauca se burlaba de los hombres de un modo más cruel, porque mostrándose en todos sus actos como un bandido, pretendía hacer creer que él era el defensor de los principios sociales, el caudillo de la libertad, el apoyo de la justicia y el conservador de las leyes. Esto era hablar a los hombres como si los tuviese por imbéciles, después de tratarlos como a esclavos.

Pobre Zulia, carajo.

jsantroz@gmail.com

@jsantroz




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José Sant Roz

Director de Ensartaos.com.ve. Profesor de matemáticas en la Universidad de Los Andes (ULA). autor de más de veinte libros sobre política e historia.

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