Entre los venezolanos, por lo general, siempre acostumbramos a preguntar por la salud de nuestros conocidos y hasta insistimos en preocuparnos por el otro, cuando decimos ¡Oye vale, tenía tiempo que no sabía de ti! ¿Cómo te ha ido? ¿Qué tal la salud?
Siempre ha sido normal entre nosotros.
Recuerdo que en ocasiones nuestro padre, allá cerca del mercado libre de La Pastora, donde vivíamos, nos decía ¡Vaya a preguntar por la salud de la señora tal… y dígale que le deseamos que se recupere!
Por lo menos, siempre ha sido así.
Ahora resulta que estos señores de la oposición, si es que pueden recibir el término de señores, han armado una gran algarabía mundial y soñando con que el líder de la revolución bolivariana fallezca.
Esa gente, por lo que se puede apreciar perdió todo el sentido de la realidad, de los hechos y, víctimas de la manipulación desmedida se movilizan como jaurías en la noche detrás de cualquier presa que signifique para ellos algún grado de satisfacción.
Pero ese no es el problema más serio que tienen.
Sus conocidos y amigos deberían revisar bien a dónde les está conduciendo este tipo de conducta, porque ya no responden a cerebros normales, cuyas neuronas tienen la normal y sana vinculación entre ellas mismas para favorecer el mejor entendimiento que podamos tener acerca del mundo en el que nos desenvolvemos y en el que compartimos con tantas personas.
Una vez vimos a un joven investigador, muy sonriente, rascándose con su mano derecha la cabeza mientras con la izquierda se rascaba –al mismo tiempo- el codo de la misma mano derecha. Por supuesto que nos llamó la atención porque el hombre estaba como si nada estuviese aconteciendo y más de uno que le observaba pensó que, ¡Son cosas de estos investigadores de la ciencia y la tecnología, que andan sumidos en mundo bastante complicado, de números y teorías!
Y ello es factible que ocurra en los más diversos laboratorios científicos del mundo. Estos profesionales andan sumidos en profundas reflexiones, en las que se emplean a fondo hurgando, contrastando, planteándose y comparando cualquier idea o proceso.
Pero de allí a que unos cuantos opositores a Chávez empleen su sistema cerebral para generar placer, odio, rabia y presuntamente ocasionar dolor a terceros, algo seriamente debe estar ocurriendo en sus vidas y todavía no se han dado cuenta.
Hay investigadores sociales que hacen referencia a los sociópatas y si bien no es una palabra cuya definición integral haya sido dada a conocer, al parecer hace referencia a aquellas personas que nunca recibieron amor en sus vidas y, como es de esperarse no tienen capacidad para amar a los demás.
De este modo, es explicable que ciertos opositores vivan con tanto odio, ya que jamás los quisieron cuando pequeños.
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