Verdades bien dichas

Mirando al mundo desde el balcón del Sur…

Mirando al mundo desde el balcón del Sur, con trabajo, con tesón, con liderazgos fuertes y visionarios, los países de la América libertaria y libertadora hemos descubierto que otro modelo es posible. Un sistema distinto, de igualdad, que pone coto a la exclusión, que sienta las bases para un desarrollo integrador y humanista,

Por eso todos los venezolanos y venezolanas, los latinoamericanos y caribeños podemos decir con orgullo que estamos cumpliendo el sueño de nuestros libertadores. La esclavitud cultural colonialista, impuesta a través de los años por efecto de la transculturización también llegará a su fin, de eso no tenemos dudas y ese es quizá uno de nuestros más grandes anhelos.

Todos y todas apostamos a la CELAC (Cumbre de la Comunidad de estados Latinoamericanos y Caribeños) y la entendemos como una oportunidad estelar para la unión y la búsqueda de soluciones conjuntas. Se trata de una nueva arquitectura política, económica, social, cultural, ambiental, diplomática y de otras áreas que nos harán real y efectivamente soberanos del modelo capitalista y explotador de los Estados Unidos y otros sistemas tan viciados como el gringo que también se nos han querido imponer.

Dicen los analistas que con la CELAC estamos comenzando una nueva etapa en la vida de los países latinoamericanos y caribeños. Estamos finalmente pasando de la resistencia a la construcción integracionista, unionista y muy nuestra. Venezuela no sólo es promotora apasionada de esta iniciativa, es también y eso debemos decirlo con orgullo bolivariano, escenario para el desarrollo de la historia, bajo el liderazgo consciente y comprometido de nuestros presidentes.

Uribe y su escualidismo…

El escualidismo no es un asunto exclusivo de los sectores de oposición de Venezuela. Hay escuálidos en el norte y más cerquita está el escuálido, oligarca y muy descalificado ex presidente colombiano Alvaro Uribe Vélez, quien vota la bilis cada vez que vez mejorar las relaciones entre nuestros dos países. El quería la guerra, matanzas, paramilitarismo y narcoguerrilla para fomentar la anarquía y seguir haciendo fuerte al imperio de la narco política. Por eso se ha atrevido el paisa ex presidente a reclamarle a la oposición venezolana que no boicotee o censure las relaciones y el acercamiento evidente entre los mandatarios actuales de Colombia, Juan Manuel Santos y de Venezuela Hugo Chávez.

El escuálido Uribe está herido y le reclama a sus pares venezolanos mientras allá en Colombia intenta asustar a la opinión pública de su país diciéndole que Uribe está colocándose al servicio de la causa de Chávez. Favor que nos hizo, porque los colombianos saben que la “causa de Chávez” es la justicia social, la soberanía económica de su pueblo, el cumplimiento de las metas del milenio, fortalecer la Patria Grande bajo el concepto integracionista, complementario y de relaciones fluidas con ventajas para todos. La causa de Chávez es el pueblo y sus derechos, la causa de Chávez es la patria y su destino. Favor que nos hace el señor Uribe, uno de los jefes del narcotráfico, uno de los comandantes del paramilitarismo y pieza clave del imperio en el continente latinoamericano, cuando se distancia de nosotros y de nuestro presidente.

Más soberanía: llegó nuestro oro…

Comenzó a llegar el oro venezolano. Ese mismo que la IV República sacó y que Chávez devolvió. Nuestras reservas internacionales en oro vuelven a ser nuestras. Ante un sistema económico que se cae a pedacitos, no pueden estar mejor guardadas nuestras reservas que en las bóvedas del BCV. Chillen y pataleen, que el imperio se cae, Europa se desmorona mientras nosotros ponemos a buen resguardo nuestro oro. Llegó la primera remesa y la soberanía económica deja de ser un asunto de discursos etéreos.

Mi pobre y querida Ciudad Bolívar…

Conversaba recientemente con un grupo de comerciantes locales, de esos que han invertido toda la vida en nuestra ciudad, que tienen a sus familias aquí, que la defienden, la celebran y la lloran. Con ellos analizaba la delicada situación de precariedad de los servicios públicos, la terrible situación de colapso en materia vial, el penoso estado de oscuridad que reina en sus calles y avenidas y el deprimente e ineficiente servicio de recolección de la basura. Hay un culpable, sin lugar a dudas, pero todos sabemos que de nada sirve seguir recordándole al alcalde sus competencias, porque pareciera ser que adrede las ignora. Pobre de él, quizá sea tarde cuando la historia le pase factura.

Mientras tanto algo tenemos que hacer los demás, los que somos mayoría, los que nos hemos visto en la necesidad de buscar en el jefe de servicios generales de la gobernación, un alcalde sustituto o ver en el gobernador Rangel Gómez, una especie de alcalde mayor. No nos queda otra que aferrarnos a ello o dejar morir a Ciudad Bolívar y eso jamás ocurrirá porque a esta capital la queremos demasiado como para permitir que el desgobierno del alcalde de Un Nuevo Adeco, de la vieja AD y de la derechista Causa R, sigan atropellando el gentilicio bolivarense. Repito, allá ellos cuando deban revisar su papel en la historia. Por eso a veces decimos que mientras los científicos se esfuerzan por hacer posible lo imposible, hay políticos que se esfuerzan por hacer imposible lo posible. Una verdad reiterada.

@natachainatti /

natachainatti@gamil.com





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Natacha Inatti


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